Sede de Zhongrong International Trust Company en Pekín (Foto: Reuters).
Según Reuters , Zhongzhi Enterprise Group (ZEG), una gran empresa de gestión de activos de China y muy involucrada en el sector inmobiliario, informó a los inversores el 22 de noviembre que tenía una "grave falta de liquidez".
En una carta a los inversores, ZEG dijo que la compañía tiene deudas de hasta 460.000 millones de yuanes (65.000 millones de dólares), mientras que sus activos actuales son de sólo 200.000 millones de yuanes.
"Debido a que los activos del grupo están concentrados en inversiones de deuda y capital y tienen vencimientos largos, la recuperación es difícil, el importe recuperable esperado es bajo, la liquidez está agotada y los activos están gravemente deteriorados", explicó ZEG.
ZEG es uno de los mayores conglomerados privados de China, con intereses en servicios financieros, minería y vehículos eléctricos. Las preocupaciones financieras surgieron por primera vez en agosto cuando Zhongrong International Trust, un fideicomiso del que ZEG es copropietario, declaró que no había pagado a sus inversores corporativos.
A finales de 2022, Zhongrong International Trust gestionaba 87 000 millones de dólares en activos para empresas y particulares adinerados. Zhongrong International Trust fue en su día una de las miles de empresas de gestión de activos que generaban rentabilidades relativamente altas para los inversores.
Los analistas estiman que el sector de los fondos fiduciarios, o banca paralela, de China tiene un valor aproximado de 2,9 billones de dólares, superior al tamaño de la economía francesa. Los bancos paralelos suelen proporcionar financiación mediante operaciones fuera de balance o a través de instituciones financieras no bancarias, como las sociedades fiduciarias.
A diferencia del sistema bancario, las instituciones financieras de la banca paralela pueden prestar dinero con mayor facilidad, pero estos préstamos no están garantizados como los préstamos bancarios tradicionales. Esto conlleva el riesgo de un colapso sistémico ante una demanda repentina y generalizada de pagos.
Los inversores en estos productos de gestión de patrimonio en China son principalmente de clase media y alta, dicen los expertos, y cualquier incumplimiento o incluso preocupación por pagos retrasados podría socavar la confianza de los consumidores.
En los últimos años, el gobierno chino ha tratado de frenar el rápido crecimiento de dicha deuda no bancaria.
En particular, el sector bancario en la sombra ha sido objeto de escrutinio en medio de preocupaciones sobre el futuro de la segunda economía más grande del mundo en medio de la crisis inmobiliaria.
Según datos del banco Nomura, a finales de marzo de este año, alrededor del 7,4% del valor total de los fondos fiduciarios en China eran préstamos inmobiliarios, equivalentes a unos 1,13 billones de yuanes (más de 159 mil millones de dólares).
Nomura cree que la deuda real de las empresas inmobiliarias tomadas de fondos fiduciarios podría ser tres veces mayor que esta cifra, llegando a 3,8 billones de yuanes a finales de junio.
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