Los deepfakes pueden usarse para crear videos que suplantan la identidad de celebridades, políticos o influencers, diciendo cosas que nunca dijeron. La proliferación de deepfakes podría socavar la confianza del público en las fuentes tradicionales de información, como el video y el audio. Esto podría dificultar la verificación de la información y distinguir entre contenido real y falso.
El deepfake es una tecnología con un gran potencial, pero también conlleva riesgos preocupantes. Ser consciente de sus desventajas y tomar medidas eficaces para contrarrestarlo es crucial para proteger a la sociedad de sus efectos negativos.
IPC
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