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Un equipo de investigadores de la Universidad de Washington (UW) ha creado una aplicación llamada FeverPhone que convierte un teléfono inteligente en un termómetro sin necesidad de ningún hardware nuevo.
Los termómetros clínicos actuales utilizan pequeños sensores llamados termistores para estimar la temperatura corporal.
Los teléfonos inteligentes también contienen termistores, que se utilizan principalmente para controlar la temperatura de la batería. Sin embargo, según investigadores de la Universidad de Washington, estos sensores también podrían rastrear la transferencia de calor entre personas y teléfonos.
Cuando los investigadores probaron FeverPhone en 37 pacientes en el departamento de emergencias, la aplicación estimó la temperatura corporal central con una precisión comparable a la de algunos termómetros actuales (en la imagen).
En general, FeverPhone estimó la temperatura corporal promedio del paciente con un error promedio de aproximadamente 0,41 °F (0,23 °C), que está dentro del rango clínicamente aceptable de 0,5 °C, según UW News.
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