El mercado inmobiliario espera la reforma de tres leyes importantes: la Ley de Tierras, la Ley de Vivienda y la Ley de Negocios Inmobiliarios, cuya entrada en vigor está prevista para principios de 2025. En consecuencia, los expertos prevén que la implementación de las leyes reformadas eliminará dificultades legales, facilitará la financiación de proyectos, equilibrará la oferta y la demanda, y promoverá el segmento de vivienda vinculado a la demanda real del mercado. Se está acelerando el desbloqueo de las fuentes de financiación de crédito y bonos. El capital de crédito para préstamos inmobiliarios se ha promovido y se promoverá en el futuro gracias a la disminución de los tipos de interés, tanto para préstamos antiguos como nuevos, en 2019; los bancos han implementado paquetes de crédito preferenciales.
Sin embargo, los expertos creen que la fuerte diferenciación del mercado inmobiliario entre regiones, segmentos y negocios comenzará a manifestarse a partir de 2024. En consecuencia, los expertos de VCBS Securities Company creen que algunas empresas inmobiliarias que enfrentan serias dificultades de liquidez podrían verse obligadas a abandonar el mercado o a transferir gradualmente sus carteras de proyectos y segmentos de negocio para gestionar sus obligaciones de deuda.
Las grandes empresas con proyectos legalmente estancados siguen recibiendo apoyo activo para evitar el riesgo de insolvencia y la suspensión de proyectos durante años. Sin embargo, algunas empresas predicen que será difícil recuperar su posición y la escala de desarrollo de proyectos como antes.
VCBS cree que algunas empresas pueden aprovechar la fase de depuración y diferenciación del mercado para abrirse paso en el nuevo ciclo. Se trata de empresas con una estructura financiera saneada, un nivel de deuda razonable, eficiencia empresarial que genera un alto flujo de caja y no se estanca en proyectos de gran envergadura; que poseen terrenos limpios con pocos problemas legales, capacidad para licitar e implementar proyectos sistemáticamente, que generan un buen valor añadido para sus productos; productos, ubicaciones comerciales que se adaptan a los gustos del mercado y que tienen la capacidad de atraer residentes reales.
En cuanto a la valoración de las acciones inmobiliarias, Agriseco Research Securities Company comentó que la valoración promedio del grupo inmobiliario se cotiza a un precio contable de 1,3x, en comparación con el promedio de 8,1x de los últimos 10 años. Esta disminución se debe principalmente a la fuerte caída del cuarto trimestre de 2020, y el precio de la acción no ha recuperado su rango anterior.
Sin embargo, esto no implica que el precio de las acciones inmobiliarias sea atractivo, ya que la mayoría ha aumentado su precio desde principios de año, mientras que los resultados comerciales han disminuido y el contexto del sector sigue siendo muy complejo. Por otro lado, aún existen acciones de empresas con buenos fondos de terrenos y capacidad de ejecución de proyectos que se encuentran en niveles de valoración adecuados, lo que representa una oportunidad para que los inversores consideren invertir y mantener su inversión a medio y largo plazo.
Según Agriseco Research, se prevé que las ganancias de las empresas inmobiliarias que cotizan en bolsa se mantengan negativas en 2023, mientras que algunas empresas aún registran ganancias positivas. Es posible que sea difícil que los resultados empresariales en 2024 crezcan drásticamente debido al lento progreso y la capacidad de absorción de la economía . Este es un año crucial para la recuperación de todo el sector.
Por ello, Agriseco elevó su visión de cautelosa a neutral sobre el sector inmobiliario y recomendó a los inversores considerar evaluar y seleccionar acciones inmobiliarias de empresas con grandes fondos de tierras en etapa de entrega; enfocándose en los segmentos de vivienda asequible y de gama media y manteniendo su posición en el contexto de crisis económica y dificultades inmobiliarias.
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