La contraseña del iPhone está predeterminada con una secuencia de 4 o 6 dígitos que el usuario especifica durante la configuración del dispositivo. Además, Apple ofrece a los usuarios tecnologías de seguridad adicionales, más prácticas y seguras, como Face ID o Touch ID. Sin embargo, muchos usuarios aún tienen la costumbre de introducir los números manualmente.
Según un informe reciente de dos periodistas del WSJ, esta práctica supone un riesgo para la seguridad si los usuarios pierden sus teléfonos en lugares públicos. En muchos casos investigados por el equipo de investigación, las víctimas confirmaron haber perdido sus teléfonos en lugares concurridos, como bares o lugares públicos, por la noche.
En concreto, los delincuentes identifican a su "presa" monitoreando sus movimientos y observando en secreto la contraseña introducida en el teléfono cuando la víctima lo usa en un lugar concurrido. Una vez que la conocen, realizan trucos para robarle el teléfono al propietario.
Conocer la contraseña y tener el dispositivo en la mano le da al ladrón acceso al contenido del dispositivo, restablecer los métodos de seguridad e incluso puede tomar el control de la cuenta de ID de Apple en el dispositivo, haciendo imposible que la víctima inicie sesión para informar el bloqueo del dispositivo o borrar datos.
En lugar de ingresar una contraseña, use Face ID o Touch ID en público para mantener sus datos seguros.
Para ello, el ladrón aprovechará la función de clave de recuperación del iPhone. Esta herramienta de seguridad consiste en una cadena aleatoria de 28 caracteres creada por Apple para aumentar el control del titular del ID de Apple. Sin embargo, una vez generado el código, nadie podrá acceder al ID sin él, ni siquiera el titular del dispositivo ni la cuenta. Tras impedir que el usuario acceda al ID de Apple, el ladrón podrá acceder libremente a la información del dispositivo, incluyendo datos confidenciales como contactos, mensajes, correos electrónicos, fotos, vídeos o aplicaciones financieras y bancarias.
Por lo tanto, los expertos recomiendan que los usuarios no introduzcan sus contraseñas manualmente en lugares públicos, sino que utilicen métodos de inicio de sesión biométricos (Face ID, sensor de huellas dactilares Touch ID, etc.) siempre que sea posible. Si se ven obligados a introducir una contraseña, cubran la pantalla con la mano u otra parte del cuerpo durante la operación.
Además, los usuarios pueden aumentar la complejidad de la contraseña. En lugar de usar solo 4-6 dígitos, pueden optar por introducir una combinación de números y letras. Para cambiar el formato de la contraseña, en iPhone, sigan la siguiente ruta: Ajustes > Face ID y código > Cambiar código > Opciones de código > Código alfanumérico personalizado. Esta opción hace que la cadena de caracteres sea más compleja y difícil de leer y recordar.
Khanh Linh
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