El estado de tus manos puede reflejar la salud de tu hígado antes de que aparezcan otros síntomas. Esto se debe a que el daño hepático afecta el equilibrio hormonal, la circulación sanguínea y la capacidad del cuerpo para desintoxicarse, según el Times of India .

Las manos pueden dar señales de alerta antes de que el hígado presente problemas graves.
Ilustración: IA
Eritema palmar
Este signo se manifiesta con enrojecimiento en las palmas de las manos, sobre todo en la zona debajo del pulgar y el meñique. Suele deberse a un aumento de los niveles de estrógeno, que provoca vasodilatación en las manos, una afección frecuente en personas con disfunción hepática.
Aunque a veces se encuentra en personas sanas, si la erupción en las palmas de las manos persiste, es necesario que las personas se sometan a exámenes para descartar enfermedades hepáticas, trastornos endocrinos, enfermedades autoinmunes o artritis reumatoide.
Contractura de Dupuytren (fascia palmar)
Se trata de una afección en la que el tejido bajo la piel de la palma de la mano se engrosa y se contrae, lo que provoca que los dedos se doblen y resulte difícil estirarlos. La enfermedad suele progresar lentamente, formando nódulos o bandas de tejido fibroso que limitan los movimientos de la mano.
Esta afección es más común en personas con cirrosis crónica y puede estar relacionada con factores genéticos, alcoholismo o diabetes.
Uñas de Terry
Las uñas de Terry se caracterizan por un color blanco pálido con una fina línea rosa en la base. Este signo puede observarse en personas con cirrosis, pero también en pacientes con insuficiencia cardíaca o diabetes.
La causa se debe a cambios en el flujo sanguíneo y la concentración de proteínas debajo de las uñas, lo que refleja una disfunción hepática y otras enfermedades sistémicas, y requiere un examen médico.
deformidades de las uñas
La deformidad de las uñas es una afección en la que las puntas de los dedos se vuelven más grandes y redondeadas y las uñas se curvan hacia abajo; se observa comúnmente en enfermedades hepáticas crónicas, enfermedades pulmonares o cardiopatías congénitas.
La causa es la falta crónica de oxígeno en la sangre, que altera el tejido de las yemas de los dedos. Si este fenómeno persiste, es necesario un examen médico temprano para determinar la causa subyacente, como la cirrosis o una enfermedad pulmonar crónica.
Picor en las palmas de las manos y en las plantas de los pies
La picazón persistente en las palmas de las manos o en los pies, incluso sin sarpullido, puede ser un signo de colestasis: una obstrucción o reducción del flujo de bilis en el hígado.
El picor suele aumentar por la noche o después de un baño caliente, debido a la acumulación de sales biliares bajo la piel, que provoca irritación. Este síntoma es frecuente en personas con cirrosis y, si se prolonga, puede afectar al sueño y a la calidad de vida, además de ser una señal de que el hígado está fallando.
Fuente: https://thanhnien.vn/gan-nhiem-mo-xo-gan-cac-dau-hieu-nhan-biet-tu-ban-tay-185251108164611938.htm






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