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| Un programa piloto en Shanghái podría servir de modelo para establecer servicios comunitarios de atención a personas mayores en toda China. (Fuente: SCMP) |
En muchas zonas rurales de China, la soledad suele acompañar a las personas en sus últimos años. No es raro que Lu Fengying, de 84 años, viva sola en su casa rural tras la muerte de su esposo y la decisión de sus hijos de mudarse a la ciudad.
Modelo piloto para personas mayores solitarias
Como muchas otras personas mayores jubiladas, la Sra. Lu puede valerse por sí misma y no quiere mudarse con sus hijos ni a una residencia de ancianos lejana. Sin embargo, desde que el gobierno chino seleccionó su aldea para implementar un modelo piloto de atención a personas mayores, ha encontrado un valioso apoyo en una comunidad de personas en situaciones similares.
"Estoy muy contenta de vivir aquí. Nos conocemos bien y a menudo jugamos al mahjong juntas", compartió emocionada la Sra. Lu sobre el nuevo hogar de cinco mujeres, todas mayores de 80 años, que viven en el mismo pueblo y se mudaron este verano.
Lu y sus otros cinco residentes tienen una casa de dos plantas, de diseño sencillo y con cinco habitaciones independientes, que fue renovada a partir de la antigua casa de otro aldeano, a solo unos cientos de metros de la de Lu. "Habrá dos mujeres de la aldea, de unos 50 años, encargadas de la limpieza y la cocina", dijo el secretario del Partido Ye, quien gestiona y opera el modelo piloto en la aldea de Xinsi.
La aldea de Xinsi está ubicada en el distrito de Fengxian, Shanghái, una de las ciudades de más rápido envejecimiento de China, donde las personas tienen una esperanza de vida promedio de más de 83 años, según cifras oficiales publicadas en 2022. Los residentes de Shanghái también tienen una esperanza de vida promedio más alta que el promedio nacional de 77,93 años.
La Sra. Lu dijo que su nueva vivienda cuesta unos 50 yuanes (6,83 dólares) al día y que su pensión apenas lo cubre. Los residentes de los suburbios de Shanghái reciben una pensión mensual básica de unos 1.400 yuanes, más un pequeño suplemento basado en sus aportaciones antes de la jubilación.
Para la Sra. Lu, con su escasa pensión, pagar una residencia de ancianos como esta es completamente razonable. "Me gusta mucho vivir aquí. No tengo que aprender a llevarme bien con desconocidos si voy a una residencia, y mis hijos no tienen que preocuparse por mí", dijo.
El Sr. He Xuefeng, director de la Facultad de Sociología de la Universidad de Wuhan y experto en desarrollo rural, afirmó que la mayoría de las personas en las zonas rurales no quieren abandonar sus aldeas y cortar los lazos con sus amigos y vecinos.
“El modelo de atención a las personas mayores en zonas rurales les proporciona condiciones básicas sin tener que abandonar a sus familiares y amigos, lo que les ayuda a ellos y a sus familias a sentirse más seguros. Es cómodo y asequible; creo que este modelo debería replicarse en todo el país”, comentó el Sr. He Xuefeng.
El Sr. He Xuefeng también afirmó que, si bien las instalaciones aún no pueden satisfacer las necesidades de tratamiento de los ancianos gravemente enfermos, "pueden resolver entre el 80 y el 90 % de los problemas en el cuidado de los ancianos en las zonas rurales".
Se entiende que el modelo piloto no está disponible actualmente para los enfermos o discapacitados debido a la falta de equipos médicos avanzados, pero los médicos de la aldea proporcionarán controles de salud periódicos a los ancianos.
Zhu Qin, experto en envejecimiento poblacional de la Escuela de Políticas Públicas y Desarrollo Social de la Universidad de Fudan, coincidió y dijo que el modelo que se está probando en la aldea de Xinsi es innovador y se adapta bien a la China rural, aunque la falta de servicios de atención médica a largo plazo es una preocupación.
“El objetivo final del cuidado de los ancianos es como proporcionar combustible en una tormenta de nieve, no simplemente agregarle la guinda al pastel”, comparó Zhu Qin.
Desafíos de la Seguridad Social
En los últimos 10 años, la población que envejece ha aumentado a un ritmo alarmante en muchas provincias y ciudades de China, especialmente en las zonas rurales, donde los jóvenes se están trasladando principalmente a las ciudades para vivir y trabajar.
Mientras tanto, la edad de jubilación en China se ha mantenido sin cambios durante décadas: 60 años para los hombres, 55 años para las mujeres en empleos administrativos y 50 años para las mujeres en trabajos manuales. Los planes para aumentar la edad se han debatido durante años, pero aún no se han anunciado formalmente.
La brecha salarial entre las zonas urbanas y rurales de China es preocupante. En comparación con el salario mensual promedio de más de 12.000 yuanes para los trabajadores urbanos, el salario de los jubilados rurales en Shanghái es relativamente bajo, oscilando entre 1.500 y 2.000 yuanes. Las pensiones en las zonas urbanas de Shanghái duplican las de las zonas rurales, rondando los 3.000 yuanes.
Según el censo nacional de 2020, aproximadamente el 17,7 % de la población rural de China tiene 65 años o más, en comparación con el 11,1 % en las zonas urbanas. Por cada 100 personas en edad laboral de entre 15 y 64 años, 28 personas mayores necesitan apoyo en las zonas rurales, en comparación con 16 en las ciudades.
En términos de seguridad social, a diferencia de los trabajadores urbanos, los chinos rurales están cubiertos por un sistema de seguro completamente diferente, que es opcional, más barato y financiado en gran medida por el sistema de finanzas públicas.
Sin embargo, según cifras oficiales, la realidad económica es bastante diferente entre las zonas rurales y urbanas, y las políticas desiguales de seguridad social, entre otras, han creado una sorprendente "estructura dual" en China. En consecuencia, el ingreso disponible promedio de los residentes rurales seguía siendo solo el 40% del de los residentes urbanos el año pasado.
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| Lu Fengying, de 84 años, en su nuevo hogar en la aldea de Xinsi, donde vive con otras personas mayores solitarias. (Fuente: SCMP) |
Cai Fang, demógrafo y académico de la Academia China de Ciencias Sociales, comentó que el bienestar público debe ser más equitativo, incluidas las pensiones rurales, y pidió que la cobertura del seguro sea para todos los ciudadanos, independientemente de si contribuyen o no al sistema de seguridad social, y que se incremente gradualmente.
Para Shanghái, el proyecto piloto de Xinsi es solo el comienzo. Si funciona bien, el modelo se ampliará el próximo año a tres aldeas vecinas y se espera que abarque todas las demás en los próximos tres años.
“Construir centros de atención para personas mayores es un proceso relativamente rápido, pero convertir las ideas en realidad lleva mucho tiempo”, afirmó el Sr. Ye.
Además, ¿cómo lograr que este modelo sea una opción viable y se siga implementando ampliamente, especialmente en las zonas más pobres? A largo plazo, un plan viable, según los sociólogos, es incentivar a la gente a transferir la propiedad de sus propiedades a los gobiernos locales para que estos puedan arrendarlas a terceros. Consideradas de propiedad colectiva, las propiedades rurales solo pueden comprarse y venderse entre residentes de la misma aldea, según la ley china.
“Las personas mayores estarán exentas del pago de alquiler al mudarse a la nueva vivienda y disfrutarán de servicios de salud. Además, seguirán recibiendo una parte del alquiler de la vivienda anterior”, explicó el Sr. Ye.
Sin embargo, según el Sr. Ye, muchas personas mayores no están entusiasmadas con la mudanza, lo que dificulta que la iniciativa gane impulso. "La mayoría de las personas mayores se sienten incómodas dejando sus hogares. Les lleva tiempo cambiar de opinión", analizó el Sr. Ye.
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