¿Cuántas empresas tienen una visión para aceptar becarios que vaya más allá de la mentalidad tradicional de "ayudar a los estudiantes a aprender un oficio" o apoyar a las escuelas? Por supuesto, al aceptar becarios, las empresas brindan una valiosa asistencia a los estudiantes para que tengan la oportunidad de incorporarse al mercado laboral y ejercer su profesión. Además, es una ayuda sumamente valiosa para las escuelas, donde se guía a los estudiantes para que adquieran una base teórica sistemática de su profesión y practiquen las cualidades y habilidades necesarias para estar preparados para convertirse en trabajadores competentes que cumplan con las expectativas de la sociedad y los empleadores. La práctica profesional nunca debe limitarse al marco de la simulación escolar. Los estudiantes deben tener contacto con la práctica profesional lo antes posible, lo que les ayudará a reconocer medidas prácticas para adaptar su proceso de aprendizaje en la escuela.
Pero ¿hay algo más que considerar más allá de los argumentos obvios mencionados anteriormente? ¿Deberían las empresas considerar la aceptación de estudiantes en prácticas como una obligación para su sector? Digo "obligación" porque si las propias empresas no aportan valor proactivamente a la formación de recursos humanos de alta calidad para su sector, ¿quién lo hará? Cuando la comunidad empresarial pueda explotar un recurso humano altamente cualificado, los beneficios estratégicos serán indiscutibles. En lugar de criticar a los graduados "ignorantes" o "inempleables", muchas empresas han colaborado activamente con las instituciones educativas para superar esta limitación mediante la cooperación para fomentar las prácticas y las prácticas profesionales para los estudiantes.
Con una visión más amplia y un profundo respeto por los jóvenes, las empresas también deberían desarrollar una política de prácticas remuneradas para estudiantes. Esta cuestión no debe entenderse únicamente desde la perspectiva de los salarios, sino como la visión estratégica de las empresas para formalizar el uso de jóvenes, convertir las prácticas estudiantiles en una experiencia laboral a tiempo completo y dedicada, y evaluar los resultados de forma justa.
En cuanto a las escuelas, ¿deberíamos mantener obstinadamente la idea de que las clases solo pueden impartirse en el espacio escolar? Los modelos de "horario laboral" o incluso de semestres laborales deberían convertirse en un lenguaje oficial en el diseño de programas de formación. Estas podrían ser formas de cooperación formativa entre escuelas y empresas, como la formación en medios de comunicación, la cooperación entre algunas universidades y redacciones de periódicos para implementar algunos módulos directamente en la redacción o el envío de estudiantes de ingeniería mecánica a trabajar en una planta de ensamblaje de automóviles durante unos meses... un ejemplo que vale la pena mencionar.
Los becarios son un verdadero recurso humano que las empresas deben aprovechar estratégicamente desde una edad temprana para apoyarse a sí mismos. El problema radica en que tanto las escuelas como las empresas deben estar preparadas para cambiar su enfoque y mejorar la eficacia de la práctica profesional de los estudiantes.
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Fuente: https://thanhnien.vn/hieu-qua-thuc-hanh-nghe-nghiep-185241106231249304.htm
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