Partiendo de un libro ilustrado de la infancia
En 1996, tras 16 años viviendo en Francia, el artista Dao Van Hoang regresó a Vietnam. Además de su trabajo en publicidad, comenzó a dedicarse a la conservación de la naturaleza. En 1999, creó un mural de 200 m² en la recepción del Parque Nacional Cat Tien, que representa la rica flora y fauna de la zona. En 2014, decidió dejar la publicidad para dedicarse por completo a la pintura de fauna silvestre. El artista Dao Van Hoang expresó: «Me centro en los animales del sudeste asiático, especialmente en especies menos conocidas, como la civeta de Owston o el mono de nariz chata de Tonkín… Creo que pintar estas criaturas menos conocidas aporta mayor flexibilidad creativa y significado».

Las actividades artísticas de conservación del artista Dao Van Hoang han dejado una huella significativa a través de exposiciones y proyectos colaborativos en todo el mundo . En su primera exposición de arte sobre fauna silvestre, celebrada en la Conferencia de la Sociedad Internacional de Primates (IPS) en Hanói en agosto de 2014, presentó una serie de 22 pinturas de primates vietnamitas. En 2015, continuó exhibiendo pinturas de las 25 especies de primates más amenazadas del mundo en la Conferencia Anual de la Sociedad Americana de Primates (ASP) en Bend, Oregón.
Para proyectos de murales y educación comunitaria, colaboró con Wildlife At Risk (WAR) en el diseño de un área de exhibición en el centro de rescate de fauna silvestre de Cu Chi (Ciudad Ho Chi Minh). WAR ha rescatado y liberado a casi 7000 animales en su hábitat natural durante una década de funcionamiento. En el Hospital Tropical de Ciudad Ho Chi Minh, colaboró con un proyecto de la Universidad de Oxford (Reino Unido) para pintar un mural (de 14,5 m de alto y 9 m de ancho) con la imagen de una grulla de Manchuria en el centro de investigación, y una gran pintura con temática oceánica que conecta las clínicas para niños con VIH.
Al compartir la motivación detrás de su larga trayectoria en la pintura y la conservación de la naturaleza, el artista Dao Van Hoang comentó que todo comenzó con sencillas experiencias de su infancia. “Recuerdo las visitas con mi madre al zoológico y jardín botánico de Saigón, y al regresar a casa, recortaba y pegaba imágenes de animales de revistas para crear mis propios álbumes de fotos”, explicó.
Combinando ciencia y sentido artístico
El artista Dao Van Hoang utiliza principalmente acrílico sobre lienzo o acuarela sobre papel; sus obras a menudo expresan un punto de vista muy singular: el mundo animal se muestra desde una perspectiva horizontal, como si proviniera de otro animal en el bosque, rara vez desde la perspectiva humana.

Siempre me ha fascinado la piel de todas las criaturas: el pelaje, las escamas, las plumas, estructuras vivas moldeadas a lo largo de millones de años de evolución. Quiero comprender cómo funciona esa estructura, cómo se mueve. Cuanto más observo, más descubro, cuanto más pinto, más me sumerjo en cada detalle, en cada línea, en cada pequeño milagro. La naturaleza es una maestra. Yo solo sigo sus pinceladas —expresó el artista.
Para narrar la historia de la conservación de la naturaleza a través del lenguaje de la pintura, Dao Van Hoang dedica mucho tiempo al estudio de la anatomía, la perspectiva y las ilustraciones científicas, además de realizar indispensables excursiones de campo, adentrándose en bosques profundos y áreas protegidas. Acompaña a científicos, investigando minuciosamente la anatomía, el comportamiento y el hábitat específico de cada especie. «No soy biólogo, pero me gusta acompañarlos para aprender», afirma el artista. Es la combinación de conocimientos científicos y una delicada sensibilidad artística lo que le permite no solo plasmar la forma, sino también capturar la esencia de cada criatura.
Cada criatura se representa con precisión anatómica. La curvatura de un cuerno, la estructura de un pelaje o los ojos de un primate se estudian meticulosamente. No solo pinta animales inmóviles, sino que también captura momentos característicos de su comportamiento: un ave acicalándose las plumas, un simio balanceándose de rama en rama o un leopardo al acecho durante la caza. Son estos detalles los que dan vida a las obras, haciendo que el espectador se sienta como si estuviera frente a la criatura en su hábitat natural.
En las pinturas de Dao Van Hoang, la naturaleza no es un fondo borroso. Cada hoja, rama y roca está pintada con un profundo conocimiento de la flora autóctona del hábitat del animal. Él comprende que un animal no puede existir al margen de su entorno. Por lo tanto, recrear con precisión el hábitat es también una forma de honrar la integridad y la frágil conexión del ecosistema.
La perspectiva artística de Dao Van Hoang es sencilla pero poderosa: «Pinto no solo por arte, sino también por conservación. Quiero acercar animales poco conocidos al público para que aprendan sobre ellos, los amen y, así, tomen conciencia de su protección. A menudo, mis pinturas se perciben como realistas. No es un error, pero no son como las ilustraciones científicas, que exigen una precisión absoluta. Simplemente comparto imágenes, pero si alguien las ve, las siente y las ama, quién sabe, quizá también ame a la criatura representada en la pintura. Y cuando amamos algo, queremos preservarlo».
Fuente: https://www.sggp.org.vn/hoa-si-dao-van-hoang-tran-tro-cung-thien-nhien-qua-tung-net-co-post807644.html






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