El último informe sobre el Índice de Desperdicio de Alimentos de las Naciones Unidas muestra que el mundo desperdicia alrededor de una quinta parte de sus alimentos (el equivalente a 1.000 millones de toneladas de alimentos), lo que provoca una pérdida de alrededor de 1 billón de dólares cada año.
Cada día se desperdician más de mil millones de comidas en países pobres y desarrollados, a pesar de que más de 730 millones de personas en todo el mundo padecen hambre. Los hogares son los que más alimentos desperdician, representando aproximadamente el 60 % de los mil millones de toneladas de alimentos que se desechan cada año. Los sistemas alimentarios comerciales también contribuyen significativamente: los servicios de alimentación desperdician el 28 % y el comercio minorista el 12 %.
Estas estadísticas excluyen el 13% de los alimentos que se pierden en la cadena de suministro, desde la cosecha hasta el mercado. Esto suele deberse al descarte de alimentos por deterioro.
En una declaración, la directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen, destacó: «El desperdicio de alimentos es una tragedia mundial. Hoy en día, millones de personas pasan hambre debido al desperdicio de alimentos en todo el mundo».
El informe argumenta que este tipo de desperdicio no solo es moralmente cuestionable, sino también perjudicial para el medio ambiente. Las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del desperdicio de alimentos son cinco veces superiores a las de la industria aeronáutica.
Mientras tanto, pocos países tienen planes para reducir el desperdicio de alimentos, y la mayoría no lo incluye en las propuestas para reducir las emisiones de carbono. Sin embargo, varios países, como el Reino Unido, Australia, Indonesia, México y Sudáfrica, han experimentado reducciones significativas en el desperdicio de alimentos desde 2007. Japón ha reducido su desperdicio de alimentos en casi un tercio, mientras que el Reino Unido lo ha hecho en un 18 %.
Este es el segundo informe sobre el desperdicio mundial de alimentos elaborado por las Naciones Unidas y ofrece la visión más completa del problema hasta la fecha. Según Clementine O'Connor, funcionaria del PNUMA, la verdadera magnitud del problema mundial del desperdicio de alimentos se ha vuelto mucho más clara gracias a las mejoras en la recopilación y el análisis de datos.
Richard Swannell, de WRAP, enfatizó que la cifra de mil millones de comidas era una estimación muy conservadora. En realidad, podría ser mucho mayor. Afirmó que la colaboración entre productores y minoristas había ayudado a reducir el desperdicio y a llevar alimentos a quienes los necesitaban, y que el mundo necesitaba más.
Minh Hoa (reportado por VNA, Hanoi Moi)
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