
Durante generaciones, el pueblo Nung An de Phuc Sen ha sentido un vínculo inseparable con las piedras. En esta tierra montañosa, dondequiera que van, encuentran piedras; hagan lo que hagan, sienten un gran apego por ellas. Al arar los campos, encuentran piedras, las recogen y las colocan en la orilla. Al limpiar los campos, encuentran piedras y las llevan a casa. Con el paso de los años, cada pequeña piedra se recoge y apila formando una cerca alrededor del jardín, bloqueando el viento, protegiendo el suelo, bloqueando caminos y previniendo la erosión. Las cercas de piedra en Phuc Sen no usan cemento ni mortero, solo manos hábiles y buen ojo. La gente sabe elegir qué piedra colocar como cimiento y qué piedra colocar encima para equilibrar, de modo que la pared se mantenga firme durante las estaciones lluviosas y soleadas. Cada cerca es como una obra de arte rústica, construida con el trabajo y la paciencia de los habitantes de la región montañosa. La Sra. Nong Thi Phuong, una anciana de la aldea, recordó: «Antes, cada familia construía su propia cerca. Quien tuviera muchas piedras ayudaba a sus vecinos. Hacer cercas de piedra era resistente y evitaba que los búfalos y las vacas destruyeran los campos. Para sus hijos y nietos, las cercas seguían siendo las mismas».
A lo largo de los pequeños senderos que rodean el pueblo, se pueden ver ondulantes cercas de piedra cubiertas de musgo verde. Algunos tramos de las cercas se curvan a lo largo de la ladera, como un arroyo que conecta una casa con otra. En algunos lugares, las cercas de piedra se utilizan para rodear tumbas, proteger las raíces de los árboles, construir terraplenes para pozos o delimitar campos. Cada vez que se pone el sol, los últimos rayos del día iluminan las cercas de piedra, creando una cálida franja amarilla. En los cementerios del pueblo, las piedras también están presentes con solemnidad. Las tumbas ancestrales están rodeadas de losas de piedra cuidadosamente dispuestas, lo que crea una sensación de durabilidad y solidez.
Hoy en día, la vida moderna se extiende gradualmente a cada pequeño callejón de Phuc Sen. Las cercas de piedra tradicionales también están siendo reemplazadas por muros de ladrillo y cercas de hierro, que son convenientes, rápidas y requieren menos mano de obra. Muchas cercas antiguas están inclinadas y cubiertas de musgo, y ya nadie las repara. Sin embargo, muchos lugareños aún persisten en mantener las antiguas costumbres. Algunas familias también saben cómo combinar la preservación de esta belleza con el desarrollo del turismo comunitario, invitando a los visitantes a experimentar el apilamiento de piedras, escuchar historias sobre el culto a las piedras y caminar entre los callejones cubiertos de musgo.
Frente a muchas casas, todavía se encuentra un "Cự Thạch", una piedra tallada con la forma de un perro guardián, que se cree que aleja el mal y trae paz. El 1 y el 15 del mes lunar, la gente hace pequeñas ofrendas ante el Cự Thạch como forma de expresar gratitud al espíritu guardián.
Fuente: https://nhandan.vn/hon-que-tu-hang-rao-da-phuc-sen-post915723.html
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