Imagen ilustrativa. (Fuente: VNA)
En concreto, el informe indica que 14 de los 16 estadios que albergarán el torneo en Estados Unidos, Canadá y México podrían no cumplir los estándares de seguridad para jugar este año.
Actualmente, todos estos estadios enfrentan un alto riesgo de calor extremo, fuertes lluvias que imposibilitan los partidos e inundaciones.
Hasta la fecha, 13 estadios en la lista para albergar el Mundial de 2026 han registrado al menos un día este verano con temperaturas superiores a los 32°C según el índice de temperatura de globo de bulbo húmedo (WBGT), utilizado por la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) para determinar cuándo los jugadores deben tomar un descanso de beber agua.
Además, 10 estadios registraron al menos un día cada verano con temperaturas de 35 °C, según el índice WBGT. Este es el umbral de temperatura que los climatólogos han identificado como el límite de la adaptación humana a las temperaturas extremas.
Mientras tanto, ciudades como Atlanta, Dallas, Houston, Kansas City, Miami y Monterrey experimentaron temperaturas superiores a 32 °C durante más de dos meses.
Según las previsiones, para 2050, casi el 90 % de los estadios de Norteamérica necesitarán reformas o soluciones para soportar el calor extremo. Además, aproximadamente un tercio de los recintos no tendrán capacidad para cubrir las necesidades de agua durante la temporada de competición.
Al compartir sus pensamientos sobre el impacto del cambio climático en los deportes , el ex campeón de la Copa del Mundo Juan Mata enfatizó que el fútbol ha sido durante mucho tiempo un puente que conecta a las personas y ahora puede servir como un recordatorio de las consecuencias de la crisis climática.
El Mundial de Clubes, celebrado en Estados Unidos del 14 de junio al 13 de julio de este año, es visto como una señal de alerta temprana, con condiciones de juego descritas por los jugadores como "más allá de lo soportable".
Debido al intenso calor y al riesgo de tormentas eléctricas, la FIFA tuvo que ajustar los procedimientos organizativos del evento, añadiendo medidas como descansos cortos, pausas para beber agua entre partidos y proporcionando asientos cubiertos y ventiladores para los jugadores.
Sin embargo, los desafíos del cambio climático no se limitan a los lugares de competición de alto nivel, sino que también están presentes en los campos comunitarios.
En concreto, el campo de fútbol de la ciudad natal del delantero Mo Salah, Egipto, puede soportar más de un mes de calor intenso, lo que lo vuelve inadecuado para celebrar partidos cada año.
Mientras tanto, el campo de fútbol donde el capitán nigeriano William Troost-Ekong jugó cuando era niño corre el riesgo de sufrir 338 días de calor extremo en 2050.
Piers Forster, director del Centro Priestley para el Futuro del Clima en Leeds, advirtió que los desafíos del cambio climático en esta década serán graves y requerirán la implementación de medidas oportunas como trasladar los horarios de los partidos al invierno o celebrar torneos en regiones más frías.
Además, el informe de 96 páginas insta a la industria del fútbol a comprometerse a alcanzar cero emisiones netas para 2040, desarrollar planes creíbles de reducción de emisiones y sugiere que los organizadores de la liga establezcan fondos de adaptación al cambio climático.
Además, una encuesta a más de 3.600 aficionados en los tres países anfitriones (Estados Unidos, Canadá y México) mostró que el 91% quiere que el Mundial de 2026 se convierta en un modelo de desarrollo sostenible.
Según VNA
Fuente: https://baothanhhoa.vn/khu-vuc-bac-my-truc-vien-canh-mat-co-hoi-dang-cai-world-cup-do-bien-doi-khi-hau-261101.htm






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