
Camarada Nguyen Hoa Binh , miembro del Buró Político, subsecretario permanente del Comité del Partido y viceprimer ministro permanente del Gobierno. (Foto: VGP/Nguyen Hoang)
El Portal Electrónico de Información del Gobierno mantuvo un intercambio franco con el camarada Nguyen Hoa Binh, miembro del Politburó , subsecretario permanente del Comité del Partido y viceprimer ministro. A través de la perspectiva de un experto, las cifras, que no se expresan con precisión, cobran vida, con una mentalidad estratégica, la valentía de mirar directamente a la verdad y, sobre todo, un corazón para el pueblo y la nación.
Señor Viceprimer Ministro , al reflexionar sobre el mandato que está a punto de concluir, la opinión pública considera que uno de los logros más destacados del XIII Congreso del Partido fue la exitosa implementación de la revolución de la racionalización organizativa en todo el sistema político. ¿Podría resumir los resultados destacados tras casi un año de funcionamiento del nuevo modelo organizativo?
Viceprimer Ministro Nguyen Hoa Binh: Como han evaluado los periodistas y la opinión pública, la implementación de la Resolución 18 del Comité Central ha supuesto una auténtica revolución organizativa. Se le llama la "reorganización del país". Creo que el término es muy figurativo y preciso. No se trata de una simple integración mecánica de unidades administrativas, sino de una verdadera revolución con numerosos objetivos sin precedentes, que marca un nuevo período histórico y sienta las bases para una era próspera de desarrollo nacional.
He tenido la oportunidad de hablar con numerosos líderes y expertos internacionales, y todos reconocen que no todos los países pueden llevar a cabo esta revolución y, de hecho, no muchos lo han logrado. Tras casi un año de funcionamiento, a pesar de las dificultades iniciales de los "surcos desiguales", podemos afirmar los siguientes 10 logros importantes :
En primer lugar, se ha creado un amplio espacio para el desarrollo económico. La reorganización de las unidades administrativas ha maximizado las fortalezas de cada región económica. Hemos creado ciudades de gran escala, como Ciudad Ho Chi Minh, una megaciudad con una escala económica comparable a la de muchas grandes ciudades del mundo, capaz de competir a nivel internacional. Muchas localidades que antes enfrentaban dificultades debido a la fragmentación del terreno, como las Tierras Altas Centrales, ahora cuentan con zonas costeras tras la reorganización, creando una conexión entre las economías marinas y montañosas. El primer y más importante resultado es la combinación armoniosa de las ventajas de las regiones económicas: las llanuras tienen montañas, la economía marina tiene bosques, optimizando y maximizando así las fortalezas y el espacio de desarrollo del país.
En segundo lugar, debemos reducir drásticamente los intermediarios irrazonables. Hemos eliminado resueltamente las capas de intermediarios que han existido durante muchos años. En realidad, muchos departamentos, oficinas, suboficinas, departamentos generales e incluso agencias a nivel de distrito son esencialmente intermediarios: lugares donde la capacidad para la formulación de políticas es insuficiente y el servicio directo a la población es inadecuado. Por lo tanto, la reducción es esencial. De hecho, recientemente hemos reducido el 46% de las unidades administrativas a nivel provincial (29 provincias), el 100% de las unidades administrativas a nivel de distrito (696 unidades), el 66,9% de las unidades administrativas a nivel comunal (6.714 unidades), todos los departamentos generales 30/30, más de 1.000 departamentos y oficinas, y más de 4.400 suboficinas del mismo nivel, lo que ha mejorado el funcionamiento del sistema.
Hemos eliminado resueltamente los niveles intermedios que han existido durante muchos años. En realidad, muchos departamentos, oficinas, suboficinas, departamentos generales e incluso agencias distritales son esencialmente puntos intermedios, donde la capacidad para la formulación de políticas es insuficiente y el servicio directo a la ciudadanía no es eficaz.
En tercer lugar, el sistema político está organizado científicamente, racionalizado, eficaz y eficiente. Esta revolución no solo se está produciendo dentro del Gobierno, sino que abarca todo el sistema político, desde el Partido, la Asamblea Nacional, las Fuerzas Armadas hasta el Frente de la Patria. Se han fusionado organismos y unidades con funciones y tareas similares para optimizar las operaciones y mejorar la eficiencia. Por ejemplo, el Comité de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Asuntos Exteriores, o el Comité de Movilización de Masas y el Departamento de Propaganda, donde las funciones de propaganda, movilización y movilización popular se superponen, las hemos reorganizado científicamente para evitar duplicaciones y maximizar los recursos.
En cuarto lugar, reducir drásticamente la fuerza laboral y, al mismo tiempo, mejorar su calidad es un objetivo que hemos perseguido durante muchos mandatos, pero el progreso ha sido lento. Ahora, hemos logrado resultados revolucionarios. Mediante esta reestructuración, todo el sistema, desde el nivel central hasta el local, ha reducido aproximadamente 145.000 empleados. Esto crea una valiosa oportunidad para refinar la fuerza laboral; implementar políticas adecuadas; y fomentar la jubilación de quienes tienen problemas de salud, capacidades o edad avanzada. Esto también representa una transición generacional significativa, ya que la generación anterior está dispuesta a dar un paso al costado para dar cabida y oportunidades de desarrollo a cuadros jóvenes, talentosos y con formación académica para que contribuyan y asuman la responsabilidad del desarrollo nacional en la nueva era.
En quinto lugar, hemos ahorrado importantes recursos presupuestarios para invertir en bienestar social. Durante muchos años, quisimos reformar el sistema salarial, pero nos vimos obstaculizados por la engorrosa burocracia y la gran cantidad de personal. La implementación de la Resolución 18 ha simplificado el sistema, con un ahorro estimado de aproximadamente 39 billones de VND en gastos recurrentes anuales. Estos recursos se han movilizado para el bienestar social, brindando una mejor atención a la población. Inmediatamente después de reducir la plantilla, el Politburó decidió utilizar estos recursos, junto con otros recursos del presupuesto estatal, como el aumento de ingresos y ahorros en gastos, para eximir de las tasas de matrícula, construir escuelas en zonas fronterizas y mejorar la capacidad de atención médica. El gasto total en bienestar social durante la última legislatura ha superado el billón de VND, lo que demuestra la superioridad de esta política.
Durante muchos años, hemos querido reformar el sistema salarial, pero nos hemos visto obstaculizados por la engorrosa burocracia y la gran cantidad de personal. La implementación de la Resolución 18 ha simplificado el sistema, con un ahorro estimado de aproximadamente 39 billones de VND en gastos recurrentes anuales. Este recurso se ha destinado al bienestar social, brindando una mejor atención a la población. Inmediatamente después de la reducción de personal, el Politburó decidió utilizar este recurso, junto con otros recursos del presupuesto estatal, como el aumento de ingresos y el ahorro en gastos, para eximir de las tasas de matrícula, construir escuelas en zonas fronterizas y mejorar la capacidad de atención médica.
En sexto lugar, construir un gobierno más cercano a la ciudadanía y servirle mejor es también un noble objetivo de la revolución organizativa. Por primera vez, a nivel de base (comunas y distritos), hemos organizado centros administrativos con equipos modernos y aplicaciones de alta tecnología. Anteriormente, el nivel distrital estaba lejos y el nivel comunal tenía una capacidad limitada. Ahora, hemos incorporado personal profesional a las comunas, lo que ha aumentado las exigencias de la gobernanza local y el servicio público. Como resultado, la capacidad de servicio del gobierno de base ha mejorado significativamente, satisfaciendo mejor las necesidades de la ciudadanía.
Séptimo, crear el impulso necesario para promover la transformación digital. Reorganizar el aparato administrativo es un potente impulso para la transformación digital. Para servir mejor a la ciudadanía y construir un sistema administrativo independiente de las fronteras geográficas, operativo 24/7, la única manera es digitalizarse. Esta es una condición que obliga a todos los niveles de gobierno, desde el central hasta el local, a implementar decisivamente la transformación digital para mejorar la eficiencia en el servicio a la ciudadanía y adaptarse al nuevo modelo de gobernanza.
Octavo, fortalecer la unidad nacional. En la nueva unidad administrativa, integramos las zonas de tierras bajas y altas, las regiones costeras y del delta. Esta estructura crea las condiciones para que las regiones económicamente fuertes compartan recursos y apoyen a las regiones más desfavorecidas. La responsabilidad de la organización del Partido y los gobiernos locales es reducir la brecha de desarrollo, consolidando y fortaleciendo aún más la unidad nacional.
Noveno, fortalecer las capacidades nacionales de defensa y seguridad. El despliegue de policías regulares en las comunas ayuda a evaluar con precisión la situación, resolver conflictos desde la base y proteger la vida pacífica de la población. Simultáneamente, la reorganización de las fuerzas militares según las nuevas unidades administrativas también contribuye a aumentar el potencial de defensa nacional, fortalecer las capacidades defensivas y proteger firmemente la soberanía nacional.
Décimo, mejorar la competitividad nacional. En general, a medida que cada comuna y provincia se fortalezca con una economía más grande y abierta y el apoyo mutuo, se generará una fuerza combinada para toda la economía. La sinergia de la fuerza de las localidades tras la reestructuración es la base para mejorar la posición y la competitividad del país en el ámbito internacional.
Claro que todo comienzo es difícil, y los primeros días de operaciones inevitablemente conllevaron algunos contratiempos y deficiencias. Pero al observar la tendencia general de mejora y el creciente índice de satisfacción de la gente, tenemos motivos para creer en el futuro. Esta es la motivación para seguir esforzándonos, superando desafíos y haciendo que el sistema funcione de forma más fluida y eficiente con el objetivo de servir a la gente y desarrollar el país.

El 30 de junio de 2025, el viceprimer ministro Nguyen Hoa Binh visitó y trabajó con la comuna de Duc Trong (provincia de Lam Dong) en la organización y funcionamiento del Centro de Servicios Administrativos Públicos.
La revolución de la "reorganización del país" fue una tarea muy difícil. Sin embargo, esta vez se llevó a cabo desde el gobierno central hasta el nivel local en un corto período. Para resolver este problema complejo, delicado y sin precedentes en tan poco tiempo, ¿cómo superamos nuestras propias limitaciones? ¿Y qué lecciones podemos aprender?
Viceprimer Ministro Nguyen Hoa Binh: Es una buena pregunta que aborda nuestras preocupaciones más urgentes. Este éxito no fue algo natural; se logró con trabajo duro, dedicación e incluso sacrificando intereses personales. De esta ardua y ardua experiencia, se han extraído diez lecciones importantes que serán útiles no solo para la implementación de esta política, sino también para muchas otras.
En primer lugar, debemos tener pensamiento estratégico y visión de futuro. Llevar a cabo una revolución de esta magnitud requiere una visión y un pensamiento superiores; debemos tener la valentía de desechar los viejos modelos. En realidad, estos, si bien en su momento fueron eficaces, han revelado deficiencias en la nueva era. Por lo tanto, necesitamos una mentalidad de gobierno integral, innovadora y a largo plazo para implementarla con éxito.
En segundo lugar, los intereses del país y del pueblo deben anteponerse a todo. Al formular políticas importantes, este es el principio supremo. Esta lección, aunque no es nueva, es sumamente significativa en este contexto. Todos sentimos afecto por nuestra patria, todos anhelamos que nuestra patria se convierta en una zona urbana central y todos deseamos conservar los nombres de nuestras comunas, distritos y provincias. Pero si no priorizamos el bien común, si no vemos el bien común del país, no podremos tener éxito. Debemos hacer del servicio al pueblo el enfoque central y la referencia del éxito para organizar un aparato de gobierno verdaderamente cercano y al servicio del pueblo, como lo tenemos hoy.
Priorizar los intereses del país y del pueblo. Al formular políticas importantes, este es el principio supremo. Esta lección, aunque no es nueva, es sumamente significativa en este contexto. Todos sentimos afecto por nuestra patria, todos anhelamos que nuestra patria se convierta en una zona urbana central y todos queremos conservar el nombre de nuestra comuna, distrito y provincia. Pero si no priorizamos el panorama general, si no vemos el bien común del país, no podremos tener éxito. Debemos hacer del servicio al pueblo el eje central y la referencia del éxito para organizar un aparato gubernamental verdaderamente cercano y al servicio del pueblo, como el que tenemos hoy.
En tercer lugar, debemos ser realistas, afrontar nuestras limitaciones con franqueza y superarlas con valentía. Nuestra estructura organizativa ha existido durante 70 u 80 años y ha sido eficaz en el pasado. Sin embargo, al entrar en una nueva fase, se han hecho evidentes muchas deficiencias. Por ejemplo, existen tareas con dos o tres agencias que comparten las mismas funciones y responsabilidades; muchas estructuras organizativas son esencialmente intermediarias, lo que crea capas adicionales de burocracia. La gran cantidad de departamentos generales, divisiones y oficinas engorda el sistema. Por lo tanto, la lección es que debemos identificar y afrontar con valentía estos desafíos y limitaciones, y eliminarlos con valentía para tener éxito. Si continuamos siendo vacilantes, evasivos y centrados en intereses personales estrechos, será muy difícil superar las debilidades que han persistido durante muchos años.
En cuarto lugar, debe haber una gran determinación política y una acción decisiva. Para llevar a cabo una revolución que no todos los países pueden lograr, la gran determinación debe comenzar con los órganos de poder más importantes: el Comité Central, el Politburó, la Asamblea Nacional, el Gobierno... La acción debe ser verdaderamente decisiva; la vacilación, la deliberación y el cálculo conducirán a la pérdida de oportunidades. Durante el período de mayor actividad, el Politburó y el Gobierno se reunían semanalmente para revisar el trabajo e impulsar su implementación. Este enfoque era novedoso: trabajar de arriba abajo, el Comité Central dando ejemplo a los de abajo y la participación de todo el sistema político. Esto ha superado la antigua limitación de "políticas correctas pero implementación deficiente".
En quinto lugar, debemos promover la fuerza de la unidad nacional y crear un consenso generalizado. Ante tareas difíciles y delicadas, la lección más importante es mantener la unidad dentro del Partido, el sistema político y el pueblo. Debemos compartir la responsabilidad. En realidad, esta política ha recibido un apoyo abrumador del pueblo desde su inicio. Se puede decir que la revolución ha reafirmado la confianza del pueblo en el Partido; el pueblo tiene una gran confianza y lo apoya incondicionalmente.
Sexto, aferrarse estrictamente al liderazgo y la disciplina del Partido. Una vez establecida una política correcta, debe implementarse estrictamente, actuando y hablando conforme a la Resolución y la ley. Los líderes suelen decir: "Una orden, todos responden". Si cada lugar actúa de forma independiente, sin avanzar en la misma dirección, el fracaso será inevitable. Por lo tanto, aferrarse a la disciplina del Partido para asegurar el progreso y completar las tareas a tiempo es una lección aprendida con esfuerzo.
Una vez establecida una política sólida, debe implementarse estrictamente, con palabras y acciones acordes con la Resolución y la ley. Los líderes suelen decir: «Una orden, todos responden». Si cada lugar actúa de forma independiente, sin avanzar en la misma dirección, fracasará.
Séptimo, realizar un buen trabajo en ideología política y comunicación. Esta revolución afecta a la gente, a cada funcionario, servidor público y ciudadano. La fusión cambia los nombres de aldeas y comunas, alarga los desplazamientos y tiene un impacto directo en la vida de las personas. Por lo tanto, el trabajo ideológico debe ser prioritario para generar entendimiento y compartir desde el Partido hacia la gente. Los cuadros y militantes del Partido deben comprender que trabajar es un deber, y retirarse para optimizar el sistema también lo es. Un buen trabajo ideológico es esencial para generar consenso. En el desempeño de esta tarea, la prensa y los medios de comunicación han desempeñado un papel fundamental.
En octavo lugar, debe existir una política para atraer y retener a personas con talento. La racionalización del aparato administrativo, a pesar de la gran cantidad de personal, requiere que, al tiempo que disminuye el tamaño del aparato, aumente la capacidad y la calidad de la fuerza laboral. Por lo tanto, junto con la reducción de la plantilla, debe existir una política para atraer y seleccionar a personas con talento y espíritu de dedicación. En última instancia, las personas siguen siendo el factor decisivo para la eficacia del aparato gubernamental. Como enseñaron los antiguos, «Las personas con talento son el alma de la nación», para contar con personas con talento, debemos revitalizar la educación y contar con políticas que valoren y retengan a las personas verdaderamente talentosas.
Noveno, el perfeccionamiento de las instituciones y las leyes debe preceder y allanar el camino. Las políticas del Partido deben institucionalizarse de inmediato mediante la legislación. La Asamblea Nacional ha reformado la Constitución, las Leyes de Organización de la Asamblea Nacional, del Gobierno y de los gobiernos locales... El Gobierno ha redactado una serie de decretos. Este sistema legal crea un marco jurídico sólido para que la revolución se desarrolle en el marco de un Estado de derecho. El progreso institucional también facilita la asignación de recursos para su implementación. Si bien el funcionamiento inicial del nuevo sistema puede no ser perfecto de inmediato, aceptamos esa realidad y lo mejoramos continuamente para adaptarlo mejor a la realidad práctica.
Décimo, invertir recursos de forma adecuada y estratégica. Proyectos de gran envergadura como este requieren recursos considerables, pero es crucial saber dónde invertir. La lección es priorizar, invirtiendo de forma científica y sistemática en áreas claramente definidas. Una de esas prioridades es invertir en infraestructura digital para construir una sociedad y un gobierno digitales. Gracias a esta inversión focalizada, hemos logrado resultados impresionantes: la mayoría de los trámites administrativos se han gestionado digitalmente. Este es un gran avance en la construcción de un gobierno electrónico y en un mejor servicio a la ciudadanía.

El 30 de junio de 2025, el viceprimer ministro Nguyen Hoa Binh visitó y trabajó con la comuna de Duc Trong (provincia de Lam Dong) en la organización y funcionamiento del Centro de Servicios Administrativos Públicos.
El XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam enfrentó numerosas dificultades y desafíos, pero los superamos y logramos éxitos sin precedentes. Estos resultados fueron posibles gracias al liderazgo y la guía decididos y sabios del Partido. Como miembro del Politburó, ¿podría el Viceprimer Ministro Permanente explicar cómo se demostró el liderazgo del Partido en la creación de consenso y la difusión de ese espíritu de determinación en todo el sistema político y la sociedad para lograr este éxito?
Viceprimer Ministro Nguyen Hoa Binh: Estoy totalmente de acuerdo y comparto profundamente esta evaluación. Como alguien directamente involucrado en la toma de decisiones del Comité Central y el Politburó durante este turbulento mandato, comprendo profundamente que todas las victorias de la revolución vietnamita, desde las gloriosas victorias históricas hasta los logros revolucionarios de hoy, se originaron en el sabio y hábil liderazgo del Partido.
El "papel dirigente" del Partido durante este período histórico se demuestra claramente en tres aspectos centrales:
En primer lugar, en cuanto al pensamiento y la dirección: el Partido ha demostrado una visión estratégica superior, acorde con la altura de los tiempos. Para preparar al país para una "nueva era" —una era de progreso nacional—, el Partido no se ha limitado a abordar los problemas inmediatos. Ha realizado cambios significativos en su pensamiento, acercándose a los niveles avanzados de gobernanza del mundo. La reciente decisión de implementar una revolución en la estructura organizativa es la prueba más clara de ello. Es la culminación de un pensamiento innovador, la osadía de confrontar la verdad y la valiente eliminación de prácticas obsoletas y retrógradas para construir un futuro próspero. Sin la visión de futuro y la firme determinación política del Partido, difícilmente habríamos podido formular políticas tan históricamente significativas e innovadoras.
El Partido ha demostrado una visión estratégica superior, acorde con los tiempos. Para preparar al país para una "nueva era" —una era de resurgimiento nacional—, el Partido no se ha limitado a abordar los problemas inmediatos. Ha realizado cambios significativos en su pensamiento, acercándose a los niveles avanzados de gobernanza que se observan a nivel mundial. La reciente decisión de implementar una revolución en la estructura organizativa es la prueba más clara de ello.
En segundo lugar, en cuanto a los métodos de implementación y los nuevos elementos, este es un punto culminante de este mandato. El papel fundamental del Partido no reside solo en emitir resoluciones acertadas, sino también en la acción decisiva, "acompañando las palabras con los hechos". Hemos presenciado un cambio fundamental de enfoque: el Comité Central da el ejemplo, y todos los niveles lo siguen, garantizando la minuciosidad en cada paso. El amplio impacto social y el consenso alcanzados recientemente se deben a la decisión y al liderazgo ejemplar del Comité Central, el Politburó y el Secretariado. En particular, no podemos dejar de mencionar el papel del Secretario General To Lam, el "arquitecto principal" que ha inspirado, guiado y mantenido firmemente la llama de la determinación en todo el sistema.
En tercer lugar, se requiere una determinación inquebrantable. Ante las dificultades y los desafíos , el contexto actual exige que el liderazgo del Partido se reafirme con más fuerza que nunca. No solo nos vemos presionados a alcanzar un crecimiento de dos dígitos para hacer realidad la aspiración de un "pueblo rico, una nación fuerte", liderando al país hacia un desarrollo próspero y poderoso, y garantizando el bienestar y la felicidad de la población; sino que también nos enfrentamos constante y continuamente a situaciones inesperadas en un mundo volátil e impredecible. Estas incluyen desastres naturales extremos, epidemias sin precedentes y cambios políticos globales rápidos e impredecibles.
Todos estos factores impactan directamente, día tras día, en cada aspecto de la vida política y social del país, creando una urgente necesidad de que el liderazgo del Partido sea verdaderamente firme. La serenidad, la sabiduría y la decisión del Partido son la base de una confianza inquebrantable, que ayuda a unir al pueblo y a transformar los desafíos en oportunidades. El Partido es verdaderamente el timonel competente, el núcleo decisivo de todas las victorias, guiando al país a través de obstáculos y desafíos para avanzar con confianza y elevarse hacia una nueva era.
¡Muchas gracias, señor Viceprimer Ministro, por esta significativa conversación!
Nguyen Hoang (compilado)
baochinhphu.vn
Fuente: https://nhandan.vn/sap-xep-lai-giang-son-cuoc-cach-mang-tu-y-dang-den-long-dan-va-khat-vong-ve-ky-nguyen-vuon-minh-post929716.html






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