La enfermedad del hígado graso plantea un problema de salud pública cada vez mayor, ya que tiene el potencial de progresar a cirrosis y otras complicaciones hepáticas graves, según el sitio de noticias de investigación Research Gate.
Por lo tanto, es importante detectar y controlar los factores de riesgo de la cirrosis para prevenirla.
Beber 2 tazas de café al día puede ayudar a los pacientes con enfermedad del hígado graso a reducir significativamente el riesgo de cirrosis.
Aunque el café tiene posibles efectos hepatoprotectores, hay poca evidencia sobre qué cantidad de café es mejor beber para prevenir la progresión de la cirrosis en pacientes con enfermedad del hígado graso.
Por ello, científicos de la Universidad Eulji y la Universidad Hanyang (Corea) quieren encontrar la mejor cantidad de consumo de café para ayudar a los pacientes con enfermedad del hígado graso a limitar el daño hepático.
Estudiaron los efectos del consumo de café sobre el hígado graso y la cirrosis avanzada en 1.326 pacientes con hígado graso y 5.266 participantes sin hígado graso, de entre 40 y 69 años al inicio del estudio.
Los participantes fueron clasificados según su consumo de café como: Sin café; Beben café pero menos de 1 taza por día; Beben 1 taza de café pero menos de 2 tazas por día; Beben 2 tazas de café por día.
La enfermedad del hígado graso puede progresar a cirrosis y otras complicaciones hepáticas graves.
Durante una mediana de seguimiento de 11,6 años para pacientes con enfermedad del hígado graso y de 15,7 años para aquellos con cirrosis avanzada, se registraron 2298 nuevos casos de enfermedad del hígado graso. Al mismo tiempo, entre los pacientes con enfermedad del hígado graso, se registraron 207 casos de cirrosis avanzada.
Como resultado, se descubrió que beber café ayuda a los pacientes con enfermedad del hígado graso a prevenir la progresión a la cirrosis.
En particular, los investigadores descubrieron que beber dos tazas de café al día era lo mejor para los pacientes con enfermedad del hígado graso para reducir significativamente el riesgo de desarrollar cirrosis avanzada, según Research Gate .
Esto sugiere un posible efecto hepatoprotector del café, especialmente en la prevención de la progresión de la cirrosis en pacientes con hígado graso. Estos hallazgos sugieren que el consumo de café podría ser una forma eficaz de ayudar a los pacientes con hígado graso a reducir el riesgo de progresión a cirrosis.
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