Muchos países refuerzan la protección de la producción de acero.
Recientemente, la mayoría de los países han aplicado políticas para limitar la importación de productos de acero mediante medidas antidumping, antisubvenciones, lucha contra el fraude de origen o limitando la cantidad de importación anual...
Las empresas siderúrgicas nacionales sufren pérdidas y reducen su producción.
Más recientemente, a finales de 2022, la Comisión Europea consideró la posibilidad de imponer aranceles antisubvenciones a las importaciones de acero procedentes de productores de India, Argelia, Turquía y Vietnam. El motivo es que las acerías del sudeste asiático e India han sido los principales proveedores de bobina laminada en caliente (BLC) a la UE durante el último año, y la cuota de mercado de importación de BLC del bloque aumentó hasta el 46 %, frente al 38 % en 2021.
Por lo tanto, las acerías de Japón y Asia han sido más cautelosas al exportar acero laminado en caliente HRC a la UE debido a la preocupación por la posible introducción de medidas de defensa comercial por parte de la UE. Anteriormente, la UE también incluyó a Vietnam en el grupo de países que aplicaban cuotas de importación de 2,1 millones de toneladas de acero galvanizado en caliente HDG desde el 1 de julio de 2021 hasta el 30 de junio de 2022, con un incremento del 4 % en los dos años siguientes. Asimismo, el acero laminado en frío de Vietnam, si utiliza acero laminado en caliente importado de Taiwán y Corea del Sur, al exportarse al mercado estadounidense, estará sujeto a derechos antidumping y antisubvenciones que suman más del 450 %. De manera similar, los productos de acero galvanizado están sujetos a estos dos impuestos, que suman casi el 240 %.
No solo Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y México han impuesto aranceles muy elevados a los productos de acero importados, sino también otros países de la ASEAN y de Asia. Además de aplicar políticas fiscales, muchos países han establecido estrictas barreras técnicas para limitar la cantidad de acero importado a su mercado interno.
Por ejemplo, para exportar acero a Indonesia, los productos deben contar con la certificación SNI, la Norma Nacional Indonesia. Los fabricantes extranjeros que soliciten la certificación SNI deben registrarse a través de un representante (empresa o persona física) en Indonesia. Este representante estará autorizado para actuar en nombre del fabricante extranjero durante el proceso de solicitud de la certificación SNI. La certificación SNI se otorga tras evaluar el proceso de producción, auditar el sistema de gestión correspondiente y supervisar las pruebas realizadas en la fábrica o en el mercado.
Además, tras obtener el certificado SNI, las empresas deben solicitar una licencia para usar la etiqueta SNI. Posteriormente, las mercancías importadas que, según la normativa, deben contar con la certificación SNI, deberán someterse a un control mediante el código NPB, es decir, mediante la obtención de un certificado de conformidad emitido por un organismo de evaluación de la conformidad específico.
Muchas empresas afirmaron que solicitar la documentación para exportar acero a numerosos países es un proceso arduo, sujeto a criterios y regulaciones estrictas. En Vietnam, datos publicados por el Ministerio de Finanzas indican que las estadísticas del Departamento General de Aduanas muestran que el acero laminado en caliente del grupo 72.08 alcanzó los 5,3 millones de toneladas en 2018, con un volumen total de importaciones de aproximadamente 3.090 millones de dólares. De este total, el 88% está sujeto al tipo impositivo preferencial del 0%, como ocurre con los productos de acero laminado en caliente importados de China.
En Vietnam, en 2019, el Ministerio de Finanzas propuso un proyecto de ley para aumentar el impuesto sobre los productos laminados en caliente (grupo 72.08) al 5%, en lugar del 0% actual. El Ministerio justificó este aumento impositivo argumentando que la guerra comercial entre Estados Unidos y China genera preocupación ante la posibilidad de que el acero chino barato inunde Vietnam, provocando una fuerte caída de los precios del acero en el mercado.
Citando un informe de la Asociación del Acero, el Ministerio de Finanzas indicó que la demanda interna de acero laminado en caliente es de aproximadamente 10 millones de toneladas anuales. La capacidad de producción nacional en 2018 solo cubrió cerca del 50% de la demanda (se espera que alcance el 70% para finales de 2019). Dado que el país ya ha producido diversos productos de acero laminado en caliente y la capacidad de producción nacional ha cubierto aproximadamente el 50% de la demanda interna y de exportación, el Ministerio de Finanzas propuso aumentar el arancel preferencial de importación NMF para los productos de acero laminado en caliente del grupo 72.08 del 0% al 5%. Los productos de acero laminado en caliente son materia prima para la producción de acero laminado en frío y acero prepintado, con una tasa impositiva básica del 5% al 25%, lo cual es coherente con el principio de incremento del arancel de importación desde las materias primas hasta los productos terminados. Sin embargo, esta propuesta no se implementó. Y el acero importado en general, y el acero procedente de China en particular, sigue fluyendo hacia el mercado interno.
Aplicar múltiples soluciones apropiadas
Vietnam también ha comenzado a considerar la aplicación de medidas de defensa comercial a algunos productos siderúrgicos importados, como palanquillas, bobinas y alambre de acero, procedentes de ciertos países y territorios. Asimismo, Vietnam incrementó el impuesto a la importación de barras y varillas de acero aleado del 0% al 10%. Esto se debe a que las bobinas de acero que contienen boro (para endurecer el acero) procedentes de China se declaran como acero aleado para beneficiarse de un impuesto de importación del 0%, en lugar del tipo impositivo habitual del 12% aplicable a las bobinas de acero utilizadas en la construcción.
Muchas empresas afirmaron que las políticas fiscales mencionadas han contribuido a reducir la entrada de acero extranjero a Vietnam, a disminuir el fraude comercial y a proteger a los consumidores nacionales de la compra de productos de mala calidad. Por lo tanto, es necesario seguir aplicando políticas fiscales o barreras técnicas, que incluso podrían ser más estrictas en un futuro próximo.
Según el economista Dinh Trong Thinh, la propuesta anterior del Ministerio de Finanzas era acertada, ya que el aumento considerable de las importaciones podría tener un impacto significativo en la producción nacional. Dicha propuesta buscaba proteger a las empresas manufactureras nacionales y garantizar una competencia leal con los productos importados. En cuanto a la imposición de aranceles de defensa comercial a los productos originarios de cada país, se requiere una investigación específica para determinar en qué medida el volumen de importaciones representa una amenaza para la industria manufacturera nacional. Además de las medidas fiscales, las barreras técnicas también constituyen una solución que podría considerarse si se estima necesaria para proteger tanto a las empresas manufactureras como a los consumidores, evitando así la saturación del mercado con productos de baja calidad.
Mientras tanto, el Dr. Nguyen Quoc Viet, subdirector del Instituto de Investigación Económica y Política de Vietnam (VEPR) de la Universidad de Economía (Universidad Nacional de Vietnam, Hanói), afirmó que la consideración de soluciones fiscales debe garantizar el cumplimiento de los acuerdos de libre comercio en los que Vietnam participa. Sin embargo, las agencias de gestión estatal deben prestar atención para evitar que Vietnam se convierta en un punto de tránsito para mercancías de otros países mediante la falsificación de su origen para su exportación a terceros países. Esto exige regulaciones claras y un control estricto sobre la emisión de certificados de origen de productos vietnamitas. Asimismo, es necesario revisar las regulaciones técnicas pertinentes, pero lo más importante es su implementación y supervisión. Según el Dr. Viet, Vietnam aún presenta numerosos casos de omisión grave, lo que provoca que muchos productos importados lleguen al mercado sin cumplir con los estándares de calidad y con riesgo de fraude comercial, a pesar de que las regulaciones y normas técnicas son completas y cumplen con los estándares internacionales .
Según datos del Grupo SUMEC (China), Vietnam fue el segundo mayor mercado para las importaciones de acero chino en 2022. La bobina laminada en caliente (HRC) fue el principal producto de exportación de China a Vietnam, con un volumen de 3 millones de toneladas, lo que representa el 25 % de la producción total de exportación de HRC del país. La diferencia de precio promedio entre los productos chinos de HRC y los del sudeste asiático fue de 25 USD/tonelada, lo que indica que las ganancias por exportación superaron las ventas en el mercado interno. Sin embargo, debido a la baja demanda de acero en China, se prevé un aumento de las exportaciones en 2023. Por lo tanto, es probable que la cantidad de HRC importada a Vietnam desde China con un arancel del 0 % continúe en aumento.
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