Los espectadores del vídeo de un coche arrastrando una motocicleta de la policía de tráfico, con chispas saltando en la carretera en Bac Giang, quedaron horrorizados. El conductor fue tan imprudente que no tuvo en cuenta la vida de los demás.
El incidente ocurrió la noche del 24 de enero de 2024, cuando un grupo de trabajo de la Policía del Distrito de Tan Uyen (provincia de Bac Giang) detuvo una camioneta para una inspección. El conductor del vehículo no obedeció, sino que aceleró y pasó el puesto de control, chocando contra una motocicleta policial y arrastrándola por la carretera.
A la tarde siguiente, Ha Quang Tung se presentó en la comisaría del distrito de Tan Yen. Tung confesó haber bebido alcohol (unas cinco copas al mediodía de ese día, lo que provocó el incidente).
Previamente, alrededor de las 20:00 del 21 de enero, un grupo de trabajo de la Policía de Tránsito - Equipo de Orden Público de la Policía de la Ciudad de Vinh (Provincia de Nghe An ) indicó a un vehículo que se detuviera, pero el conductor no obedeció y dio la vuelta, circulando en dirección contraria por la calle Tran Phu. La policía se acercó y le indicó al vehículo que se detuviera, pero el conductor chocó contra el agente que iba delante. Los resultados de la prueba de alcoholemia mostraron que el conductor D superó el nivel de 0,399 mg/L en el aliento.
El 7 de enero, en Hanói , un conductor atropelló al Capitán NVT para evitar una prueba de alcoholemia. El Capitán T sufrió un traumatismo craneoencefálico.
Son numerosos los casos de coches y motos que chocan contra la policía de tráfico cuando se le indica que debe parar para realizar una prueba de alcoholemia.
Quienes embisten a la policía de tránsito, por no hablar de resistirse a los agentes, ponen en peligro la vida de los agentes. El acto ya se ha consumado, el autor tiene la voluntad y la capacidad, y que las consecuencias sean fatales o no depende de otros factores. Por ejemplo, el capitán NVT tuvo suerte de sufrir una lesión cerebral traumática; de lo contrario, podría haber perdido la vida.
¿Por qué tanta gente se atreve a chocar con la policía de tránsito? Es fácil de explicar: están borrachos. En ese momento, la sangre de los "héroes de paja" brota, y creen que el cielo es el límite. Quienes están borrachos, si no chocan con la policía de tránsito, conducirán como locos, provocando accidentes. Cuando se les pasa la borrachera, ven las consecuencias, y es demasiado tarde para arrepentirse.
Por lo tanto, los casos de conducción en estado de ebriedad deben ser castigados con severidad, sin indulgencia, independientemente de quién sea el infractor o su cargo. De hecho, cuanto más alto sea el cargo, más estrictamente debe cumplirse la ley para dar ejemplo.
En cuanto a quienes chocan con la policía de tránsito, se debe iniciar un proceso penal si existen pruebas suficientes. No debemos esperar a que los policías resulten heridos o mueran para procesarlos, sino considerar ese acto como una amenaza intencional para la vida de otras personas.
Sólo un castigo estricto por ley puede eliminar el alcoholismo.
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