Tras la 13ª ronda de sanciones contra Moscú, la Comisión Europea (CE) estaría preparando el próximo paquete de sanciones, prometiendo incluir medidas sectoriales específicas y tener un impacto mucho mayor en la economía rusa.
La semana pasada, la Unión Europea (UE) aprobó el último paquete de sanciones contra Rusia y deliberadamente lo hizo entrar en vigor el 24 de febrero, fecha que marca el segundo aniversario del lanzamiento de la "operación militar especial" por parte del presidente Vladimir Putin en Ucrania.
Las últimas restricciones de la UE se centran casi por completo en acabar con la elusión de las sanciones y apuntan a empresas de todo el mundo (incluidas entidades de China, Turquía y Corea del Norte) acusadas de suministrar a Rusia tecnología avanzada y productos militares fabricados en la UE, en particular componentes para drones.
Sin embargo, no se incluyeron restricciones más estrictas al aluminio ruso en el decimotercer paquete de sanciones debido a que el tema sigue generando controversia. La pregunta es si, en el próximo paquete de sanciones que prepara la CE, se prohibirá totalmente el aluminio ruso, dado que la UE considera este metal una de sus materias primas más cruciales.
Aún no ha sido prohibido por completo...
La facción de los "cometas fresa" dentro del bloque –integrada por Estonia, Letonia, Lituania y Polonia– ha estado presionando recientemente para que se prohíban tanto la importación como la exportación de este metal.
"Las importaciones europeas de aluminio no sólo financian la economía de guerra de Rusia, sino que también benefician a los oligarcas y a las empresas estatales respaldadas por el Kremlin", señalaron funcionarios de los cuatro países en un documento al que tuvo acceso RFE/RL.
Según Politico EU, incluso dos años después de la invasión rusa de Ucrania, Europa aún compra el 9% de sus importaciones de aluminio a Rusia, por un valor de 2.300 millones de euros (2.500 millones de dólares) anuales. El bloque también exporta diversos productos de aluminio a Rusia, valorados en unos 190 millones de euros.
Las únicas sanciones que el bloque ha impuesto en este ámbito son una prohibición muy específica y selectiva de las importaciones de alambre, papel, tubos y tuberías de aluminio fabricados en Rusia. Esto deja intacto hasta la fecha el 85 % del sector del aluminio, incluidas las lucrativas industrias de la construcción y la automoción.
Una pila de tochos de aluminio en la fundición de aluminio Khakas, operada por United Co. Rusal, en Sayanogorsk, Rusia. Foto: Bloomberg.
Sin embargo, esta situación podría cambiar, ya que la industria europea del aluminio ahora exige nuevas sanciones contra Rusia. Representantes de la industria europea del aluminio en Bruselas han argumentado que, por razones éticas, no se puede continuar con las operaciones habituales con Rusia.
Pero también existen razones económicas de peso. Ante los altos costos de la energía y la competencia barata del exterior, los productores de metales de uso generalizado en Europa esperan que las sanciones contra Rusia —que sigue siendo el tercer mayor productor mundial de aluminio— les ofrezcan cierto alivio.
Desde el otoño pasado, la asociación de productores de aluminio de la UE ha sostenido que Bruselas debería cortar por completo las importaciones procedentes de Rusia, aunque también ha afirmado que los productores europeos han acelerado el proceso de "desintoxicación" del aluminio ruso.
Antes de que estallara el conflicto en febrero de 2022, las importaciones de aluminio de Rusia representaban más del 30 % de las importaciones totales de la UE. Actualmente, el aluminio ruso representa solo alrededor del 8 % de las importaciones del bloque. Al depender menos de Moscú, sufrirán menos daños si Rusia es objeto de sanciones.
El aluminio también es bastante diferente de otras materias primas, como el uranio, mucho más raro, que se utiliza en la industria nuclear. El aluminio está fácilmente disponible, se produce en todo el mundo y se transporta con facilidad.
Dado que ahora la UE produce más aluminio e importa de nuevos socios en Islandia, Mozambique y Noruega, la oferta supera con creces la demanda.
…Eso no significa que serás "inmune".
Aún quedan algunos problemas por resolver. Si bien la dependencia del aluminio ruso ha disminuido en general en toda la UE, algunos Estados miembros, especialmente Grecia, siguen dependiendo de Moscú para la mayor parte de sus importaciones de este metal. Y, como siempre ocurre con las sanciones, para su aprobación se requiere el consenso de los 27 Estados miembros de la UE.
Los funcionarios de la CE afirmaron que hay tres áreas que Bruselas, en principio, no sancionaría: alimentos, medicamentos y equipos médicos, y materias primas críticas. La UE clasifica el aluminio como materia prima crítica, a pesar de su abundancia en el mercado.
La CE también es consciente de otro obstáculo. Si se imponen sanciones extensivas al aluminio, algunos Estados miembros podrían solicitar exenciones. Grecia sería un claro candidato.
Esto es lo que sucedió cuando la UE impuso sanciones a las importaciones de acero de Rusia en 2023. Varios estados miembros de la UE obtuvieron exenciones que les permitieron eludir estas medidas hasta 2028, distorsionando el mercado único interno del bloque y dando a esos países una ventaja competitiva.
En la industria siderúrgica, existen certificados de origen que identifican el país de origen de la aleación y su lugar de producción. Lo que preocupa a la UE es que no existe un sistema similar para la industria del aluminio, lo que facilita a Moscú eludir las sanciones. Se podría crear un sistema similar al del acero para el aluminio, pero su eficacia podría requerir un esfuerzo global sostenido, lo cual podría llevar tiempo.
Las futuras sanciones en este ámbito también dependerán de la cooperación y coordinación entre la UE y EE. UU. La Casa Blanca no ha impuesto sanciones contra el aluminio ruso, pero ha impuesto un arancel del 200 % al metal. Washington y Bruselas también podrían imponer sanciones a RUSAL, el gigante estatal ruso productor de aluminio.
Estados Unidos ya ha puesto en la mira a la empresa. En 2018, la Casa Blanca impuso sanciones al entonces director de la compañía, el magnate Oleg Deripaska, y a todos sus negocios. Aunque estas medidas se levantaron un año después, esto demuestra que el aluminio no es inmune a las sanciones occidentales.
Con Deripaska en la "lista negra" de la UE desde abril de 2022 por supuestamente brindar apoyo económico a la guerra de Rusia en Ucrania, algunos funcionarios de la UE creen que todavía hay margen para ir más allá con sanciones integrales dirigidas al aluminio ruso .
Minh Duc (según RFE/RL, Politico EU)
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