Kylian Mbappé, la joya de la corona del fútbol moderno, ha grabado su nombre en la historia con sus deslumbrantes actuaciones a nivel internacional , conquistando el corazón de todos en dos Mundiales. Sin embargo, la carrera del delantero francés a nivel de clubes presenta un panorama incompleto.
Los goles espectaculares, el regate mágico y su papel irremplazable con la camiseta azulgrana no ocultan que Mbappé sigue en camino de conquistar los títulos más prestigiosos a nivel de clubes, especialmente la Copa de Plata de la Champions League y el prestigioso Balón de Oro. Con su talento natural, Mbappé se enfrenta ahora al punto de inflexión más importante de su carrera: cambiar para adaptarse o aceptar perder grandes oportunidades que se le presentan.
Preguntas sin respuesta
Durante su etapa en el PSG, Mbappé se convirtió, sin duda, en el alma del equipo. Goles constantes y momentos explosivos ayudaron al club del Parque de los Príncipes a dominar la Ligue 1 por completo. Sin embargo, el sueño de conquistar Europa sigue siendo una preocupación. Aunque no se puede culpar completamente a Mbappé por la falta de títulos de la Champions League del PSG, nadie puede negar que su talento merece brillar en un escenario más grande y competitivo.
El verano pasado, Mbappé tomó la histórica decisión de dejar París para unirse al Real Madrid, el gigante español con una gloriosa historia en el fútbol europeo. En el Bernabéu, trajo consigo la esperanza de un nuevo reto, un entorno que podría ayudarle a alcanzar cotas que no había podido alcanzar en el PSG.
La primera temporada de Mbappé en el Madrid no ha sido un fracaso, con 33 goles en 50 partidos, una cifra nada mala. Sin embargo, el hecho de que el Real Madrid esté perdiendo fuerza en la lucha por el título de La Liga contra el Barcelona y afrontando ciertas dificultades en la Champions League genera dudas. ¿Es realmente el PSG el "grillete" que frena la carrera de Mbappé, o su estilo de juego está creando barreras para el equipo?
Desde la marcha de Mbappé, el PSG, bajo la dirección de Luis Enrique, ha experimentado una transformación increíble. Se ha convertido en un equipo cohesionado, presionando con fuerza, coordinándose bien y fomentando la disciplina defensiva.
El Real Madrid de Mbappé quedó eliminado en cuartos de final de la Champions League. |
El PSG ya no es un equipo unipersonal, sino que ha recuperado un estilo de juego colectivo inteligente y efectivo, donde cada individuo contribuye al éxito general. El Real Madrid, por otro lado, tiene dificultades para construir una plantilla cohesionada, teniendo que encontrar la manera de equilibrar las personalidades y los talentos excepcionales de Mbappé, Vinicius Jr., Jude Bellingham y Rodrygo.
La falta de cohesión en el juego del Real Madrid quedó patente en su derrota ante el Arsenal en la Champions League. El estilo de juego fluido de Carlo Ancelotti, antes una de sus virtudes, se ha vuelto desorganizado e ineficaz. Mbappé, a pesar de sus magníficas cualidades ofensivas, ha tenido dificultades para integrarse en el sistema como se esperaba.
La temporada de Mbappé en el Real Madrid guarda un sorprendente parecido con el regreso de Cristiano Ronaldo al Manchester United. Ronaldo marcó 23 goles esa temporada, y Mbappé no se ha quedado atrás con 33 esta temporada. Sin embargo, se ha producido una paradoja: a pesar de las impresionantes estadísticas de las dos superestrellas, tanto el Manchester United como el Real Madrid han terminado peor que antes de su regreso.
A ambos equipos les faltó conexión en su juego, y las aportaciones creativas de Mbappé, al igual que las de Ronaldo, parecían aisladas. Con solo cuatro asistencias esta temporada, la capacidad de Mbappé para generar ocasiones de gol para sus compañeros ha sido preocupantemente limitada.
El cuello de botella que hay que romper
Uno de los problemas evidentes del juego de Mbappé en el Real Madrid es su falta de aportación sin balón. A pesar de ser conocido por su inteligencia de movimientos y su capacidad para crear espacios para sus compañeros, contra el Arsenal, Mbappé no demostró estas cualidades con eficacia. Esto se hizo aún más preocupante por su falta de implicación defensiva.
Es hora de que Mbappé cambie. |
Las estadísticas muestran que, en sus últimas tres temporadas en el PSG, Mbappé solo hizo tres entradas en 28 partidos de la Champions League. Esta temporada, esa cifra solo ha aumentado a siete en 14 partidos con el Real Madrid.
Esta diferencia se hace aún más evidente al compararlo con el PSG actual, un equipo con una disciplina y una eficiencia increíbles. No solo han recuperado su forma, sino que se han convertido en un equipo verdaderamente fuerte, con un consenso en todas las fases del juego, desde el ataque hasta la defensa.
Mbappé sigue siendo una de las estrellas más brillantes del fútbol mundial. Doce goles en 14 partidos de la Copa Mundial y una presencia indiscutible en los dos últimos Mundiales lo demuestran. Sin embargo, a nivel de clubes, a pesar de sus hazañas goleadoras y su magnífica habilidad, grandes títulos como la Champions League y el Balón de Oro se le han escapado.
Lo preocupante es que si Mbappé no ajusta su estilo de juego y contribuye de forma más integral al juego general del equipo, sus posibilidades de alcanzar las cotas que siempre ha soñado serán cada vez más escasas. El delantero francés está en la flor de su carrera, y las decisiones que tome próximamente serán cruciales.
La pregunta es: ¿podrá Mbappé adaptarse y mejorar para alcanzar su máximo potencial, o lamentablemente dejará pasar oportunidades de oro?
Este es un momento crucial para que Mbappé reevalúe su trayectoria profesional. Tiene el potencial de convertirse en uno de los mejores jugadores de la historia, pero para lograrlo, necesita salir de su zona de confort, superar sus limitaciones actuales y convertirse en un jugador completo que aporte valor a todos los aspectos del juego.
La apuesta por el Real Madrid podría ser una oportunidad de oro, pero si Mbappé no cambia, también podría suponer un lamentable revés en su ilustre carrera.
Fuente: https://znews.vn/mbappe-phai-thay-doi-post1547063.html
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