Médicos del Centro de Accidentes Cerebrovasculares del Hospital Bach Mai examinan a un paciente - Foto: BVCC
¿Es cierto el rumor de que “por cada grado de aumento de temperatura aumenta el riesgo de sufrir un derrame cerebral en un 10%”?
Según el Dr. Nguyen Tien Dung, subdirector del Centro de Accidentes Cerebrovasculares del Hospital Bach Mai, actualmente se está difundiendo información en redes sociales: «Por cada grado Celsius de aumento, el riesgo de accidente cerebrovascular aumenta un 10 %». Esta información es completamente falsa y carece de base científica.
El Dr. Dung afirmó que ninguna investigación oficial de la Organización Mundial de Accidentes Cerebrovasculares (WSO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) o asociaciones médicas de prestigio ha proporcionado una relación tan precisa y simple (1°C = 10%) para describir la relación entre la temperatura y el riesgo de accidente cerebrovascular.
El riesgo de sufrir un ictus depende de muchos factores complejos, como el historial médico personal (ictus, enfermedad cardiovascular, presión arterial, diabetes...), la edad, el estado de salud actual y el nivel de actividad.
Además, el acceso a lugares frescos, la deshidratación, el cumplimiento del tratamiento, otros factores ambientales (humedad, contaminación atmosférica), el tiempo de exposición a altas temperaturas... no pueden reducirse a una simple fórmula basada únicamente en la temperatura.
¿Por qué el calor aumenta los golpes?
Según el Dr. Dung, el calor extremo aumenta significativamente los riesgos para la salud, especialmente para los grupos vulnerables como los ancianos, las personas con enfermedades cardiovasculares, presión arterial alta, diabetes y, especialmente, las personas con antecedentes de accidente cerebrovascular.
La causa es una deshidratación severa. El calor provoca que el cuerpo pierda agua y electrolitos rápidamente.
La deshidratación aumenta la viscosidad sanguínea y reduce el volumen circulante, obligando al corazón a esforzarse más para bombear sangre. Esto aumenta el riesgo de formación de coágulos sanguíneos, la principal causa de accidente cerebrovascular isquémico.
El calor también sobrecarga el sistema cardiovascular. El cuerpo tiene que esforzarse para enfriarse (sudar, dilatar los vasos sanguíneos periféricos), lo que ejerce una gran presión sobre el sistema cardiovascular, que ya está dañado tras un ictus o debilitado por otras enfermedades subyacentes.
Esto puede provocar un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca o presión arterial alta repentina, que son factores de alto riesgo para un accidente cerebrovascular recurrente.
El calor también altera la termorregulación corporal. En particular, las personas mayores y quienes tienen el sistema nervioso dañado (tras un ictus) suelen tener dificultades para regular eficazmente su temperatura corporal ante cambios repentinos de temperatura, lo que puede provocar fácilmente agotamiento por calor o golpe de calor, una emergencia potencialmente mortal.
Además, los efectos de los medicamentos: algunos medicamentos comúnmente utilizados después de un accidente cerebrovascular o para enfermedades cardíacas (como los diuréticos, algunos medicamentos para la presión arterial) pueden empeorar la deshidratación o interferir con la capacidad del cuerpo para adaptarse al calor.
Las altas temperaturas pueden exacerbar los procesos inflamatorios y el estrés oxidativo en el cuerpo, que son factores relacionados con el daño vascular y el riesgo de accidente cerebrovascular.
¿Cómo prevenir un derrame cerebral en climas extremadamente calurosos?
Este experto recomienda que para prevenir el ictus, las personas con enfermedades de base o que han sufrido un ictus necesitan beber agua regularmente, incluso cuando no tengan sed.
Prioriza el agua filtrada y el agua con electrolitos, limita el consumo de refrescos, café y alcohol (ya que causan deshidratación). Lleva agua contigo cuando salgas. Vigila el color de tu orina (la orina de color amarillo oscuro es señal de deshidratación).
Limite sus salidas al exterior, especialmente entre las 10:00 y las 16:00, cuando el sol está en su punto más fuerte. Si debe salir, use siempre un sombrero de ala ancha, gafas de sol, ropa holgada, fresca y de colores claros, y use protector solar.
Use ventiladores y aire acondicionado. Tome duchas frías o séquese el cuerpo con una toalla húmeda. Cierre las cortinas que den al sol. Use un atomizador o coloque un recipiente con agua en la casa para aumentar la humedad.
Come ligero, muchas verduras y frutas jugosas (sandía, naranjas, pomelo...). Limita las comidas grasosas y los dulces. Evita comer en exceso.
Mida su presión arterial con mayor frecuencia según las indicaciones de su médico. Siga estrictamente su régimen de tratamiento, tome su medicamento a tiempo y en la dosis correcta. No suspenda ni cambie su medicación por su cuenta.
Fuente: https://tuoitre.vn/mien-bac-nong-nhat-tu-dau-he-co-phai-tang-1-do-la-tang-10-nguy-co-dot-quy-20250804200652215.htm
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