Esto se está haciendo bajo una nueva ley aprobada por el gobierno “que prioriza a la familia” de la Primera Ministra Giorgia Meloni.
Treinta y tres niños nacidos de mujeres italianas que se sometieron a inseminación artificial en el extranjero nacieron bajo el gobierno de centroizquierda de la ciudad de Padua dirigido por el alcalde Sergio Giordani en 2017.
La fiscalía de Padua confirmó a CNN que, hasta el jueves, 27 madres habían perdido sus nombres en 27 actas de nacimiento.
Una familia protesta en Turín en abril. Foto: CNN
El Sr. Giordani llegó al poder con la promesa de abolir la designación tradicional de "madre" y "padre" en los certificados de nacimiento, pero esto se revirtió cuando la administración de la Sra. Meloni ordenó a las autoridades locales que dejaran de registrar a los padres del mismo sexo.
Por ley, sólo los padres biológicos de un niño pueden ser nombrados en un certificado de nacimiento.
La gestación subrogada es ilegal en Italia y el matrimonio entre personas del mismo sexo no está legalizado, ya que las relaciones entre personas del mismo sexo no están reconocidas por la ley.
El proyecto de ley también impide que los hombres en relaciones del mismo sexo registren el nacimiento de sus hijos con los nombres de ambos padres. En su lugar, deben elegir a un solo hombre como padre legal.
"No hay discriminación contra los niños", dijo la ministra de Familia, Eugenia Roccella, al Parlamento cuando presentó el proyecto de ley en junio, explicando que los hijos de parejas del mismo sexo tendrían acceso a las mismas escuelas y servicios de salud que los demás niños.
Meloni ha realizado una intensa campaña contra los derechos LGBT y desde que asumió el cargo en octubre ha expresado abiertamente su deseo de garantizar que "todos los bebés nazcan de un hombre y una mujer".
Padua es la primera ciudad de Italia en abolir los certificados de nacimiento, pero grupos de derechos humanos temen que otras regiones, especialmente aquellas controladas por el gobierno de centroderecha, sigan su ejemplo.
A finales de junio, alrededor de 300 mujeres participaron en una sentada frente al tribunal de justicia de Padua después de que un fiscal estatal de la ciudad dijera que los certificados de nacimiento de 33 niños nacidos de parejas de lesbianas no eran válidos.
En una protesta pacífica, las mujeres portaron carteles que decían: "Los maestros nos enseñaron que todos somos iguales. ¿Acaso sus maestros no les enseñaron eso?"
Mai Anh (según CNN)
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