El presidente de Estados Unidos, Joe Biden (derecha), recibe al presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., en la Casa Blanca el 1 de mayo (Foto: Reuters).
En la primera visita a la Casa Blanca de un líder filipino en 10 años, el presidente Ferdinand Marcos Jr. destacó el 1 de mayo la importancia de Estados Unidos como el único aliado de Filipinas en un tratado en una región con "posiblemente la situación geopolítica más compleja del mundo hoy en día".
Los funcionarios estadounidenses dijeron que los dos líderes acordaron nuevas directrices para una cooperación militar más fuerte, así como para impulsar la cooperación económica, lo que subraya el dramático cambio en las relaciones entre Estados Unidos y Filipinas durante el año pasado.
"Estados Unidos se mantiene firme en su compromiso con la defensa de Filipinas, incluido el Mar de China Meridional", dijo Biden a Marcos en la Oficina Oval, reafirmando el tratado de defensa mutua de 1951 entre ambos países.
Funcionarios estadounidenses confirmaron que los dos países aumentarán la coordinación militar en tierra, mar, aire, espacio y ciberespacio. El gobierno de Estados Unidos también se comprometió a transferir tres aviones de transporte C-130 y barcos patrulleros a Filipinas.
Filipinas es un aliado importante de Estados Unidos en la región de Asia. En 2014, ambas partes firmaron el Acuerdo de Cooperación de Defensa Reforzada (EDCA) que permite a Estados Unidos tener una mayor presencia en las bases militares filipinas.
Filipinas ha implementado recientemente una serie de políticas que demuestran el giro del gobierno para reanudar su tradicional relación de cooperación en materia de defensa con Estados Unidos.
Hasta el momento, Estados Unidos puede utilizar nueve bases en Filipinas, tres de las cuales están ubicadas en el norte del país, incluida una base naval y una base aérea en la provincia de Cagayán, y un cuartel en la vecina provincia de Isabela. Una base naval ubicada en Santa Ana, provincia de Cagayán, a unos 400 kilómetros de Taiwán. La instalación restante está ubicada en la isla de Balabac, cerca del Mar de China Meridional.
La Oficina Presidencial de Filipinas afirmó que los militares filipinos consideraron que las bases mencionadas eran adecuadas y beneficiosas para ambas partes. Las bases también se utilizarán para operaciones de ayuda humanitaria en caso de desastres, añadió el comunicado.
Algunos funcionarios del gobierno local en áreas donde se ubican bases militares bajo el EDCA temen que puedan verse involucrados en tensiones regionales. Sin embargo, el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., afirmó que Filipinas no permitirá que sus bases se utilicen para ninguna acción ofensiva.
China ha criticado la decisión de Filipinas de fortalecer los lazos militares con Estados Unidos y ha pedido a Manila que avance en la dirección correcta. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China advirtió que la decisión de Filipinas de ampliar las bases militares con Estados Unidos podría arrastrar a Manila "al vórtice de un potencial conflicto en el estrecho de Taiwán".
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