La administración Biden está considerando nuevas restricciones a la exportación de chips de IA a China, según fuentes del WSJ. A partir del próximo mes, el Departamento de Comercio de EE. UU. podría prohibir a Nvidia y a otros fabricantes nacionales de chips vender chips de IA a clientes de China y otros países de interés sin licencia.
Extendería los controles de exportación que Estados Unidos anunció en octubre de 2022. La medida obstaculizaría aún más la capacidad de China para desarrollar capacidades de inteligencia artificial, que ya han sido excluidas de los chips más potentes de Nvidia y AMD.
Nvidia había desarrollado previamente una versión de su chip de IA para el mercado chino, el A800, cuyo rendimiento estaba por debajo del umbral establecido por el Departamento de Comercio. Este chip sustituyó al A100, un chip ampliamente utilizado en centros de datos. Según las nuevas normas, ni siquiera el chip A800 puede venderse a Pekín sin licencia.
Según el WSJ, el gobierno de Estados Unidos también está considerando restringir los servicios en la nube para las empresas de inteligencia artificial chinas.
El momento del despliegue es incierto, ya que los fabricantes de chips siguen presionando al gobierno para que levante o relaje las prohibiciones. Con la proliferación de herramientas de IA generativa como ChatGPT, los funcionarios y legisladores estadounidenses están considerando la IA desde la perspectiva de la seguridad nacional. Las armas impulsadas por IA darán a los adversarios estadounidenses una ventaja en el campo de batalla. Mientras tanto, las herramientas de IA pueden explotarse para crear armas químicas o desarrollar software malicioso.
Aun así, proteger la tecnología crítica y al mismo tiempo garantizar un impacto mínimo en las empresas estadounidenses y sus aliadas es un gran desafío.
En octubre de 2022, el Departamento de Comercio de EE. UU. anunció una serie de controles a la exportación de semiconductores avanzados y herramientas para la fabricación de chips, pero aún no ha emitido regulaciones formales para codificar las normas. Desde el otoño pasado, la administración ha estado solicitando comentarios a las empresas afectadas y negociando con sus aliados para elaborar las normas definitivas.
Estados Unidos ha convencido a los Países Bajos y Japón —dos países con los principales fabricantes mundiales de maquinaria para la fabricación de chips— para que se unan y acuerden una lista de productos controlados. Los fabricantes de chips de Corea del Sur y Taiwán podrán seguir operando y ampliando fábricas en China, pero solo para chips más antiguos. La administración Biden también está considerando una orden ejecutiva que prohíba la inversión estadounidense en China y sus rivales.
(Según el WSJ)
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