Una ventana y un trozo del fuselaje de un Boeing 737 Max 9 de Alaska Airlines explotaron en pleno vuelo poco después de despegar de Portland, Oregón, el 5 de enero (hora de EE. UU.). La explosión obligó al avión a realizar un aterrizaje de emergencia, según Reuters. Afortunadamente, los 174 pasajeros y los 6 tripulantes se salvaron.
Tras la explosión, Alaska Airlines dejó en tierra sus 18 aviones Boeing 737 Max 9.
Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines
La Administración Federal de Aviación (FAA) ordenó entonces inspecciones de seguridad de 171 737 MAX 9 el 6 de enero antes de que pudieran volver a volar, según Reuters. La FAA no especificó los requisitos exactos de la inspección.
La FAA no descarta tomar más medidas mientras comienza una investigación sobre el aparente defecto estructural que causó un agujero rectangular en el área del fuselaje reservada para una puerta lateral opcional que no funcionó en el Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines.
United Airlines anunció el 6 de enero que había suspendido temporalmente el servicio de todos sus aviones Boeing 737 MAX 9 para realizar inspecciones según lo requerido por la FAA.
Boeing dijo que apoya la decisión de la FAA.
El MAX es la última versión de la familia 737 fabricada por Boeing. Es un avión bimotor de pasillo único, comúnmente utilizado en vuelos nacionales en Estados Unidos. Entró en servicio en mayo de 2017.
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