Alguien dijo una vez que el verano es la temporada de la despedida. Las páginas del anuario comenzaron a pasar de mano en mano entre el canto de las cigarras llamando al verano. Los abrazos y las lágrimas cayeron en silencio a medida que se acercaba el día de la graduación. En ese momento, las flores de poinciana real eran como testigos silenciosos de innumerables emociones anónimas de la vida estudiantil.

Todavía recuerdo claramente las tardes de finales del grado 12, toda la clase se sentaba junta en el patio de la escuela, bajo el viejo árbol de poinciana real. Pétalos rojos cayeron sobre su cabello, sobre sus hombros, tan suavemente como los recuerdos que pasan. Los profesores todavía hablan y ríen, los amigos todavía charlan, pero todos entienden que el tiempo juntos poco a poco va llegando a su fin. Cada pétalo de la flor de fénix que cae es como una despedida.
La flor de Poinciana real no es sólo una flor, sino también un recuerdo, una imagen asociada a los años más bellos de la vida. Bajo ese árbol de poinciana real, tal vez fue donde una vez amé en secreto a un compañero de clase; es el lugar donde el corazón se agita por primera vez cuando capta una mirada pasajera; es donde las cartas escritas apresuradamente se esconden debajo del escritorio; Es donde solíamos fallar, enojarnos y luego reír como si nada hubiera pasado.
Quizás es por eso que las flores de poinciana real se llaman "flores de estudiante". No porque florezca en época de exámenes, sino porque lleva el alma de la juventud. Un alma pura, llena de pasión y sueños. La forma en que las flores florecen brillantemente en el cielo, a pesar de la intensa luz del sol y las lluvias de principios de verano, es como la juventud viviendo la vida al máximo.
El día que salí del colegio, traje un pequeño ramo de flores de poinciana real y las apreté en mi cuaderno como si quisiera preservar los hermosos recuerdos de mis días de estudiante. Luego, con el tiempo, las páginas del cuaderno se volvieron amarillas y los pétalos se marchitaron. Sin embargo, los recuerdos de los días de estudiante nunca se desvanecen. Cada vez que veo las flores rojas del fénix, mi corazón se siente como si hubiera regresado al antiguo patio de la escuela, donde había risas alegres, la primera mirada que me hizo temblar y sentimientos que aún no he tenido tiempo de expresar con palabras.
He preguntado a muchos amigos qué es lo que más recuerdan de sus días de escuela. Absolutamente nadie habló de calificaciones o exámenes, sino que solo recordaron los recuerdos que tenían juntos. Algunas personas hablan del día lluvioso en el que todavía estaban de pie bajo el porche esperando a sus amigos, otros recuerdan la tarde en que faltaron a la escuela para comer sopa dulce y otros recuerdan una mirada que nunca se atrevieron a mirar.
Y, sobre todo, todo el mundo menciona las flores de poinciana real como una parte indispensable de sus recuerdos. Quizás, cuando éramos jóvenes, no comprendíamos del todo el significado de la caída de un pétalo de flor. Pero cuando crecemos nos damos cuenta de que hay cosas que vienen sólo una vez y luego se van para siempre. La edad escolar es la misma, frágil, hermosa y nunca vuelve.
Así que, estudiantes, aprecien cada día que todavía tienen que sentarse bajo el techo de la escuela, mirar las flores de poinciana real florecer y escuchar a las cigarras llamar al verano. Porque un día extrañarás profundamente esos días, extrañarás el sentimiento suave pero profundo, el sentimiento inocente pero persistente...
Fuente: https://baogialai.com.vn/nam-thang-hoc-tro-post323852.html
Kommentar (0)