Aproximadamente 46 años después de que las Voyager 1 y 2 de la NASA comenzaran su épico viaje deexploración espacial, el antiguo software de las sondas continúa actualizándose de forma remota.
La Voyager 1 viaja por el espacio interestelar. Foto: NASA
Los ingenieros están actualizando y reparando el software para gestionar los datos defectuosos que la Voyager 1 comenzó a transmitir el año pasado. Otra serie de actualizaciones tiene como objetivo evitar la acumulación de contaminantes en ambos propulsores. Estas actualizaciones ayudarán a la nave espacial a mantener el contacto con la Tierra el mayor tiempo posible, según informó Space el 23 de octubre.
“El equipo de ingeniería se enfrenta a retos para los que no tenemos un manual de estrategias”, dijo Linda Spilker, científica del proyecto Voyager en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. “Pero siguen encontrando soluciones creativas”.
En mayo de 2022, el control terrestre comenzó a recibir datos irrelevantes del sistema de guía y control (AACS) de la Voyager 1, que apunta la antena de la sonda hacia la Tierra. Las pruebas demostraron que el hardware del AACS funcionaba perfectamente, pero por razones desconocidas, este transmitía sus datos de telemetría a través de una computadora de a bordo sin usar, lo que provocaba errores en los datos.
Sin embargo, la solución no explica por qué AACS desvió los datos de telemetría. Este misterio podría revelar un problema mayor con la Voyager 1. Sin embargo, los ingenieros confían en que la solución resolverá el problema de raíz, al menos una vez que se completen las transmisiones de actualización tras un viaje de más de 20 horas a la Voyager 1.
Las sondas Voyager pueden ajustar sus antenas de forma independiente activando sus propulsores. Sin embargo, cada activación deja una capa de lodo en el tubo de alimentación de combustible. Tras décadas de funcionamiento, este lodo se acumula. A los ingenieros les preocupa que el tubo pueda obstruirse por completo pronto. Por ello, en septiembre y octubre de 2023, comenzarán a rotar la nave espacial con mayor frecuencia para reducir la frecuencia de activación de los motores. Si el ajuste tiene éxito, podría prolongar la vida útil de la nave espacial al menos cinco años más.
An Khang (Según el espacio )
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