Según una nueva investigación, los científicos de la NASA han descubierto que los volcanes de la luna Io de Júpiter son los más poderosos del sistema solar.
La superficie de la luna Ío de Júpiter está salpicada de volcanes activos. (Fuente: NASA) |
Según la NASA, el satélite Ío es apenas más grande que la Luna, con un diámetro de 3.600 km, pero tiene alrededor de 400 volcanes. Las columnas de humo procedentes de las erupciones de estos volcanes pueden extenderse varios kilómetros en el espacio y pueden verse incluso desde la Tierra cuando se observan a través de grandes telescopios.
Estos impresionantes volcanes fueron descubiertos por primera vez por la científica Linda Morabito en 1979. Posteriormente fueron fotografiados por la nave espacial Voyager 1 de la NASA.
“Desde el descubrimiento de estos volcanes, los astrónomos se han preguntado durante décadas qué fuente de lava alimenta volcanes tan poderosos”, dijo Scott Bolton, investigador principal de la NASA.
La sonda espacial Juno, lanzada en 2011 para estudiar Júpiter y sus lunas, realizó dos sobrevuelos de Ío en 2023 y 2024, acercándose a Ío a una distancia de 1.500 km. “Los datos de los dos sobrevuelos de Juno sobre Ío nos han proporcionado información valiosa sobre cómo funcionan realmente estos volcanes”, afirmó Bolton.
Durante estos sobrevuelos, la nave espacial Juno recogió datos que permitieron a los científicos medir la fuerza gravitacional entre la luna Ío y su planeta anfitrión, Júpiter.
Ío orbita Júpiter a una distancia media de 422.000 km, completando su órbita elíptica cada 42,5 horas. Debido a su forma orbital, la distancia entre Ío y su planeta anfitrión también cambia, y también lo hace la fuerza gravitacional entre ellos. Esto significa que Ío está siendo constantemente atraído hacia Júpiter y liberado como un globo en un proceso conocido como flexión de marea.
“Esta flexión constante genera una enorme energía en forma de calor, derritiendo literalmente partes del núcleo interno de Ío”, afirma el científico Scott Bolton.
Anteriormente se pensaba que el interior de Ío podría contener un gran océano de lava que se extiende por debajo de toda su superficie. Sin embargo, los resultados de un estudio dirigido por Bolton, publicado el 12 de diciembre en la revista estadounidense Nature , muestran que esto no es correcto.
Los datos del equipo descubrieron que Ío tiene un interior mayoritariamente sólido y que cada uno de los volcanes de Ío tiene su propio depósito de magma, ubicado debajo del volcán.
“El descubrimiento de Juno de que las fuerzas de marea no siempre crean océanos de lava nos obliga a repensar lo que sabemos sobre el interior profundo de Ío”, dijo el coautor del estudio Ryan Park.
Estos resultados de investigación también tienen importancia de referencia para la luna Europa de Júpiter y la luna Encélado de Saturno, así como para exoplanetas fuera del sistema solar.
“Nuestros nuevos hallazgos ofrecen una oportunidad para reconsiderar lo que sabemos sobre la formación y evolución de los planetas”, afirmó Park.
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