La doctora Doan Thi Hue, del Instituto de Salud Mental, examina a un paciente - Ilustración: D.LIEU
Este es el relato de la Dra. Doan Thi Hue, del Instituto de Salud Mental del Hospital Bach Mai, durante la sesión informativa sobre los síntomas y el tratamiento de la privación del sueño organizada por el hospital el 9 de junio.
Cuando el sueño se convierte en miedo
La Sra. D. (40 años, oficinista) solía tener una vida estable, una familia feliz y buena salud. Pero cuando la presión laboral aumentó y sus hijos empezaron a hacer exámenes para pasar a un nivel superior, empezó a tener problemas para dormir. Al principio, dormía hasta tarde, luego se convirtió en insomnio crónico, dando vueltas en la cama durante horas, despertándose en mitad de la noche y sin poder volver a dormirse.
Aunque tenía tiempo para descansar durante el día, no podía dormir. Su cuerpo estaba cansado, su mente irritable y su capacidad para trabajar disminuía. Intentó tomar pastillas para dormir, pero las abandonó a mitad de camino porque se sentía aletargada todo el día. Con el tiempo, dormir se convirtió en un miedo.
Cuando llegó recientemente al Instituto de Salud Mental (Hospital Bach Mai), la Sra. D. estaba agotada. El doctor Pham Cong Huan le dijo que le habían diagnosticado insomnio no orgánico, que requería una combinación de medicación, relajación, ejercicio y psicoterapia. Después de dos semanas, podía dormir de 5 a 6 horas por noche y se sentía más cómoda.
Otro paciente era un conductor de 49 años que solía conducir camiones de larga distancia. Tras cambiar a un vehículo de cuatro plazas, sintió que no era adecuado para él. Sufría de estrés prolongado, lo que le provocaba insomnio y una menor capacidad de concentración al volante. Fue derivado a tratamiento psicológico y le recetaron medicación ambulatoria.
El insomnio no es un asunto menor.
Según la Dra. Doan Thi Hue, el insomnio es un trastorno del sueño común que puede presentarse en personas de todas las edades, desde estudiantes y trabajadores hasta personas mayores. Las investigaciones demuestran que casi un tercio de la población se ha quejado de insomnio, pero solo entre el 6 % y el 15 % recibe un diagnóstico y tratamiento adecuados.
"Los trastornos del sueño implican problemas con la calidad, duración y cantidad del sueño, lo que provoca fatiga diurna y deterioro del funcionamiento.
Esta afección suele presentarse junto con otros problemas de salud física o mental, como depresión, ansiedad o trastornos cognitivos. "Existen muchos trastornos del sueño, de los cuales el insomnio es el más común", afirmó el Dr. Hue.
Sin embargo, no todas las personas con problemas para dormir se consideran con un trastorno del sueño. Para ser diagnosticado, el paciente suele presentar signos como dificultad para conciliar el sueño (más de 30 minutos), sueño intermitente, despertarse demasiado temprano, sueño no profundo, cansancio y menor concentración durante el día, etc. Esta condición dura al menos 3 meses.
El insomnio prolongado no sólo afecta a la mente sino que también es un factor de riesgo para muchas enfermedades crónicas como las cardiovasculares, la diabetes, la depresión, el Parkinson o la demencia, etc.
El doctor Hue dijo que entre las personas con alto riesgo de sufrir insomnio se incluyen: trabajadores por turnos, estudiantes bajo presión de exámenes, mujeres premenopáusicas, estrés laboral, ancianos, etc.
El uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse o una vida irregular también causan dificultad para dormir y privación del sueño. La luz azul de los teléfonos y tabletas inhibe la melatonina, la hormona que regula el sueño, lo que hace que el cerebro malinterprete que todavía es de día, impidiendo así el sueño, afirmó el Dr. Hue.
Muchas personas temen consumir drogas por temor a la dependencia. Sin embargo, el Dr. Hue enfatiza que la química farmacéutica es uno de los tres pilares del tratamiento del insomnio, junto con la adaptación conductual y la neuromodulación. Si se usa el tipo correcto, la dosis correcta y bajo la supervisión de un médico, la seguridad está garantizada.
El doctor Bui Van Toan, del Instituto de Salud Mental del Hospital Bach Mai, agregó que el estilo de vida poco saludable y la alimentación y el sueño irregulares pueden provocar trastornos del sueño.
Por consiguiente, para reducir el insomnio, en primer lugar, antes de acostarse, es necesario prestar atención a la higiene del sueño.
Realice un ejercicio de respiración profunda, seguido de la tensión y relajación alternadas de grupos musculares, por ejemplo, brazos, cuello, espalda y piernas, en todo el cuerpo. Preste atención a la sensación de relajación después del proceso en comparación con la tensión previa y practique esta técnica una vez al día y antes de acostarse.
No coma en exceso, evite la cafeína después de las 3 p. m., reduzca la luz electrónica antes de acostarse, haga ejercicio ligero y busque tratamiento psicológico si presenta un trastorno concomitante. En algunos casos graves, es necesario aplicar métodos químicos y de neuromodulación", afirmó el Dr. Toan.
Fuente: https://tuoitre.vn/ngay-ngu-gat-gu-dem-ve-mat-ngu-lam-sao-de-tim-lai-giac-ngu-dung-nghia-20250609160029895.htm
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