La Asociación de Agentes Inmobiliarios de Vietnam (VARS) acaba de publicar un informe sobre "El estado de salud actual del mercado inmobiliario de Vietnam" con muchas cifras que muestran que en los primeros 5 meses de 2023, las empresas inmobiliarias todavía enfrentan muchas dificultades, lo que lleva a que la industria de corretaje también sea miserable.
Por ello, el mercado está siempre en un estado de "sed" de oferta, especialmente de viviendas asequibles, adecuadas a la capacidad financiera de la mayoría de las personas. “Pobre, poco atractivo y escaso” son palabras precisas para describir el estado actual de la oferta. En el primer trimestre de 2023, el suministro al mercado alcanzó alrededor de 25.000 productos, principalmente inventario de proyectos lanzados anteriormente con una total falta de información de ventas de nuevos proyectos.
Retrasos en proyectos a largo plazo, desperdicios...
La tasa de absorción general de todo el mercado solo alcanzó alrededor del 11%, lo que equivale a más de 2.700 transacciones, una reducción de más del 50% en comparación con el mismo período de 2022.
Las encuestas muestran que las empresas de inversión y desarrollo inmobiliario se encuentran en un estado de "asfixia" durante mucho tiempo, como "personas a punto de ahogarse". Aunque la compañía ha intentado eliminar paulatinamente los factores que reducen el peso, todavía no es lo suficientemente fuerte como para poder levantarse.
Según VARS, el afán de supervivencia obliga a las empresas a intentar "luchar y patear" y a estar dispuestas a "aferrarse" a cualquier salvavidas. A lo largo del período comprendido entre principios de 2022 y ahora, el Gobierno ha creado numerosos salvavidas para salvar el mercado y las empresas. Sin embargo, las empresas aún no han aprovechado estas herramientas de rescate ni han ganado impulso para salir a la superficie.
La resiliencia de las empresas es limitada. Si no emergen a tiempo, sin duda entrarán en la etapa de ahogarse y dejar de respirar al mismo tiempo, según el informe.
A partir de esta difícil situación, la disminución del número de corredores inmobiliarios se ha convertido en una ola arrasadora en una amplia escala de negocios inmobiliarios, en todas las localidades del país. Según las estadísticas de VARS, el número de brókers que todavía operan en el mercado es solo del 30% al 40% en comparación con finales de 2022, pero todavía no hay señales de detenerse.
La mayoría de los corredores tienen que renunciar a sus trabajos ya sea porque sus ingresos no son suficientes para vivir o porque sus empresas los despiden, suspenden operaciones o se declaran en quiebra...
Los corredores inmobiliarios que desean permanecer en la profesión deben aplicar con flexibilidad todas las formas para sobrevivir, como diversificar sus campos, encontrar trabajos adicionales, etc.
Un punto positivo es que más del 95% de los corredores activos dijeron que continuarían en la profesión a pesar de las dificultades del mercado. El 100% de ellos desea participar en cursos de formación especializados durante este tiempo para dominar sus conocimientos y adquirir habilidades de improvisación más flexibles en todas las situaciones.
VARS predice que si el mercado inmobiliario continúa siendo difícil, hasta el 23% de las empresas no podrán mantener sus operaciones hasta finales del tercer trimestre de 2023 y solo alrededor del 43% de las empresas sobrevivirán hasta fin de año.
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