Los alumnos arrinconaron al profesor contra la pared y lo insultaron.
No creas que la violencia en las escuelas es la solución a muchos problemas.
En un vídeo que se hizo viral en internet, alumnos de un instituto de Tuyen Quang insultaron a gritos, empujaron a la profesora contra la pared, profirieron palabrotas y le lanzaron las zapatillas. Me quedé de piedra; no podía creer que fueran alumnos de primero de la ESO.
Independientemente de las diferencias entre la profesora y los alumnos, las acciones del estudiante de encerrar a la profesora y arrojarle sandalias —consideradas una agresión— son inaceptables. Este acto atenta contra la hermosa tradición vietnamita de respeto a los maestros.
La educación moral de los estudiantes no debe limitarse a las clases de educación cívica, sino que debe formarse en el vínculo entre la familia y la escuela. Los niños son como hojas en blanco, por lo que los maestros, padres y madres son los modelos a seguir en los que reflexionan y de los que aprenden.
Recientemente, la prensa ha informado de numerosos casos alarmantes de violencia escolar. La violencia escolar —peleas y riñas entre alumnos— y, aún más peligrosos e impactantes, muchos casos de padres y alumnos que agreden a profesores.
Los estudiantes de hoy están expuestos a internet desde temprana edad, y con ello, a imágenes y una cultura de violencia en las redes sociales. Los mensajes violentos se repiten en dibujos animados, cómics virales, vídeos de TikTok, YouTube... creando fácilmente en el pensamiento inmaduro de los espectadores la idea de que la violencia en las escuelas es la solución a muchos problemas, convirtiéndose así en "héroes", "jefes" y recibiendo elogios de sus amigos.
La permisividad o negligencia de los padres en la crianza de sus hijos en casa también es un factor importante a considerar. Se han reportado casos en la prensa de padres que defienden a sus hijos, provocan disturbios en la escuela o agreden a los maestros. El amor incondicional puede llevar fácilmente a tolerar las malas conductas de los hijos, creyendo que están siendo oprimidos. Por el contrario, cuando los padres están ocupados con el trabajo o las circunstancias familiares experimentan muchos cambios, los niños pueden sentirse perdidos, verse atraídos por malas compañías y participar en acciones reprobables.
Recientemente se han registrado numerosos casos de ataques contra profesores.
Haz lo que te gusta dentro de ciertos límites.
En la pedagogía Montessori, a menudo hablamos del concepto de que los niños son «libres dentro de un marco», lo que significa que tienen libertad para explorar, descubrir y hacer lo que les gusta, pero dentro de límites y normas específicos y claros. Cada aula es como una sociedad en miniatura, y las normas escolares y de clase son como las leyes en la sociedad adulta. Es necesario enseñarles cuidadosamente a los niños las normas escolares, las consecuencias de sus errores y recordarles estas normas con regularidad a lo largo del curso escolar.
Los padres también deben aprender y comprometerse a enseñar a sus hijos en casa a cumplir con estas normas. Los actos de violencia escolar y la falta de respeto a profesores y adultos deben ser castigados severamente. Sin embargo, esta disciplina no pretende truncar el futuro del niño, sino enseñarle sobre las graves consecuencias de sus errores. Solo así crecerán y se convertirán en miembros útiles de la sociedad, ciudadanos respetuosos de la ley.
A menudo hablamos de proteger a los niños y estudiantes; sin embargo, ¿con qué frecuencia mencionamos la protección de los docentes y las escuelas, especialmente en los últimos años, cuando se han expuesto cada vez más casos de agresiones físicas y psicológicas contra el profesorado? Para ello, toda la sociedad y el sistema educativo del país deben ser más estrictos con el flagelo de la violencia escolar.
«Quien ama a su hijo, lo corrige» no significa que debamos usar la violencia para corregir la conducta de los niños, sino que los adultos deben ser firmes y estrictos para corregir los pensamientos erróneos, la imprudencia y las malas acciones de quienes aún no han madurado. Una sociedad permisiva crea niños malcriados que creen que pueden hacer lo que quieran, incluso si perjudican los intereses de los demás.
La violencia escolar no solo ocurre en Vietnam, sino también en muchos países del mundo, como Corea, Japón y Estados Unidos, lo que demuestra que se trata de un problema de la sociedad moderna. Es necesario revisar y promover los valores educativos del pasado, como el de "Primero aprender modales, luego conocimientos". La ética estudiantil, centrada en la formación del carácter e interviniendo con prontitud cuando los estudiantes se desvían de ella, es fundamental, además de brindarles una amplia gama de conocimientos.
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