Formas de calcular el impuesto especial al consumo de alcohol y cerveza
El Gobierno está finalizando urgentemente el Proyecto de Enmienda a la Ley del Impuesto Especial al Consumo para presentarlo a la Asamblea Nacional para su aprobación en el próximo periodo de sesiones. Uno de los principales puntos de este proyecto de ley es si se modificará o no el método de cálculo del impuesto especial al consumo de alcohol y cerveza.
Según la práctica internacional, el impuesto al consumo especial puede recaudarse mediante tres métodos: método de cálculo del impuesto relativo (impuesto ad valorem), método de cálculo del impuesto absoluto (impuesto specifix) y método de cálculo del impuesto mixto (impuesto híbrido).
El método de cálculo de impuestos relativos se considera bastante sencillo en la gestión y supervisión tributaria; suele emplearse para grupos de bienes y servicios con diversos segmentos de clientes y una alta diferenciación de precios (la diferencia de precio entre segmentos es considerable). Este método se basa en el precio de venta, por lo que el precio de venta del producto y los ingresos fiscales incluyen las fluctuaciones de precios en la economía . Por lo tanto, el equilibrio presupuestario también es más seguro en ciertos períodos para esta fuente de ingresos.
En cambio, el método del impuesto absoluto suele aplicarse a grupos de bienes y servicios cuyos precios no difieren demasiado entre proveedores. Este método no se basa en el precio de venta, sino en la unidad de consumo, y permite al Gobierno predecir mejor los ingresos fiscales.
Sin embargo, la desventaja del método de cálculo del impuesto absoluto es que no puede seguir el ritmo de las fluctuaciones de precios en la economía. Por lo tanto, este método se aplica a menudo en países con baja inflación, baja volatilidad o fluctuaciones dentro de un rango estrecho.
Para el método de cálculo de impuestos mixtos (tanto relativos como absolutos), esta política ofrece muchas ventajas al combinar ambos métodos, pero lo importante es que la política fiscal actual es bastante compleja, lo que genera más cargas administrativas. El impacto es mayor tanto en la oferta como en la demanda del consumidor. Por lo tanto, al implementar este método, es necesario realizar una evaluación muy cuidadosa.
Porque cuando no se analiza y evalúa cuidadosamente, la política fiscal propuesta puede traer consigo efectos secundarios completamente negativos.
La experiencia en la reforma de los sistemas tributarios en todo el mundo también demuestra que los gobiernos deben ser muy cautelosos en el proceso de elaboración y promulgación de políticas especiales de impuestos al consumo; no deben apresurarse a cambiar repentinamente las políticas.
La política debe garantizar una competencia justa entre las empresas existentes. Es necesario estudiar cualquier cambio y evaluar sus impactos de forma cuidadosa y científica, por lo que es sumamente urgente un estudio exhaustivo de la elasticidad de la demanda.
No estudiar cuidadosamente la elasticidad de la demanda puede desviarse del objetivo de la política (reducir el consumo y aumentar la recaudación), ya que los aumentos excesivos de impuestos pueden provocar una reducción de la recaudación (lo que se traduce en una reducción de los ingresos presupuestarios) y que los consumidores busquen soluciones alternativas (como comprar en canales clandestinos y no oficiales). Más importante aún, la hoja de ruta de la reforma debe anunciarse y regularse con antelación para que las empresas puedan ajustarse y adaptarse a la nueva política.
¿Cuál opción es la correcta?
Hace un año, el Comité Central del Partido emitió la Resolución n.º 27-NQ/TW sobre la continuación de la construcción y el perfeccionamiento del Estado de derecho de la República Socialista de Vietnam en el nuevo período. Esta Resolución estableció directrices para construir un sistema legal democrático, justo, humano, completo, oportuno, sincronizado, unificado, público, transparente, estable, viable y accesible, capaz de regular las relaciones sociales, priorizando los derechos e intereses legítimos de las personas, organizaciones y empresas, y promoviendo la innovación.
En ese espíritu, con base en los principios enunciados anteriormente, en primer lugar, el Estado debe investigar, desarrollar y anunciar pública y claramente una hoja de ruta para la reforma de la política del impuesto especial al consumo de bebidas alcohólicas, de manera que las empresas proveedoras de bienes y servicios puedan desarrollar orientaciones de inversión, producción y negocios adecuadas.
Esto también ayudará a las partes interesadas (Gobierno, proveedores, consumidores y agricultores/proveedores de materias primas) a evitar impactos negativos repentinos.
En el corto y mediano plazo (3 años), el Estado debe mantener el método actual de cálculo de impuestos y aumentar la tasa del impuesto especial para lograr el objetivo de incrementar el precio de venta del alcohol en al menos un 10% según lo recomendado por la OMS.
Después de este período, es posible pasar a aplicar un método de cálculo de impuestos mixtos con una estructura razonable (inicialmente aplicando una tasa impositiva absoluta baja y ajustándola de acuerdo con la hoja de ruta) o construir una hoja de ruta para cambiar completamente a un método de cálculo de impuestos absolutos de múltiples niveles y tener una hoja de ruta para reducir gradualmente las tasas impositivas para los diferentes segmentos.
Por último, pero muy importante, cualquier ajuste de política (especialmente cambios en los métodos de cálculo de impuestos) necesita ser estudiado cuidadosamente, con una evaluación de impacto detallada, científica y clara sobre las partes relevantes; hasta que eso se haga, no discutamos el ajuste de los métodos de cálculo de impuestos.
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