Los piojos de las pestañas viven en el pelo y el pelaje del cuerpo.
Recientemente, la paciente, Sra. BTM, de 68 años de edad, residente en Hanoi, acudió al Hospital Central de Enfermedades Tropicales para un examen después de un largo período de picazón persistente en los párpados.
La paciente comentó que a menudo tenía un ojo arenoso y abundante secreción ocular. El picor ocular aumentaba por la noche, lo que le impedía dormir y afectaba gravemente su vida diaria. Antes de acudir al Hospital Nacional de Enfermedades Tropicales, aunque se había sometido a numerosos exámenes y le habían recetado medicamentos, los síntomas no mejoraban.

Imagen microscópica de piojos de las pestañas en un paciente de 68 años.
FOTO: THANH DANG
Al examinar a esta paciente, la oftalmóloga Nguyen Thi Lanh (Departamento de Examen y Tratamiento Ambulatorio, Hospital Central de Enfermedades Tropicales) observó que la Sra. M. tenía blefaritis bilateral, cataratas en ambos ojos y un pterigión en el ojo derecho.
Al paciente se le diagnosticó blefaritis crónica, una enfermedad bastante común que tiende a reaparecer si no se trata a fondo.
Para determinar la causa, se le indicó al paciente que se sometiera a pruebas parasitarias para detectar tenia canina y estrongiloidiasis (su familia tiene perros y gatos). Al mismo tiempo, el médico tomó una muestra del párpado para examinarla al microscopio. Los resultados de la prueba mostraron que el paciente no presentaba infección por gusanos.
Sin embargo, el médico descubrió inesperadamente que el paciente tenía piojos de las pestañas, parásitos muy pequeños (de aproximadamente 1 a 2 mm) que suelen vivir en la base de las pestañas. Este tipo de piojos es difícil de detectar a simple vista; solo son claramente visibles cuando hay muchos o al microscopio. Además de los ojos, los piojos de las pestañas también pueden aparecer en otras zonas pilosas del cuerpo, como el vello púbico y las cejas.
Después de la evaluación, el paciente no presentó evidencia de piojos púbicos.
Tras descubrir la causa, se le indicó al paciente que limpiara los párpados, usara toallitas oculares especiales, aplicara ungüento oftálmico para reducir la irritación y tomara medicamentos antiparasitarios. Al mismo tiempo, limpiara todo el entorno donde vivía, como la cama, la colchoneta, la manta, la sábana, la almohada, el colchón, etc., donde los huevos de piojos pueden sobrevivir y causar una reinfección. Se programó una visita de seguimiento para comprobar la eficacia del tratamiento y controlar el riesgo de recurrencia.
Según el Dr. Lanh, los piojos de las pestañas se transmiten principalmente a través del contacto cercano entre personas o al compartir objetos personales como toallas, ropa, sábanas...
Los médicos también señalan que las personas con síntomas de picazón ocular prolongada, aumento de secreción, ojos arenosos, párpados rojos, inflamación recurrente o antecedentes de contacto con perros, gatos o mascotas deben acudir al médico de manera proactiva para un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno.
Es importante mantener las manos limpias antes de tocarse los ojos, no compartir objetos personales y mantener limpia la ropa de cama y el entorno donde vive. Aunque no pone en peligro la vida, la inflamación prolongada puede reducir la calidad de vida, dañar los párpados y afectar la visión.
Fuente: https://thanhnien.vn/ngua-mat-dai-dang-cu-ba-phat-hien-ran-mi-185250910142812424.htm






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