Durante los últimos 10 años, al encenderse las farolas, la clase benéfica de la profesora Nguyen Thi Anh (U80) cobra vida. Con la paciencia de un silencioso barquero, ha ayudado a más de 1000 niños pobres y discapacitados a superar el analfabetismo y a encontrar alegría y la luz del conocimiento en medio de una vida ajetreada.

Clase especial a las 18:00
Todos los martes, miércoles y jueves a las 6 de la tarde, la clase de lectoescritura de la Sra. Nguyen Thi Anh cobra vida. Sin tiza ni pizarra, sin uniformes impecables, los alumnos son niños con necesidades especiales: algunos tienen retraso en el desarrollo, otros son autistas, otros han tenido que posponer su sueño de ir a la escuela para ayudar a sus familias a subsistir...
Comprendiendo las desventajas de los niños "desafortunados" que no tienen acceso a un entorno educativo formal, la Sra. Anh ha dedicado todo su esfuerzo a mantener esta clase gratuita durante los últimos 10 años.

Al compartir su motivación para seguir con la clase, la Sra. Nguyen Thi Anh confesó: “Me da mucha pena ver a los niños que no tienen tanta suerte como otros, que tienen que asistir a clases nocturnas como estas. Enseñarles, verlos trabajar duro, intentando aprender cada letra, me hace sentir extremadamente feliz y alegre”.
Las clases de la Sra. Anh no se dividen por edad, sino por nivel de comprensión. Algunos alumnos comenzaron hace apenas unos meses, mientras que otros llevan estudiando dos o tres años; algunos cursan el programa de primer grado, mientras que otros el de cuarto. Esta diversidad dificulta enormemente la enseñanza. En especial para los alumnos con un desarrollo más lento, enseñarles las letras requiere una paciencia extraordinaria.


La Sra. Anh confesó: “Hay alumnos a los que les doy clase hoy, pero mañana lo olvidan todo, así que tengo que volver a enseñarles. A veces tengo que impartir todo el programa de primer grado durante dos años seguidos. Pero siempre me digo a mí misma que no me enfade, que tengo que ser comprensiva con ellos, me da miedo que se pongan tristes y abandonen la escuela, lo cual sería una pena”.
Es este amor y paciencia lo que ha obrado cambios milagrosos. Duong Thanh Hue (15 años), quien tiene autismo y retraso en el desarrollo del lenguaje, no pudo integrarse en muchas escuelas. Sin embargo, después de cuatro años en la clase de la Sra. Anh, Hue ha experimentado un cambio radical.


La Sra. Tran Thi Kim Phuong, madre de Hue, compartió conmovida: "Su hija tiene autismo y un trastorno del lenguaje, por lo que al principio tenía problemas para ir a la escuela y no podía quedarse quieta. Pero gracias a la Sra. Anh, ahora puede sentarse a estudiar, hablar y escribir. Cada vez que llega la hora de ir a la escuela, está muy contenta y cuando regresa a casa se siente mucho más relajada porque tiene a su maestra y a sus amigos aquí".
De ser una niña retraída, Hue aprendió a leer y escribir, integrándose gradualmente en la sociedad. Esto no solo llenó de alegría a la familia, sino que también representó un regalo invaluable en agradecimiento a la dedicación de su antigua maestra.
Más que palabras, es humanidad.
Las clases de la Sra. Anh no se limitan a erradicar el analfabetismo. Con el lema "primero se aprenden los modales, luego la literatura", la Sra. Anh incorpora a sus lecciones conocimientos sobre habilidades para la vida y ética humana. Los niños que asisten no solo aprenden matemáticas, vietnamita, historia, geografía y educación cívica, sino también a amar y compartir.


La Sra. Anh es a la vez una maestra estricta en el estrado y una abuela, madre y confidente cariñosa que escucha las confidencias de sus jóvenes alumnos.
Nguyen Ngoc Minh Nhung (20 años), una alumna muy aplicada, comentó: “Antes de las 6 de la tarde, terminé mis tareas domésticas para ir a la escuela. La profesora Anh es muy amable y cariñosa, todos la quieren. Antes, tardé 3 años en aprender a leer y escribir, ahora sé leer, escribir y calcular”.

Para los niños que deben esforzarse desde pequeños, el valor de la alfabetización está estrechamente ligado al valor de la vida real. Tran Ba Minh (15 años) reflexiona con mayor madurez de la que le corresponde por su edad: “Me alegra ir a la escuela. El aula está llena y el profesor explica de forma sencilla. Si no entiendo algo, el profesor me lo explica todo y nunca me regaña. Creo que cuando sepa leer y escribir, sabré cómo ganarme la vida y mantener a mi familia”.

Al igual que Minh, Tran Anh Thu (de 14 años) sintió el silencioso sacrificio del maestro: "Usted es mayor, pero aún así intenta enseñarnos, estamos felices y lo queremos mucho. Habla con suavidad, nunca con dureza, por lo que me resulta más fácil entenderlo".
Más de diez años, un tiempo breve en la vida de una persona, pero una trayectoria extraordinaria para una clase de voluntarios. Más de mil niños han pasado por esta clase, llevándose consigo el conocimiento y la bondad necesarios para afrontar la vida. Algunos continúan sus estudios, otros se incorporan a la formación profesional, pero todos guardan el hermoso recuerdo de la maestra que les enseñaba bajo la luz de la lámpara.

Para la maestra de 80 años, la felicidad de la vejez es muy sencilla. Es el momento en que ve a sus alumnos progresar día a día, o simplemente la alegría inocente de un niño que corre a presumir: "¡Maestra, hoy vi las palabras 'Pho Bo' en la calle, ya puedo leerlas!".
Para la gente común, las palabras "Pho Bo" son solo un símbolo inanimado, pero para los maestros y alumnos de esta clase benéfica, representan la apertura de un mundo nuevo. Es la prueba de que los niños han escapado de la oscuridad del analfabetismo y pueden mirar con confianza la vida que los rodea.

La clase de la Sra. Nguyen Thi Anh no es solo un lugar para impartir conocimientos, sino también un segundo hogar, un espacio para cultivar el amor y la compasión. Las palabras sembradas en esta clase tan especial serán un valioso tesoro que ayudará a los niños a desenvolverse con confianza en la vida y les abrirá las puertas de la esperanza para el futuro.
Fuente: https://baotintuc.vn/van-de-quan-tam/nguoi-lai-do-u80-va-lop-hoc-thap-sang-nhung-manh-doi-trong-dem-20251119222330960.htm






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