La exposición a altas temperaturas hace que la frecuencia cardíaca aumente y que el corazón trabaje más, provocando así angina, confusión y debilidad.
Las temperaturas extremas aumentan el riesgo de problemas de salud, especialmente para las personas con enfermedades crónicas, incluidas las enfermedades cardíacas. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), la interacción de las altas temperaturas y las enfermedades cardiovasculares contribuye a una cuarta parte de las muertes relacionadas con el calor en el país cada año. Cuanto más alta la temperatura, mayor la amenaza.
Un estudio reciente en la revista Circulation evaluó la mortalidad cardiovascular durante siete años en Kuwait, donde las temperaturas diurnas pueden alcanzar más de 40 grados Celsius durante los meses más calurosos. Encontraron un vínculo entre el aumento de temperatura y un mayor riesgo de muerte cardiovascular, la mayoría de las cuales ocurrieron entre 35 grados Celsius y 43 grados Celsius.
La exposición a altas temperaturas no sólo aumenta el riesgo de agotamiento por calor, sino que también puede suponer una carga particular para la salud cardiovascular. Pone presión sobre el sistema cardiovascular porque la pérdida de agua a través del sudor así como la temperatura elevada hacen que la frecuencia cardíaca aumente significativamente y el corazón tenga que trabajar más. Esto puede aumentar el riesgo de sufrir angina de pecho, arritmia (latidos cardíacos irregulares) e incluso insuficiencia cardíaca.
Para las personas con enfermedades cardíacas, se deben seguir estrategias básicas para mantenerse frescos.
Esté atento al pronóstico del tiempo para los días especialmente calurosos y permanezca en casa esos días. Si la temperatura en su casa es demasiado alta, vaya a un centro médico o al lugar más cercano que tenga aire acondicionado. Si debes salir, las tardes y las primeras horas de la mañana suelen ser los momentos más frescos del día. Descanse a la sombra siempre que sea posible.
Cuando esté al aire libre, trate de beber un sorbo de agua (aproximadamente 20 ml) cada 20 minutos y configure un temporizador para recordárselo. Si tiene insuficiencia cardíaca, pregúntele a su médico cuánto líquido debe beber cada día, ya que el líquido puede acumularse y causar hinchazón. Si está tomando un diurético, pregunte cuánto tomar cuando hace calor.
Evite beber refrescos carbonatados o jugos de frutas, limite el consumo de alcohol. Los refrescos carbonatados y los jugos de frutas pueden retardar la absorción de agua del sistema digestivo a la sangre. Algunos estudios han descubierto que beber demasiado alcohol puede aumentar el riesgo de sufrir un golpe de calor cuando hace calor.
Las quemaduras solares afectan la capacidad del cuerpo para enfriarse y aumentan la deshidratación. Use un sombrero de ala ancha, gafas de sol y ropa ligera, holgada y de colores claros. Además, aplique una cantidad generosa de protector solar de amplio espectro o protector solar UVA/UVB con FPS 30 o superior en toda la piel expuesta 30 minutos antes de salir. Debe volver a aplicarse cada hora después de salir.
Las personas con enfermedades cardíacas deben tener en cuenta que cuando los síntomas se vuelven más graves (dificultad para respirar, dolor en el pecho, palpitaciones, incluso desmayos...), deben acudir a un centro médico de inmediato para recibir un tratamiento oportuno.
El Sr. B. Tran Quoc Quy
Unidad de Cuidados Intensivos Cardiovasculares, 108 Hospital Militar Central
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