El consumo excesivo de bebidas azucaradas puede aumentar el riesgo de enfermedades no transmisibles, incluida la diabetes.
Las bebidas azucaradas, según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), son todas las bebidas que contienen azúcares libres (azúcares añadidos), incluidas las bebidas no alcohólicas, carbonatadas o no carbonatadas; los zumos de frutas y verduras; las bebidas de frutas y verduras en forma de bebida; los concentrados líquidos y en polvo, las aguas saborizadas, las bebidas energéticas y las bebidas deportivas; los tés listos para beber; los cafés listos para beber y las bebidas lácteas saborizadas.
Según la OMS, en 2002, el vietnamita promedio consumía 6,04 litros de bebidas azucaradas. En 2021, esta cifra fue de 55,78 litros, un aumento de diez veces. El consumo excesivo de azúcar, especialmente de bebidas azucaradas, es una de las principales causas de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
La Dra. Ngo Thi Ha Phuong, del Instituto Nacional de Nutrición, afirmó que el azúcar presente en las bebidas altera el metabolismo corporal, afectando la insulina, el colesterol y los metabolitos, lo que provoca hipertensión arterial e inflamación. Estos cambios aumentan el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, caries, síndrome metabólico y enfermedades hepáticas.
"Existe una asociación positiva entre el consumo de bebidas azucaradas y una mayor resistencia a la insulina en niños y adolescentes", afirmó el Dr. Phuong, y añadió que el estudio demostró que por cada 250 g (o 250 ml) adicionales de bebidas azucaradas consumidas, un marcador de resistencia a la insulina (marcador HOMA-IR) en niños y adolescentes aumentó un 5 %.
Además, las bebidas azucaradas aumentan la cantidad de azúcar y carbohidratos que se absorben rápidamente, lo que provoca un aumento de los niveles de azúcar en sangre. Esto, a su vez, genera factores de riesgo para la diabetes tipo 2, como inflamación, resistencia a la insulina y deterioro de la función de las células beta (células del páncreas que secretan la hormona insulina para reducir el azúcar en sangre).
Por otro lado, los azúcares libres de las bebidas azucaradas (fructosa, sacarosa...) pueden provocar hígado graso y aumento de azúcar en sangre después de las comidas, lo que lleva a un aumento de la inflamación, resistencia a la insulina, reducción de la función de las células beta en el páncreas, dando lugar a diabetes tipo 2.
Los resultados de una encuesta muestran que en Vietnam hay aproximadamente 7 millones de personas con diabetes. De ellas, más del 55 % presenta complicaciones cardiovasculares, oculares, neurológicas y renales. Las complicaciones en pacientes diabéticos no solo aumentan los costos médicos, sino que también reducen su calidad de vida.
La OMS recomienda consumir menos de 25 g de azúcar al día (incluyendo bebidas), la mitad de la cantidad promedio que consume un vietnamita hoy en día. Adultos y niños deben reducir la cantidad de azúcar libre a menos del 10 % de la ingesta energética diaria total. Si esta proporción es inferior al 5 %, equivalente a 25 g o 5 cucharaditas, será más beneficioso para la salud.
Las bebidas azucaradas aumentan el riesgo de diabetes. Foto: Freepik
En términos de política, la OMS también recomienda que los países implementen una combinación de tres soluciones: educación mediática, restricción de la publicidad de bebidas azucaradas dirigida a niños e impuestos sobre las bebidas azucaradas. De estas, imponer impuestos sobre las bebidas azucaradas se considera la política más eficaz, actualmente aplicada en 115 países y territorios, lo que ayuda a reducir el consumo de este tipo de bebidas y a prevenir enfermedades no transmisibles relacionadas.
Según el Dr. Phuong, imponer un impuesto a las bebidas azucaradas podría ser una estrategia beneficiosa para todos: para la salud pública (contención de los costos de atención médica), para los ingresos del gobierno y para la equidad en materia de salud.
Compartiendo la misma opinión, el Sr. Mark Goodchild, economista de la OMS en Ginebra, también recomendó aplicar un impuesto especial al consumo a las bebidas azucaradas. Al igual que ocurre con el tabaco y el alcohol, aumentar los impuestos a estos productos nocivos para la salud es la medida más eficaz para reducir el consumo.
Según el Sr. Goodchild, al imponer un impuesto a las bebidas azucaradas, tanto los consumidores como las empresas se beneficiarán. Los consumidores optarán por productos más saludables. Esto puede impulsar la industria alimentaria y de bebidas, creando más empleo y un crecimiento similar al de otros sectores de la economía.
Se prevé que el proyecto de Ley del Impuesto Especial al Consumo se presente a la Asamblea Nacional para su análisis en el séptimo periodo de sesiones (mayo de 2024) y se apruebe en el octavo periodo de sesiones (octubre de 2024). En particular, el Ministerio de Hacienda estudiará la incorporación de un impuesto especial al consumo a productos nocivos para la salud y el medio ambiente, incluidas las bebidas azucaradas.
Le Nga
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