
Los astronautas pueden sufrir daños en la visión (Ilustración: Getty).
Los investigadores estadounidenses se centraron en el síndrome de neuropatía óptica asociada a los vuelos espaciales (SANS), un término que describe la discapacidad visual que se produce al pasar períodos prolongados en el espacio.
Si bien los síntomas del síndrome neuroléptico anómalo (SANS) pueden remitir cuando los astronautas regresan a la Tierra, la recuperación no siempre es sencilla. La identificación temprana de las personas de alto riesgo permite implementar precauciones previas al vuelo.
«Nuestros modelos muestran una precisión prometedora, incluso cuando se entrenan con datos limitados», afirmó el oftalmólogo Alex Huang (UC San Diego). «En esencia, estamos utilizando la IA para proporcionar a los médicos una herramienta que les permita predecir qué patologías se desarrollarán en el espacio, incluso antes de que el astronauta abandone la Tierra».
Debido a que muy pocas personas han viajado al espacio, el conjunto de datos para entrenar el modelo aún es bastante reducido. El equipo utilizó una supercomputadora de la Universidad de California en San Diego para desarrollar un modelo de aprendizaje profundo capaz de detectar características oculares asociadas al síndrome de apnea obstructiva del sueño (SANS). Los datos incluían muestras de personas que nunca habían viajado al espacio, pero que habían experimentado microgravedad simulada.
Para aumentar el tamaño de la muestra, el equipo dividió los escaneos oculares en miles de cortes, lo que permitió al modelo analizar cada estructura en detalle. Una vez completado, el modelo tenía una precisión de aproximadamente el 82 % en la predicción del riesgo de SANS, basándose en escaneos oculares previos al vuelo con los que nunca se había entrenado.
Los resultados mostraron que los cambios oculares relacionados con SANS en microgravedad simulada fueron altamente consistentes con los datos de vuelos espaciales reales, lo que sugiere que las simulaciones de microgravedad reproducen efectos fisiológicos clave en el ojo.
«Uno de los hallazgos más llamativos fue la similitud en los patrones de atención de la IA entre los datos espaciales y los datos terrestres», afirmó el oftalmólogo Mark Christopher (UC San Diego). «Esto refuerza el argumento de que los datos simulados pueden utilizarse para estudiar la salud en el espacio, un enfoque muy prometedor».
Al analizar las áreas donde se concentra la IA, el estudio también proporciona una mayor comprensión del mecanismo de formación del SANS, incluidos los cambios en la capa de fibras nerviosas de la retina y el epitelio pigmentario de la retina en la parte posterior del ojo.
El equipo de investigación destaca que el sistema de detección SANS no puede implementarse de inmediato, pero el objetivo a largo plazo es detectar los riesgos de forma temprana, lo que permitirá desarrollar estrategias de intervención durante las misiones espaciales.
Para hacer posibles los viajes más largos y a destinos más lejanos, la industria espacial necesita abordar los riesgos conocidos para la salud, como las alteraciones óseas, cardiovasculares y cerebrales.
“Los resultados y modelos del estudio aún se encuentran en etapas iniciales, pero constituyen una base sólida. Con más datos y perfeccionamiento, esta tecnología podría convertirse en una parte esencial de los planes de atención médica para futuros astronautas”, afirmó el Dr. Huang.
Fuente: https://dantri.com.vn/khoa-hoc/nha-du-hanh-vu-tru-co-the-bi-ton-thuong-thi-luc-ra-sao-20251114005938765.htm






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