Mayo, llega el verano. Nuestros recuerdos de la época agrícola se asocian con los campos y las plantaciones. Además de arados, azadas y carretas de bueyes, el par de varas y la vara de hombro son herramientas indispensables para el sustento de los agricultores.
Las generaciones más jóvenes de hoy, a excepción de las familias de "Tres generaciones bajo un mismo techo", "Cuatro generaciones bajo un mismo techo" con tres o cuatro generaciones viviendo juntas, pueden tener abuelos o padres que aún tengan algunos recuerdos del par de cañas de bambú y las varas de transporte hechas de ratán, bambú... Y, estoy seguro de que las generaciones más jóvenes tendrán muy poca oportunidad de verlos, y mucho menos de usarlos. Porque hoy en día en el mercado, el par de cañas de bambú y las varas de transporte ya no se usan mucho, hay otros artículos que los han reemplazado como: carretillas, bicicletas, motocicletas... El par de cañas de bambú que todavía existen solo se usan para el turismo y compañías de teatro, equipos de cine. Debido a que la demanda de consumo ya no es alta, la producción ya no es tan rústica y extendida como antes. En la época de nuestros abuelos y padres, para ganarse la vida en los campos del pueblo, en los campos, o para comerciar en el mercado, necesitaban un par de cañas de bambú, una vara de transporte y dos cestas para transportar las mercancías al lugar donde debían usarse; Así que la historia sobre el par de postes y el poste que los transportaba es siempre un tema atractivo y curioso.
Durante mi infancia, sobre todo durante las vacaciones de verano, mi padre solía llevarme al bosque en carretas de bueyes a recoger leña y madera; mi trabajo principal era pastorear vacas. Después de esos viajes, veía a mi padre traer unas varas de ratán de 5 a 7 m de largo. En las noches de luna o en su tiempo libre, mi padre tomaba las varas de ratán remojadas en agua del estanque de casa, las cortaba en pequeñas hebras de diferentes longitudes y las ataba en pares para el uso diario en familia. Mi padre solía hacer varios pares a la vez, largos o cortos, para toda la familia, desde adultos hasta niños. Yo también tenía un par. Las varas de ratán se usaban a menudo con un par de cestas de bambú para guardar y transportar cosas. También vi a mi padre usar alicates para quitar las espinas de las bobinas de alambre de zinc, haciendo pares de varas de hierro para transportar objetos pesados y toscos como leña, arroz, etc. Las varas de hierro se usaban con menos frecuencia como cestas. En cuanto a las varas para el hombro, podían fabricarse con diversos tipos de árboles. Existe una vara de madera, pulida por carpinteros, con marcadores en ambos extremos para sujetarla; este tipo suele ser utilizado por madres y hermanas para transportar objetos pequeños y ligeros de uso diario. Las varas que usan jóvenes y adultos para transportar arroz, fertilizante, haces de leña o productos agrícolas son más duras y cortas. Este tipo de vara suele estar hecha de bambú. Se toman raíces de bambú con nudos más pequeños, duros y flexibles, y se tallan en una vara, larga o corta, de modo que, al colocarla sobre el hombro, tenga el tamaño justo para que las manos sujeten las dos correas. Los dos extremos de la vara se tallan en dos juntas para engancharse a los dos extremos de las varas...
Cuando estaba en la secundaria, en la década de 1980, solía usar la vara de madera de mi madre, con dos extremos afilados, para transportar cubos de agua del río o arroyo del pueblo a tinajas recubiertas de alumbre para cocinar y bañarse a diario. Quienes llevaban la vara no estaban acostumbrados, así que, al cargarla, el cubo se balanceaba, posiblemente golpeándoles los pies o salpicando agua, pero poco a poco se acostumbraron y dejaron de balancearse. En mi pueblo natal, una comuna puramente agrícola del distrito de Ham Thuan Nam, la vara y el par de cestas siempre estaban presentes en los hombros de madres y hermanas para las actividades diarias.
Ahora, mi pueblo natal ya no tiene arrozales; las riberas y los campos desaparecen cada día. La imagen de una madre, una hija o un agricultor cargando una vara al hombro ha desaparecido por completo. Con el progreso de la sociedad y el desarrollo de la ciencia y la tecnología, las máquinas han reemplazado gradualmente a las herramientas primitivas, ayudando a las personas a no gastar mucho esfuerzo ni sudor en el trabajo diario. Pero honestamente, en mi mente y en la de quienes han vivido en el campo y luego han ido a trabajar a la ciudad, cada vez que regreso a mi pueblo, no puedo evitar sentir nostalgia por la simple pero poética imagen de cargar una vara al hombro. Recuerdo los tiempos en que llevaba agua bajo la luz de la luna, colocando la vara sobre dos cubos para que reposara, y la imagen de los niños esperando a que su madre regresara del mercado para ver si había algo en la vara... y mi corazón palpita de nostalgia por el campo de antaño, por las dos varas de una época de pobreza y penurias.
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