Los primeros días del extraño virus
A principios de 2020, el mundo empezó a hablar de una nueva cepa de virus que apareció en Wuhan (China), llamada SARS-CoV-2. En aquel entonces, la mayoría de nosotros todavía lo considerábamos “un lugar lejano”, como ocurrió con el SARS o el MERS. Pero apenas unas semanas después, Vietnam registró sus primeros casos en Ciudad Ho Chi Minh. Ho Chi Minh y Vinh Phuc. Fue el momento en que el país se topó por primera vez con los términos “ cuarentena ”, “distanciamiento social” y “confinamiento regional”, cosas que antes sólo habían aparecido en películas de ciencia ficción.
Virus SARS-CoV-2: el agente causante de la pandemia de Covid-19 junto a la estructura de la cadena de ARN
El virus se propagó rápidamente, aparentemente fuera de control. Cada calle, cada barrio y cada comuna se fue quedando poco a poco en silencio. Las zonas residenciales normalmente bulliciosas de repente se convirtieron en zonas de cuarentena. Los casos iniciales fueron pocos y espaciados, pero pronto los números comenzaron a crecer exponencialmente. De unas pocas decenas de casos se enferman cada día cientos, miles, decenas de miles de personas, una cifra antes inimaginable.
Directiva 16: un hito en la época
El 31 de marzo de 2020, el Primer Ministro emitió la Directiva No. 16/CT-TTg, un documento que marca un punto de inflexión importante en el trabajo de prevención y control de epidemias en Vietnam. La frase “distanciamiento social nacional” entró oficialmente en vigencia y se convirtió en el foco de cada discusión y cada decisión del gobierno y del pueblo.
Los días de TP. En Ciudad Ho Chi Minh existe una normativa que establece que "cada uno debe permanecer donde está". Después de las 6 p. m., las calles quedan vacías de personas y solo las fuerzas que participan en la lucha contra la epidemia pueden transitar por ellas. En la foto: Una ambulancia circula por la calle Nguyen Tri Phuong, distrito 10, ciudad de Ho Chi Minh, a las 19:12 h. el 27 de julio - Foto: Quang Dinh
Según esta directiva, las localidades deben minimizar las reuniones masivas, suspender temporalmente todas las actividades comerciales no esenciales y pedir a las personas que se queden en casa y salgan solo cuando sea absolutamente necesario. Las carreteras, que antes eran transitadas, ahora sólo albergan unas cuantas ambulancias, camiones de suministros y vehículos militares que apoyan las líneas del frente.
Esta es una decisión sin precedentes. Pero fue esa decisión la que salvó muchas vidas y le dio al sistema de salud tiempo valioso para prepararse. Todo el país unido “lucha” por superar. Desde los médicos y enfermeras en primera línea, la policía y las fuerzas militares que apoyan el rastreo de contactos y el control de epidemias, hasta todos los ciudadanos que siguen estrictamente los requisitos de distanciamiento social.
Un embrujo inolvidable
Las epidemias no son sólo cifras de personas sin vida. Detrás de cada caso positivo hay una familia en crisis. Detrás de cada muerte hay funerales silenciosos, llenos de lágrimas y dolor. Algunas personas perdieron a sus seres queridos pero no pudieron acercarse lo suficiente para despedirse, algunos eran el sostén de sus familias pero permanecieron en el hospital de campaña.
Áreas de cuarentena F1 y F0, Hospital de Campaña (fuente: Periódico de la Policía de la Ciudad de Ho Chi Minh)
Las ambulancias con pacientes llegaron por la noche. Áreas de tratamiento sobrepobladas, falta de ventiladores, falta de oxígeno. Los médicos trabajan incansablemente y algunos se desploman por agotamiento. Clips de gente llorando y pidiendo ser hospitalizada, noticias diarias con el número de infectados y muertos... todo como una pesadilla colectiva que duró casi 2 años.
El pánico se extendió cuando “F0, F1, F2” se convirtió en una frase familiar. Aplicaciones de rastreo, códigos QR, certificados de vacunación… aparecen en todos los aspectos de la vida. Nunca antes el miedo ha sido tan concreto y abarcador. Nadie queda ileso, desde los estudiantes hasta los trabajadores, desde los empleados hasta los empresarios.
Las noticias sobre la COVID-19 vuelven a estar de moda, incluso más que el precio del oro.
A medida que pasó el tiempo, cuando las vacunas estaban ampliamente disponibles y la vida gradualmente volvió a la normalidad, la gente se olvidó temporalmente de esos días. Pero “olvidar temporalmente” no significa “olvidar”. En los últimos días, cuando en muchas localidades se registró el regreso de nuevas variantes y el número de casos aumentó esporádicamente, las noticias sobre el Covid volvieron a ser candentes.
Este “calor” no es sólo el número de casos, sino el regreso de la ansiedad. La gente comenzó nuevamente a buscar mascarillas, a consultar los calendarios de vacunas de refuerzo y a prestar más atención a su salud. En las redes sociales reaparecieron las advertencias y el intercambio de síntomas, como un recordatorio: la pandemia quizá ya no sea una tormenta furiosa, pero sigue ahí, esperando regresar.
Mientras los precios del oro fluctúan constantemente, provocando agitación en el mercado financiero, las noticias sobre el Covid se han convertido en una preocupación más universal, porque afecta a todas las familias y a todos los individuos. Nadie es inmune a las enfermedades. Y nadie puede estar seguro de que no habrá un nuevo brote en el futuro.
No seas subjetivo
La epidemia puede remitir, pero las lecciones de la pandemia siguen intactas: no hay que ser subjetivo, no tomarlo a la ligera y no demorarlo. Ese es el espíritu que ayudó a Vietnam a superar sus días más oscuros. Y eso es lo que nos ayudará a afrontar la situación si la pandemia regresa nuevamente.
Es hora de que todos miremos atrás, recordemos y actuemos. Manténgase saludable, practique la higiene personal, cuide a su comunidad y apóyese unos a otros. Hemos superado esa crisis antes y ciertamente podemos superarla si permanecemos unidos, alertas y disciplinados.
Fuente: https://baobinhphuoc.com.vn/news/9/172984/nho-lai-nhung-ngay-dau-covid-19-va-noi-am-anh-van-chua-ngu-yen
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