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El dolor de la medicina falsa y la leche falsa

Los medicamentos falsificados y la leche falsificada amenazan directamente la salud pública y se están convirtiendo en un problema cada vez más acuciante que requiere medidas estrictas de gestión, inspección y supervisión.

Báo Đầu tưBáo Đầu tư29/12/2024


Autoridades incautan medicamentos y alimentos funcionales falsos y de mala calidad

Autoridades incautan medicamentos y alimentos funcionales falsos y de mala calidad

Consecuencias especialmente graves de los medicamentos y la leche falsificados

Recientemente, la Policía Provincial de Thanh Hoa desmanteló una red nacional de producción y comercio de medicamentos falsificados. Todos los medicamentos falsificados eran productos con licencia de circulación del Ministerio de Salud , como Tetraciclina, Clorocid, Pharcoter y Neo-Codion. Los medicamentos falsificados se elaboraban con ingredientes de origen desconocido y se envasaban de forma sofisticada.

Los medicamentos falsificados no suelen llegar a los hospitales, pero el peligro radica en que pueden infiltrarse fácilmente en las farmacias privadas, el primer lugar al que acuden muchas personas cuando están enfermas. Algunos propietarios de farmacias, con ánimo de lucro, ignoran la ley, apoyan los productos falsificados y ponen a los pacientes en situaciones peligrosas.

El doctor Nguyen Huy Hoang (Centro de Oxígeno Hiperbárico Vietnam-Rusia) advirtió que los medicamentos falsificados no solo causan fracasos terapéuticos, sino que también pueden provocar complicaciones peligrosas, incluso la muerte. Esto ya no es un problema aislado, sino que se ha convertido en un desafío global. En Vietnam, donde el sistema de distribución de medicamentos aún presenta numerosas lagunas, este riesgo es aún mayor.

En primer lugar, el sector salud necesita realizar una revisión integral de todo el sistema, desde el proceso de anuncio, licitación e importación hasta la distribución de productos médicos.

No solo los medicamentos falsos, sino también un producto nutricional especial, la leche, también se ven afectados por el abuso y la falsificación. Recientemente, se descubrieron en el mercado más de 600 productos lácteos que no cumplen con los requisitos de declaración, incluyendo productos suministrados en los hospitales más prestigiosos del país. Si bien el hospital retiró los productos del mercado y reembolsó el dinero a los pacientes, esta es solo una medida de "apagar el fuego". El problema subyacente es la falta de un control estricto en la inspección y declaración de productos.

Es especialmente grave que estos productos lácteos falsos se dirijan principalmente a consumidores como bebés, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas, grupos con baja resistencia que requieren la máxima protección. El uso de productos de baja calidad puede causar consecuencias impredecibles, como diarrea, alergias, trastornos digestivos, infecciones e incluso intoxicaciones si contienen sustancias prohibidas o metales pesados.

Las autoridades han respondido con rapidez, pero la gran pregunta es: ¿cómo pudieron estas redes de contrabando a gran escala operar durante tanto tiempo sin ser detectadas? ¿Es posible que el proceso de vigilancia e inspección sea deficiente y que los estafadores se estén volviendo más sofisticados?

Además, el hecho de que productos lácteos falsificados o medicamentos de mala calidad puedan acceder fácilmente al mercado de manera legal muestra una laxitud en el control de calidad y la supervisión.

Reforma del sistema de salud y endurecimiento del control

Según el Decreto n.º 15/2018/ND-CP, el anuncio y el registro de las declaraciones de producto son obligatorios para alimentos de protección sanitaria, alimentos nutricionales médicos, alimentos para dietas especiales y productos para niños de hasta 36 meses de edad. El expediente de anuncio y registro debe incluir resultados de pruebas válidos, evidencia científica que demuestre la eficacia del producto e información completa sobre los ingredientes y el fabricante.

El artículo 194 del Código Penal de 2015 (modificado y ampliado en 2017) estipula claramente que la producción y el comercio de medicamentos falsificados pueden ser perseguidos con una pena mínima de dos años de prisión y una máxima de muerte. Esto demuestra claramente el rigor de la ley en el tratamiento de actos que amenazan directamente la salud pública.

Los recientes casos de medicamentos y leche falsificados demuestran claramente el grave deterioro de la capacidad de inspección y gestión de la calidad, lo que provoca que productos falsificados y de mala calidad ingresen al sistema sanitario y lleguen a los pacientes. Las consecuencias no solo son complicaciones, lesiones físicas y efectos en la salud de los usuarios, sino también la pérdida de confianza en el sistema sanitario y médico nacional. Entonces, ¿cuál es la solución?

Según los expertos, en primer lugar, el sector salud necesita realizar una revisión integral de todo el sistema, desde el proceso de anuncio, la licitación y la importación hasta la distribución de productos médicos. El endurecimiento de las regulaciones sobre el anuncio de productos, especialmente para productos destinados a grupos sensibles como bebés, ancianos y personas con enfermedades crónicas, es inaplazable. Cada producto en circulación debe estar respaldado por evidencia científica auténtica, resultados de pruebas independientes y estar sujeto a un estricto control de origen e ingredientes.

Al mismo tiempo, es imperativo fortalecer las auditorías posteriores, las inspecciones sorpresivas y sancionar severamente a las organizaciones e individuos que infrinjan la ley. Es imposible que las empresas cometan infracciones masivas, solo reciban sanciones administrativas y luego sigan operando como si nada hubiera pasado. El rigor de la ley, con suficientes sanciones disuasorias, es la herramienta eficaz para sanear el mercado.

Además, el sector sanitario necesita aplicar urgentemente la tecnología a la monitorización e inspección de productos. El uso de códigos QR para la trazabilidad, software de gestión farmacéutica e historiales médicos electrónicos no solo ayuda a detectar errores de forma temprana, sino que también aumenta la transparencia en toda la cadena de suministro. En particular, los medios de comunicación desempeñan un papel fundamental en la concienciación pública. Los consumidores necesitan estar bien informados para protegerse y evitar comprar productos a través de redes sociales y canales no oficiales que presentan demasiados riesgos.

La salud pública es la base de un país desarrollado. Esa base solo puede ser sólida si se construye sobre la honestidad, la transparencia y un sistema de gestión lo suficientemente sólido como para proteger a las personas de todos los riesgos del mercado. Cuando los medicamentos y la leche falsificados aún prosperen; cuando los negocios fraudulentos sigan proliferando; cuando la indiferencia siga encubriéndose con áridos documentos administrativos, todos los esfuerzos por reformar la sanidad serán meros promesas vacías.

Ha llegado el momento de que el sector salud y las agencias reguladoras dejen de intentar apagar incendios cada vez que se produce una infracción, y tomen medidas proactivas, integrales y exhaustivas. Porque si la confianza de la gente continúa erosionándose, la pérdida no solo será de reputación o dinero, sino también el colapso total de un sistema construido sobre las expectativas de millones de pacientes en todo el país.

Fuente: https://baodautu.vn/nhuc-nhoi-thuoc-gia-sua-gia-d270320.html


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