Comprender sus factores de riesgo es importante para la detección temprana y la prevención. Los siguientes grupos de personas tienen un alto riesgo de padecer enfermedad del hígado graso:
personas obesas
La obesidad es un factor de riesgo importante para la enfermedad del hígado graso.
La obesidad es un factor de riesgo importante para la enfermedad del hígado graso no alcohólico. El aumento excesivo de peso, especialmente en la cintura, aumenta la acumulación de grasa en el hígado, según el sitio web de salud Livestrong (EE. UU.).
Numerosos estudios han demostrado que la enfermedad del hígado graso está estrechamente relacionada con la obesidad, incluso más que el consumo excesivo de alcohol. Mantener un peso saludable mediante la dieta y el ejercicio es esencial para reducir este riesgo.
Personas con diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2 está estrechamente relacionada con el hígado graso. La resistencia a la insulina en los diabéticos aumenta la acumulación de grasa en el hígado.
La prevalencia de la enfermedad del hígado graso es significativamente mayor en personas con diabetes tipo 2 que en la población general. Un buen control de la glucemia es importante para reducir el riesgo de padecerla.
Personas con síndrome metabólico
El síndrome metabólico incluye afecciones como hipertensión arterial, niveles altos de azúcar en sangre, exceso de grasa abdominal y niveles anormalmente altos de colesterol "malo". Las personas con múltiples factores de síndrome metabólico tienen mayor riesgo de hígado graso.
Personas con niveles altos de colesterol y triglicéridos
niveles de colesterol y triglicéridos La hipertensión arterial puede aumentar la acumulación de grasa en el hígado. Por lo tanto, las personas con hígado graso suelen presentar dislipidemia. Controlar los niveles de lípidos mediante dieta, ejercicio y medicación cuando sea necesario ayudará a reducir el riesgo de hígado graso.
Comedores poco saludables
La dieta juega un papel importante en la salud del hígado. Consumir demasiados alimentos procesados, carnes rojas, vísceras de animales y azúcares refinados aumenta el riesgo de hígado graso.
Por el contrario, una dieta rica en legumbres y frutos secos ayuda a reducir este riesgo. Por lo tanto, mantener una dieta equilibrada rica en verduras, cereales integrales y proteínas saludables es esencial para proteger el hígado, según Livestrong.
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Fuente: https://thanhnien.vn/nhung-ai-de-bi-gan-nhiem-mo-185250313140134118.htm
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