100 gramos de sandía contienen 112 mg de potasio, 8 mg de vitamina C, 10 mg de magnesio y 0,4 gramos de fibra.
Un estudio publicado en la revista Nutrients descubrió que las personas que comen sandía con regularidad tienden a tener dietas más saludables que aquellas que rara vez la comen, según el sitio web estadounidense Eating Well .
Las personas con síndrome del intestino irritable deben tener cuidado al comer sandía.
Aunque deliciosa y nutritiva, algunas personas deberían limitar o incluso evitar la sandía. Algunas recomendaciones de salud sugieren que las personas con síndrome del intestino irritable deberían evitarla.
El síndrome del intestino irritable es un trastorno digestivo caracterizado por síntomas como dolor abdominal, diarrea, hinchazón o estreñimiento. La causa de esta afección aún no está clara. Sin embargo, un estudio publicado en la revista Medical Hypotheses sugiere que el síndrome del intestino irritable está relacionado con la malabsorción de fructosa, un azúcar natural presente en la miel y las frutas.
La absorción de fructosa varía de persona a persona. Algunas personas toleran hasta 30 gramos de fructosa, mientras que otras solo toleran hasta 5 gramos. La sandía es rica en fructosa, un azúcar natural. Las personas con síndrome del intestino irritable no pueden absorber este azúcar, por lo que comer sandía puede empeorar sus síntomas.
Las personas con reflujo gastroesofágico pueden comer sandía, pero no deben comer demasiada.
No solo la sandía, sino también algunas frutas como el mango y la manzana tienen un alto contenido de fructosa. Algunos productos, como los jarabes y los zumos de frutas, también pueden contener grandes cantidades de fructosa y desencadenar síntomas del síndrome del intestino irritable.
Además del síndrome del intestino irritable, las enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa También se recomienda tener precaución al consumir sandía. Además, las personas con estas enfermedades deben evitar los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como el pescado y las semillas de lino.
Las personas con reflujo gastroesofágico pueden comer sandía, pero no en exceso, ya que es rica en licopeno. Según Eating Well, en quienes padecen reflujo, el licopeno puede causar síntomas molestos como calambres estomacales y acidez, además de empeorar las molestias del reflujo.
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