La función principal de los riñones es filtrar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo, y equilibrar los niveles de azúcar y minerales en la sangre. Sin embargo, los riñones también son vulnerables al daño. Algunos hábitos cotidianos pueden perjudicar su salud.
La enfermedad renal crónica es una afección en la que la función renal disminuye con el tiempo. En las primeras etapas, los pacientes a menudo no presentan síntomas. Sin embargo, en algunos casos, pueden sentirse cansados, perder peso o tener orina espumosa, según el sitio web de salud Verywell Health (EE. UU.).
El uso excesivo de antiinflamatorios no esteroideos puede aumentar el riesgo de enfermedad renal crónica.
A medida que la enfermedad renal crónica progresa, las personas pueden experimentar náuseas, vómitos, micción frecuente, debilidad, piel seca, hinchazón de piernas, calambres musculares y otros síntomas. Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer enfermedad renal crónica se incluyen los antecedentes familiares, la diabetes y la hipertensión arterial. Los expertos creen que la obesidad también aumenta el riesgo de enfermedad renal crónica porque hace que las personas sean más susceptibles a la diabetes y la hipertensión arterial.
Uno de los factores menos conocidos que pueden contribuir a la enfermedad renal crónica es el uso excesivo de antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como la aspirina, el ibuprofeno, el naproxeno o el diclofenaco. Si ya padece la enfermedad, estos medicamentos pueden empeorar sus síntomas.
Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) se utilizan comúnmente para aliviar el dolor, como el de cabeza o el dolor articular persistente. Si bien su uso a corto plazo puede causar efectos secundarios como úlceras estomacales, generalmente se consideran seguros.
Sin embargo, el uso prolongado de este medicamento puede tener efectos negativos en los riñones. Los antiinflamatorios no esteroideos pueden reducir el flujo sanguíneo a los riñones. Con el tiempo, esta condición puede dañar la función renal, especialmente en personas con hipertensión o diabetes.
Por lo tanto, para reducir el daño renal, los expertos recomiendan tomar el medicamento a una dosis moderadamente baja. Si una dosis baja resulta eficaz, no se debe aumentar la dosis. Asimismo, los pacientes deben evitar tomarlo durante un tiempo prolongado, evitar combinar varios tipos de AINE y beber abundante agua.
Otros hábitos que aumentan el riesgo de enfermedad renal crónica incluyen fumar y consumir mucha carne procesada. Además, el consumo excesivo de sal provoca hipertensión arterial. Según Verywell Health , la hipertensión arterial prolongada también puede dañar los riñones y causar enfermedad renal crónica.
Fuente: https://thanhnien.vn/nhung-thoi-quen-it-nguoi-biet-de-khien-than-suy-yeu-185241113140452439.htm






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