El CO2 en niveles más altos (por encima de 1.000 ppm) puede afectar la cognición, causar somnolencia, náuseas y, en niveles extremadamente altos (40.000 ppm), puede ser potencialmente mortal - Foto: AI
Según información del Instituto Scripps de Oceanografía (EE.UU.), el promedio mensual de CO₂ en mayo de 2025 alcanzó 430,2 ppm, un aumento de 3,5 ppm en comparación con el mismo período del año anterior y el nivel más alto desde que comenzaron las mediciones precisas hace 67 años.
Mientras tanto, el Laboratorio de Monitoreo Global de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) también informó un nivel promedio mensual de CO₂ de 430,5 ppm.
El CO₂ es el principal gas de efecto invernadero producido por los seres humanos, principalmente a partir de la quema de combustibles fósiles. A medida que el CO₂ se acumula en la atmósfera, retiene el calor, actuando como un manto sobre la Tierra, provocando el aumento de las temperaturas globales y provocando diversas consecuencias: cambios en los patrones climáticos, olas de calor, sequías, incendios forestales, lluvias torrenciales, inundaciones y acidificación de los océanos.
Esta condición amenaza seriamente los ecosistemas marinos al perjudicar la capacidad de organismos como corales y crustáceos para formar conchas duras.
Las mediciones se realizaron en el Observatorio de Mauna Loa, ubicado a 3400 m de altitud en las laderas del volcán Mauna Loa (Hawái, EE. UU.), considerado el referente mundial en la monitorización del CO₂. Aquí también fue donde el científico Charles David Keeling, creador de la famosa curva de Keeling, comenzó a monitorizar las concentraciones de CO₂ en 1958.
Imagen del pasado: Tierra más cálida, niveles del mar más altos - Foto: AI
Los científicos estiman que las concentraciones actuales de CO₂ son comparables a las de un período de hace unos 4,1 a 4,5 millones de años, conocido como el "Óptimo Climático del Plioceno". Las temperaturas globales eran unos 3,9 °C más altas que las actuales, y el nivel del mar era hasta 24 metros más alto. Las zonas que ahora son tundra helada estuvieron cubiertas en su día por densos bosques.
Una característica notable es el ciclo del CO₂ en el hemisferio norte. La concentración de este gas suele ser mínima en septiembre, cuando las plantas absorben CO₂ para crecer, y alcanza su punto máximo en mayo, antes de que las plantas comiencen a reabsorberlo en verano. Por lo tanto, mayo siempre es la época del año en que las concentraciones de CO₂ son más altas.
Aunque las concentraciones actuales de CO₂ no afectan directamente la salud humana, en niveles más altos (por encima de 1.000 ppm), el CO₂ puede afectar la cognición, causar somnolencia, náuseas y, en niveles extremadamente altos (40.000 ppm), puede ser potencialmente mortal.
Los científicos advierten que sin recortes drásticos en las emisiones, los niveles de CO₂ seguirán aumentando y empujarán a la Tierra hacia escenarios climáticos irreversibles.
Fuente: https://tuoitre.vn/nong-do-co-trong-khi-quyen-cao-vuot-moi-thoi-20250607104414117.htm
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