Las tensiones entre Estados Unidos y China se intensifican

Las tensiones entre Estados Unidos y China siguieron aumentando cuando el presidente Donald Trump publicó en la red social Truth Social el 4 de junio (hora de Vietnam) su respeto personal por el presidente Xi Jinping, pero enfatizó que Xi es "muy duro y extremadamente difícil de alcanzar un acuerdo".

Estas declaraciones se produjeron después de que la Casa Blanca revelara la posibilidad de una llamada telefónica entre ambos líderes esta semana para resolver sus diferencias sobre aranceles y comercio. Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lin Jian, afirmó que no había información que proporcionar sobre la llamada, al tiempo que criticaba a Estados Unidos por sabotear repetidamente los acuerdos bilaterales.

Las tensiones comerciales entre ambos países se han intensificado desde que Trump asumió el cargo.

En abril, Estados Unidos impuso aranceles de importación de hasta el 145% a los productos chinos, lo que llevó a Pekín a tomar represalias con aranceles del 125%. Tras dos días de conversaciones en Suiza a principios de mayo, ambas partes acordaron reducir los aranceles (al 30% y al 10%, respectivamente) durante 90 días para generar margen de negociación.

Sin embargo, la semana pasada, Trump y altos funcionarios estadounidenses acusaron a China de violar el acuerdo para retrasar la imposición de aranceles. Pekín rechazó las acusaciones, calificándolas de "infundadas".

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En la red social Truth Social, Trump expresó su respeto personal por el presidente chino, Xi Jinping, pero enfatizó que Xi es "muy duro y extremadamente difícil de alcanzar".

En una conferencia de prensa celebrada el 3 de junio, Lin Jian destacó que el acuerdo de Ginebra se alcanzó con base en los principios de respeto mutuo y consulta en igualdad de condiciones. Acusó a Estados Unidos de imponer reiteradamente medidas discriminatorias que perjudican los legítimos intereses de China.

En concreto, el 30 de mayo, el Global Times de China citó al New York Times , quien declaró que Estados Unidos había suspendido temporalmente la exportación de algunas tecnologías importantes a China, incluido el software de automatización de diseño electrónico (EDA). Previamente, el 22 de mayo, la administración Trump anunció una política de revocación de visas para estudiantes chinos, especialmente para aquellos que cursan carreras que Estados Unidos considera relacionadas con los "intereses estratégicos de China".

Lam también acusó a Estados Unidos de emitir una nueva guía disuasoria el 12 de mayo, declarando que las empresas globales de inteligencia artificial (IA) que utilizan chips Ascend producidos por Huawei serían consideradas una violación de las órdenes de control de exportaciones de Washington.

Los últimos movimientos han demostrado que ambas partes parecen estar adoptando una línea dura, lo que hace que la posibilidad de una llamada telefónica entre los dos líderes sea escasa.

Conflictos comerciales y tecnológicos

Estados Unidos y China, las dos economías más grandes del mundo, son profundamente interdependientes económicamente, pero también muy competitivas. El déficit comercial de Estados Unidos con China ha sido durante mucho tiempo un punto de conflicto.

Durante décadas, empresas estadounidenses como Apple, Tesla e Intel han invertido fuertemente en China para aprovechar los bajos costos de fabricación y un amplio mercado de consumo. Muchas empresas como Foxconn, ensambladora de iPhone, dependen de las cadenas de suministro chinas para fabricar productos a bajo costo.

Sin embargo, el desequilibrio comercial es un problema persistente. Estados Unidos importa enormes cantidades de bienes de China, mientras que China depende de Estados Unidos para sus exportaciones y su acceso a alta tecnología.

Los recientes aranceles de Trump y las represalias de China, aunque temporalmente enfriados por el acuerdo de Ginebra, han expuesto una profunda falta de confianza que amenaza con hacer un avance en las negociaciones.

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El Sr. Donald Trump (derecha) y el Sr. Xi Jinping en 2017. Foto: Politico

Si los aranceles son la superficie del conflicto, la tecnología, especialmente los semiconductores y los minerales estratégicos, está en el centro de las tensiones actuales entre Estados Unidos y China. Estados Unidos ha impuesto estrictos controles a la exportación de tecnología.

El 12 de mayo, el Departamento de Comercio de EE. UU. emitió una directriz que establece que las empresas globales de inteligencia artificial que utilizan chips Ascend fabricados por Huawei se considerarían una violación de los controles de exportación de Washington. Los chips Ascend, diseñados para competir con los productos de Nvidia, son fundamentales para las ambiciones de autosuficiencia tecnológica de China. Pekín criticó a EE. UU. por "abusar de los controles de exportación" y lo calificó de "intimidación unilateral".

Además de los chips, Estados Unidos también ha restringido la exportación de software de automatización de diseño electrónico (EDA ), una herramienta clave para el desarrollo de chips avanzados. Esta medida podría frenar los esfuerzos de China por construir una industria de semiconductores independiente. Mientras tanto, la política de revocar visas a estudiantes chinos en campos sensibles como la IA ha aumentado aún más las tensiones, ya que Pekín lo considera un intento de suprimir su propia fuerza laboral tecnológica.

Minerales críticos como el litio y las tierras raras también son puntos calientes. China controla gran parte del suministro mundial de tierras raras, mientras que Estados Unidos depende de estos minerales para industrias de alta tecnología, desde baterías para coches eléctricos hasta componentes electrónicos.

El Sr. Trump acusó a China de violar el Acuerdo de Ginebra al no reanudar las exportaciones de minerales según lo prometido, mientras que Pekín insistió en que había cumplido con sus obligaciones. El representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, enfatizó que el flujo de minerales desde China seguía interrumpido, lo que perjudicaba a la industria electrónica estadounidense.

A pesar de la feroz competencia, Estados Unidos y China son interdependientes. Empresas estadounidenses como Qualcomm y Nvidia suministran tecnología de chips y software esenciales a China, mientras que China es un centro global de fabricación y ensamblaje.

Huawei, a pesar de la prohibición estadounidense, desempeña un papel vital en la cadena de suministro de tecnología. Estados Unidos necesita a China para mantener una cadena de suministro estable, mientras que China necesita a Estados Unidos para acceder a tecnología avanzada y sostener el crecimiento económico. Esta dependencia crea una paradoja: ambas partes desean reducir su dependencia mutua, pero medidas de confrontación como los aranceles y las prohibiciones tecnológicas parecen estar agravando la incertidumbre económica mundial.

Trump duplica los aranceles al acero: ¿Es oportuna la nueva estrategia del multimillonario Tran Dinh Long? La decisión del presidente Donald Trump de aumentar los aranceles a las importaciones de acero al 50 % para proteger la industria siderúrgica estadounidense ha provocado el desplome de las acciones en muchos países. Sin embargo, esto también es una lección y podría ser una oportunidad para que los países se centren en el desarrollo de la industria siderúrgica de cara al futuro.

Fuente: https://vietnamnet.vn/ong-trump-noi-kho-dat-thoa-thuan-voi-ong-tap-nong-cuoc-chien-cong-nghe-2408163.html