Nhan Hoi inmediatamente juntó las manos y dijo: "Sí, maestro, esta olla de arroz no está limpia". Entonces Nhan Hoi explicó: “Cuando abrí la tapa para poner el arroz, entró una ráfaga de viento sin querer, y el hollín y el polvo de la casa cayeron y ensuciaron la olla. Tapé la tapa rápidamente, pero no tuve tiempo, así que saqué el arroz sucio con la intención de tirarlo. Pero luego pensé: «Hay poco arroz; si lo tiro, mis hermanos tendrán que comer menos». Por lo tanto, me tomé la libertad de comerme primero el arroz sucio y dejé el arroz limpio para ofrecérselo a ti y a mis hermanos. ¡Maestro, la olla de arroz que se comió primero ya no debe ofrecerse!
Después de escuchar lo que dijo Yan Hui, Confucio se sobresaltó y se lamentó: "¡En este mundo, hay cosas que vemos claramente con nuestros propios ojos pero aún no entendemos la verdad!"
La vida es complicada, por lo que evaluar a la persona adecuada y el trabajo adecuado a menudo no es fácil. Hay comentarios y valoraciones que son acertadas, pero a veces la naturaleza de los acontecimientos y fenómenos no es como los vemos.
Así que, en realidad, en la vida hay muchas personas buenas que son incomprendidas y sufren injusticias debido a opiniones unilaterales, sesgadas o intencionalmente distorsionadas de los demás. Hay personas que saben utilizar buenas palabras e ideas para encubrir su mal carácter. Frente a sus superiores, parecen defender y proteger a sus subordinados, luciendo el sombrero de “amar al pueblo”, pero con sus subordinados, los regañan e insultan con todo su corazón. Hay personas que a menudo engatusan y “acarician” a sus subordinados, pero en realidad están engañando a la gente para ganar prestigio.
Muchas personas a menudo parecen muy obedientes delante de sus líderes, pero a sus espaldas hablan mal de ellos de muchas maneras. Algunas personas parecen directas y critican de forma aduladora, dando la impresión de que son rectas, pero si interactúas con ellas el tiempo suficiente, poco a poco verás su naturaleza oportunista y aduladora. Con algunas cosas hablan de manera descuidada e irresponsable, lo que facilita que otros las malinterpreten y den lugar a evaluaciones incorrectas. Cuando las cosas no salen según lo planeado, exageran los aspectos negativos, elevan sus opiniones y no miran objetivamente los aspectos buenos de los demás.
Así que debemos ser perspicaces para reconocer a las personas buenas y a las personas hipócritas, oportunistas y de dos caras.
Por lo tanto, la historia de Confucio y Yan Hui del período de Primavera y Otoño sigue siendo valiosa hoy y en el futuro. Para comprender la verdadera naturaleza de un acontecimiento o de una persona específica, es necesario evaluar todo el proceso de manera integral, con una perspectiva objetiva, exhaustiva, razonable y lógica.
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