Según The Guardian (Reino Unido), el nuevo descubrimiento se considera uno de los avances más importantes para las agencias espaciales que pretenden construir bases en la Luna. Esto significa que la superficie de la Luna no sólo contiene agua, sino también hidrógeno y oxígeno.
“Este es uno de los descubrimientos más emocionantes que hemos hecho jamás”, afirmó Mahesh Anand, profesor de Ciencias Planetarias y Exploración de la Universidad Abierta. “Con este descubrimiento, el potencial para la exploración sostenible de la Luna es mayor que nunca”.
Más de medio siglo después de la última vez que los humanos pisaron la Luna, la NASA y otras agencias espaciales se están preparando para una misión que devolverá a los humanos al lugar. La misión Artemisa de la NASA tiene como objetivo llevar a la primera mujer y a la primera persona de color a la Luna. Mientras tanto, la Agencia Espacial Europea planea construir una aldea en la Luna. Ambos esperan utilizar materiales lunares para sostener bases más allá de la Tierra.
Vídeo de la nave espacial Chang'e-5, transmitido en un evento del programa de exploración lunar de China, en los Observatorios Astronómicos Nacionales de la Academia de Ciencias de China (CAS), en Beijing, China. Foto: Reuters
Anand y un equipo de científicos chinos analizaron partículas finas de vidrio de muestras de suelo lunar traídas a la Tierra por la misión Chang'e-5 de China en diciembre de 2020. Estas partículas, de menos de 1 milímetro de diámetro, se forman cuando los meteoritos impactan la Luna y crean una lluvia de gotas fundidas. Estas gotas luego se solidifican y se mezclan con el polvo lunar.
Las pruebas realizadas en las perlas de vidrio mostraron que contenían cantidades significativas de agua, que oscilaban entre 300 millones y 270 mil millones de toneladas en toda la superficie de la Luna.
Este descubrimiento abre nuevas vías que muchos hemos estado considerando. Si podemos extraer agua y concentrarla en cantidades significativas, entonces cómo la usemos depende de nosotros —dijo Anand—.
La teoría de que la Luna podría no ser completamente un páramo estéril surgió de misiones anteriores. En la década de 1990, el orbitador Clementine de la NASA encontró evidencia de hielo de agua en cráteres profundos y empinados cerca de los polos de la Luna. En 2009, la nave espacial india Chandrayaan-1 detectó lo que parecía ser una fina capa de agua en el polvo lunar de la superficie.
La última investigación, publicada en la revista Nature Geoscience, apunta a partículas finas de vidrio como la fuente de esa agua superficial. A diferencia del agua congelada en los cráteres, es mucho más fácil para los humanos o los robots que trabajan en la Luna extraerla.
“Hay evidencia de que cuando la temperatura de este material supere los 100 grados Celsius, comenzará a derretirse y podrá extraerse”, dijo el Sr. Anand.
Ian Crawford, profesor de Ciencias Planetarias y Astrobiología en Birkbeck, Universidad de Londres, dijo que el nuevo descubrimiento refuerza la hipótesis de que la Luna es más rica en agua de lo que se pensaba anteriormente.
Los depósitos de agua lunares podrían ser un recurso útil en zonas alejadas de los depósitos de hielo polar. Sin embargo, no debemos sobreestimar la cantidad de agua presente, que es como máximo de 130 ml/m³ de suelo lunar, afirmó.
Según el periódico VNA/Tin Tuc
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