Investigadores en Japón han confirmado recientemente la presencia de microplásticos en las nubes, poco después de que se descubrieran diminutas partículas de plástico en peces en las partes más profundas del océano y dispersas en el hielo del Ártico.
Según el informe, el equipo de investigación afirmó que cada muestra de agua recolectada de la niebla en la cima del monte Fuji y el monte Oyama, al oeste de Yokohama, en la prefectura de Kanagawa, podría contener entre seis y catorce fragmentos de plástico. Cuando estas partículas alcanzan la atmósfera y se exponen a la radiación ultravioleta de la luz solar, se descomponen, contribuyendo así a la producción de gases de efecto invernadero.
Hasta ahora se sabe poco sobre los impactos que pueden tener los microplásticos, pero podrían incluir impactos en el clima.
En consecuencia, las partículas microplásticas pueden convertirse en una especie de "semillas" que hacen que las gotitas de las nubes circundantes se condensen y formen gotas de lluvia, aumentando así la evaporación de las nubes y la precipitación total.
Los investigadores dicen que las partículas microplásticas en las nubes que caen al suelo como agua de lluvia pueden ingresar al cuerpo humano a través de productos agrícolas y ganado, lo que afecta negativamente la salud humana.
Hiroshi Okochi, de la Universidad de Waseda, autor principal del estudio, advirtió que si no se aborda el problema de forma proactiva, el riesgo del cambio climático podría convertirse en una realidad con impactos irreversibles, según AFP.
Minh Hoa (reportado por Thanh Nien, VNA)
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