Lavarse la cara es un paso esencial en el cuidado de la piel, pero hacerlo en exceso puede ser contraproducente.
Muchas personas creen erróneamente que lavarse la cara con regularidad ayuda a mantener la piel limpia. Sin embargo, lavarse la cara en exceso puede eliminar los aceites protectores naturales de la piel, causando sequedad, irritación e incluso acné, según Onlymyhealth (India).
La doctora Vidushi Jain, dermatóloga que trabaja en la India, compartió algunos de los efectos nocivos de lavarse la cara en exceso.
Lavarse la cara es un paso esencial en el cuidado de la piel, pero hacerlo en exceso puede ser contraproducente.
Elimina los aceites naturales de la piel.
Lavarse la cara con demasiada frecuencia puede ser perjudicial para la piel. Al lavarse la cara, se eliminan los aceites protectores naturales de la piel (llamados sebo). Estos aceites son importantes para mantener la piel hidratada y protegerla del daño ambiental.
Según la revista Research Publication and Review , usar demasiado limpiador puede eliminar los aceites naturales de la piel, dejándola seca, irritada e incluso provocando que produzca más grasa.
Seco y escamoso
Según la Sra. Jain, al lavarnos la cara con frecuencia, se elimina la capa protectora de aceite natural de la piel, lo que provoca la pérdida de la hidratación necesaria. Esto hace que la piel se reseque e incluso se agriete, causando molestias.
Además, una barrera cutánea dañada hace que la piel sea susceptible a la irritación y otros problemas.
barrera cutánea dañada
Tu piel tiene una barrera protectora natural que la ayuda a protegerse de elementos dañinos como bacterias, contaminantes y alérgenos.
Esta barrera está compuesta por una combinación de aceites naturales y proteínas que ayudan a retener la hidratación y a mantener alejadas las sustancias nocivas. Lavarse la cara con demasiada frecuencia debilita esta capa protectora, dejando la piel más vulnerable a daños, sensibilidad, enrojecimiento y picazón.
Lavarse la cara con demasiada frecuencia puede provocar acné.
glándulas sebáceas hiperactivas
Cuando la piel pierde sus aceites naturales por lavarse la cara con demasiada frecuencia, el cuerpo aumenta automáticamente la producción de sebo para compensar. Esto provoca una sobreproducción de grasa.
Si bien esta es una respuesta natural del cuerpo para mantener la piel hidratada, este exceso de grasa puede obstruir los poros. Como resultado, la piel es propensa al acné.
Piel propensa al enrojecimiento y la irritación
Cuando la piel se lava con demasiada frecuencia, su capa protectora natural se debilita, lo que la hace más susceptible a la irritación y la sensibilidad.
Factores externos como el clima, los productos para el cuidado de la piel o incluso los movimientos faciales pueden provocar enrojecimiento e irritación de la piel.
Sobre todo si utilizas productos para el cuidado de la piel que contengan alcohol, fragancias o ácidos, la irritación puede empeorar.
Cómo lavarse la cara correctamente
Según la Academia Estadounidense de Dermatología (AAD), debes lavarte la cara una vez por la mañana, una vez antes de acostarte y después de sudar mucho.
Además, según la Sra. Jain, también se recomienda elegir un limpiador suave que no contenga productos químicos fuertes ni fragancias, adecuado para cada tipo de piel, ya sea grasa, seca o sensible.
Fuente: https://thanhnien.vn/rua-mat-nhieu-co-tot-185241214183638531.htm






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