Disciplina de capital: Criterios de evaluación de calificaciones crediticias para bonos
En el contexto de la globalización y la presión de la transición ecológica, el mercado de capitales de Vietnam se enfrenta a un doble desafío: debe ser transparente para eliminar los riesgos acumulados y debe profesionalizarse para atraer capital de alta calidad a largo plazo que financie proyectos de gran envergadura, incluidos los proyectos verdes y sostenibles. Si el crédito verde requiere transparencia sobre el propósito del uso del capital mediante la Lista de Clasificación Verde, el mercado de capitales, en especial los bonos corporativos (TPDN), necesita transparencia sobre la calidad de los activos y los riesgos. La profesionalización de los TPDN es ahora un factor vital para movilizar capital a largo plazo.
Para resolver de forma definitiva la reciente inestabilidad y la crisis de confianza en el mercado de bonos corporativos, el Gobierno promulgó el Decreto N° 245/2025/ND-CP (que modifica y complementa varios artículos del Decreto 155/2020/ND-CP), lo que supone un cambio importante en el marco legal para la emisión de bonos corporativos al público. Este documento crea un nuevo ciclo de evaluación en el mercado, destacando la obligatoriedad de la calificación crediticia para la mayoría de los emisores públicos, junto con otras regulaciones que refuerzan la disciplina financiera. Según los expertos económicos , no se trata solo de un cambio administrativo, sino de un cambio en la filosofía de gestión del mercado, que prioriza la seguridad y la transparencia.

Las calificaciones crediticias obligatorias ayudan a estandarizar la evaluación de riesgos, proporcionando un "filtro" de información fiable.
Economistas e instituciones financieras consideran el Decreto 245 un hito fundamental en la estandarización de la calidad de los bienes en el mercado. Ba Thi Thu Hue, Directora Comercial de FiinRatings, comentó: «El Decreto 245 marca un punto de inflexión importante. Esta normativa se promulgó en el marco del impulso gubernamental al desarrollo de canales públicos de captación de capital, contribuyendo a que el mercado de emisión sea más cualitativo, de modo que el capital solo fluya hacia empresas que cumplan con los estándares de transparencia y gobernanza». Según Hue, las calificaciones crediticias obligatorias ayudan a estandarizar la evaluación de riesgos y proporcionan un filtro de información fiable tanto para inversores institucionales como individuales, reforzando así la confianza que se había visto mermada en el pasado.
El Decreto 245/2025/ND-CP inaugura un nuevo ciclo de evaluación en el mercado de bonos corporativos, con requisitos de calificación crediticia obligatorios y un mayor apalancamiento financiero. Este proceso de profesionalización es fundamental para fortalecer la confianza y configurar un canal sostenible de captación de capitales.
Las regulaciones para reforzar la disciplina financiera también constituyen un aspecto clave. El Sr. Nguyen Dinh Duy, Director y Analista Senior de VIS Rating, afirmó: «El Decreto N.° 245/2025/ND-CP refuerza la disciplina financiera e incrementa la transparencia para las empresas emisoras. La regulación que limita el endeudamiento a un máximo de cinco veces el patrimonio neto es una medida técnica importante que contribuye a reducir los riesgos para el sistema y a fortalecer su seguridad». Este límite de apalancamiento financiero controla directamente los riesgos excesivos, especialmente los provenientes de empresas inmobiliarias, sectores que suelen estar altamente apalancados y que pueden experimentar retrasos en sus planes de captación de capital a corto plazo.
Esta regulación tendrá un doble impacto en el mercado. A corto plazo, podría ralentizar el proceso de emisión, ya que las empresas necesitan tiempo para completar su documentación, transparentar sus datos financieros y someterse a un riguroso proceso de evaluación. Sin embargo, a largo plazo, los beneficios son innegables: ayuda a las empresas a fortalecer su reputación y reducir los riesgos de información. Las empresas con una buena calificación crediticia no solo encuentran más fácil determinar tipos de interés razonables, sino que también amplían su base de inversores gracias a un alto nivel de transparencia, creando así una ventaja competitiva sostenible.
Un punto de inflexión clave en la estandarización de la calidad del producto y la disciplina financiera
La diferenciación del mercado de bonos corporativos será evidente, lo que impulsará una fuerte reestructuración en las empresas emisoras. Aquellas con registros financieros transparentes, buen gobierno corporativo y calificaciones crediticias altas obtendrán rápidamente una ventaja: menores costos de captación de capital, mayor volumen de emisiones y vencimientos más largos. Por el contrario, las empresas que no estén dispuestas a divulgar información o que deban aceptar calificaciones bajas, se verán obligadas a reestructurar sus finanzas o buscar otras vías de financiación con mayores costos de capital. Este proceso se considera necesario para eliminar los focos de riesgo y mejorar la profesionalización general del mercado.
Desde una perspectiva empresarial, el cumplimiento de estas nuevas normas se convierte rápidamente en una ventaja competitiva. El Sr. Do Anh Thuan, director de estrategia corporativa para infraestructura verde, comentó: «La calificación crediticia obligatoria otorga a los emisores transparentes como nosotros una clara ventaja: el costo de captación de capital se reduce entre un 10 % y un 15 % en comparación con la competencia, que cuenta con registros financieros opacos, a la vez que amplía la base de inversores internacionales. Este es un requisito indispensable si queremos competir por capital en el mercado regional». Los beneficios derivados de la reducción de los costos de capital y la ampliación de esta fuente de financiación constituyen la principal motivación para que las empresas reformen de forma proactiva su gobernanza y transparencia. La Sra. Hue también destacó que, para los inversores individuales, esto representa un filtro de información fiable. A largo plazo, la aplicación generalizada de las normas de transparencia y las calificaciones crediticias fortalecerá la confianza, atraerá flujos de capital a largo plazo y contribuirá al desarrollo sostenible del mercado.

La transparencia institucional nacional constituye una atractiva invitación para los inversores y las instituciones financieras internacionales.
En un mercado que busca la estabilidad, la introducción del Decreto 245 es una medida oportuna. No se trata solo de una herramienta de gestión de riesgos, sino también de un instrumento de desarrollo. Al establecer un nivel mínimo de calidad superior, el Gobierno sienta las bases para transformar el mercado de bonos corporativos, pasando de ser un canal de captación de capital a corto plazo y de alto riesgo a un canal a largo plazo, seguro y profesional, acorde con su papel como pilar del mercado de capitales.
Fortalecer la confianza interna y atraer capital extranjero
Se observa que los dos principales esfuerzos del Gobierno para promover el crédito verde, a través de la Lista de Clasificación Verde y el mecanismo de apoyo a las tasas de interés y la profesionalización del mercado de bonos corporativos, convergen en el punto clave de la transparencia y la institucionalización. El crédito verde requiere una Lista Verde y un mecanismo claro de gestión de flujos de efectivo para prevenir el «lavado verde» (greenwashing), garantizando que todo el capital preferencial contribuya al objetivo de cero emisiones netas. De igual manera, el mercado de bonos necesita calificaciones crediticias y una estricta disciplina financiera (Decreto 245) para generar confianza y atraer capital seguro y de alta calidad.
La transparencia institucional en el país resulta muy atractiva para los inversores e instituciones financieras internacionales. La cartera de certificación verde se aproxima a los estándares globales, creando condiciones favorables para que las instituciones financieras internacionales y los fondos de inversión ESG participen más activamente en el mercado vietnamita. El Sr. Julien Seillan, Director de la Agencia Francesa de Desarrollo en Vietnam (AFD), afirmó que la cartera de certificación verde se aproxima a los estándares globales, creando condiciones favorables para que las instituciones financieras internacionales participen más activamente en el mercado. Como prueba de este compromiso, la AFD ha anunciado una inversión de 500 millones de euros en el marco de la Iniciativa para una Transición Energética Justa (JETP).
Esta cooperación demuestra que, con un marco jurídico nacional claro, incentivos financieros prácticos y un mecanismo de gestión coordinado, los principales compromisos políticos con el objetivo de cero emisiones netas se materializarán en proyectos de inversión reales. La colaboración con socios estratégicos solo puede ser sostenible cuando los mecanismos de gestión nacionales se diseñan con absoluta transparencia y un control de riesgos eficaz. Esto confirma que la transparencia no solo es un requisito de gobernanza, sino también una ventaja competitiva nacional en la captación de capital para el desarrollo sostenible.
Cuando el marco legal esté estandarizado y los mecanismos de apoyo y control se diseñen con absoluta transparencia, el capital no solo fluirá hacia el destino correcto, sino que también se convertirá en un motor de doble impulso. El capital de crédito verde a bajo costo, combinado con un mercado de bonos corporativos seguro y profesional, creará una plataforma sólida para que Vietnam transforme su estructura económica, mejore su competitividad y alcance el objetivo de cero emisiones netas para 2050 de manera sustancial y sostenible. Esta transformación plantea nuevos requisitos en cuanto a la capacidad de gobernanza, las finanzas y la preparación de todas las empresas que participan en el mercado de capitales.
Fuente: https://vtv.vn/sang-loc-khat-khe-chuan-hoa-thi-truong-trai-phieu-doanh-nghiep-mo-loi-von-dai-han-100251115211247315.htm






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