Las cifras se publicaron en el Índice Nacional de Salud y Bienestar de Gallup. Esta es la quinta vez en seis trimestres consecutivos que el número de estadounidenses que viven en la pobreza extrema supera el 4%, un nivel raramente visto desde 2008, según la revista Newsweek del 19 de enero.
El porcentaje de estadounidenses que viven en la pobreza extrema en los últimos dos años ha sido mayor que durante la Gran Recesión de 2008-2009, según una encuesta.
La tasa promedio de personas que viven en la miseria en 2022 y 2023 en Estados Unidos superó el nivel registrado durante la Gran Recesión (2008-2009).
El porcentaje de estadounidenses que califican su vida como próspera es del 52,1 % en 2023, solo superior al registrado durante la Gran Recesión (50,2 %) y los primeros nueve meses de la pandemia de COVID-19 en 2020 (50,2 %). Entre 2015 y 2019, cuando la economía estadounidense creció de forma sostenida, y en 2021, cuando se recuperó de la pandemia, más del 55 % de los estadounidenses afirmaron estar prosperando.
La encuesta se realizó del 30 de noviembre al 7 de diciembre del año pasado a 6386 adultos en Estados Unidos. Gallup clasificó a las personas en tres niveles: próspero, con dificultades o miserable, según cómo evaluaron su vida actual y futura en una escala del 0 al 10.
Las personas que calificaron su vida actual con un 7 o más y su vida en los próximos 5 años con un 8 o más se clasificaron como prósperas. Las personas con una puntuación de 4 o menos se clasificaron como miserables. Este grupo a menudo sufría de falta de alimento y vivienda, dolor físico, estrés, ansiedad, tristeza e ira.
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Aaron Pallas, profesor de sociología de la Facultad de Educación de la Universidad de Columbia, dijo a Newsweek que las tasas de prosperidad y miseria a menudo aumentan o disminuyen en respuesta a eventos económicos, políticos y sociales como pandemias, guerras, crisis económicas o cambios en los regímenes políticos .
Es difícil determinar con exactitud por qué los estadounidenses han sido más pesimistas sobre sus vidas en el último año y medio que en cualquier otro momento de los últimos 15 años, pero es preocupante. Si la gente vota según cómo se siente ahora, probablemente será más difícil para los actuales presidentes mantenerse en el cargo, predijo Pallas.
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