El Dr. Walter Willett, profesor de epidemiología y nutrición en la Escuela de Salud Pública de Harvard, ha advertido sobre la base científica de este mensaje.
La idea de que los humanos necesitan mucho calcio se basa principalmente en estudios a corto plazo de unas pocas semanas. Estos estudios solo registran los cambios biológicos durante un período limitado, lo cual se ha convertido en el pilar fundamental para promover el consumo diario de leche, afirmó.
Si bien el calcio es un nutriente esencial para la función nerviosa, muscular, cardiovascular y la salud ósea, los expertos enfatizan que el cuerpo humano solo necesita una cierta cantidad.
Las directrices dietéticas estadounidenses recomiendan que los adultos consuman entre 1000 y 1200 mg de calcio al día. Sin embargo, este umbral sigue siendo controvertido, ya que otros países, como el Reino Unido, recomiendan solo 700 mg.

En la vida moderna, la leche es un complemento nutricional elegido por muchas personas (Ilustración: Pexels).
Un aspecto importante que los expertos quieren advertir es que nadie necesita beber leche de vaca para cubrir sus necesidades de calcio.
Según Christopher Gardner, profesor de Medicina de la Universidad de Stanford (EE. UU.), más de un tercio de las personas tienen dificultades para digerir la lactosa de la leche animal. Por lo tanto, no es necesario beber leche de vaca para complementar el calcio. Se puede complementar completamente el calcio con muchas otras fuentes además de la leche de vaca tradicional.
De hecho, según una revisión de 2020, las personas que viven en países con las tasas más bajas de fractura de cadera tienden a beber menos leche. Un metaanálisis de varios estudios a gran escala también concluyó que beber más leche no se asociaba con un menor riesgo de fracturas.
El Dr. René Rizzoli, ex jefe del Departamento de Enfermedades Óseas del Hospital Universitario de Ginebra (Suiza), destacó que la salud ósea depende mucho del ejercicio y de la dieta en general.
"La gente no debería confiar únicamente en la leche para eliminar el riesgo de fracturas", compartió.
Además, el consumo excesivo de leche, especialmente en niños pequeños, puede causar muchos problemas de salud graves, como la formación de hábitos alimenticios incorrectos, saltarse comidas y un aumento de peso lento.
Además, beber demasiada leche produce un exceso de calcio en comparación con las necesidades corporales. Cuando el cuerpo tiene un exceso de nutrientes, los órganos digestivos y excretores tienen que trabajar más, lo que genera una carga sobre estos órganos, lo cual no es beneficioso para el organismo.
El exceso de calcio en el organismo dificulta la absorción del hierro. El hierro se elimina fácilmente, no se absorbe y provoca anemia en los niños.
Sin embargo, los expertos también admiten que la leche es uno de los suplementos de calcio más convenientes. En caso de intolerancia a la leche animal, los consumidores también disponen de muchas otras fuentes alternativas, como el tofu, el pescado, el marisco, las verduras de hoja verde y las leches vegetales enriquecidas con calcio.
Entre ellos, la mejor opción para aportar calcio al organismo son los productos lácteos fermentados, como el yogur y el queso. El Dr. Rizzoli señala que estos productos no solo favorecen el microbioma intestinal, sino que también son más tolerables en personas con sensibilidad a la lactosa.
Desde el punto de vista nutricional, una porción de 42 g de queso cheddar tiene la misma cantidad de calcio que una taza de leche entera.
Aunque se cuestiona la “esencialidad” de la leche, garantizar una ingesta adecuada de calcio es una prioridad máxima para los niños y adolescentes de 9 a 18 años (el período de crecimiento más rápido) y los adultos mayores, especialmente después de los 50 años (el período de rápida pérdida ósea).
Al explicar el mecanismo biológico que subyace a esta necesidad, el Dr. Gardner afirmó que el cuerpo de las personas mayores a menudo no absorbe suficiente calcio, lo que conlleva un deterioro del mecanismo de adaptación con la edad. Esto obliga al cuerpo a extraer más calcio de los huesos, lo que provoca un debilitamiento grave de estos.
La salud ósea es un proceso complejo que requiere una combinación equilibrada de calcio, vitamina D, ejercicio con pesas y una dieta variada. La leche puede contribuir a este proceso, pero no es necesaria para tener huesos sanos.
Fuente: https://dantri.com.vn/suc-khoe/su-that-uong-nhieu-sua-giup-xuong-chac-khoe-20251028063402352.htm






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